10ª Tour Francia: Un ciclón de apellido Froome

La triunfal llegada de Froome © ASO

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Pobre de mí, pobre de mí,

que se han acabado las fiestas de San Fermín

Dentro de sólo unas horas miles de personas se concentrarán en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona para despedir una de las fiestas más grandes de la geografía española y con ese ‘Pobre de mí’ dirán adiós a una semana de desenfreno. Pero más de uno, a no tanta distancia, en las cimas francesas de los Pirineos, no dudaría en hacer suya esa letra. Pobre de mí, que se ha acabado la fiesta del Tour. Y, salvo enorme sorpresa, el Tour está más que finiquitado. Y, en realidad, el Tour de 2015, ese tan montañoso que debía de servir para volver a ver a dos franceses entre los mejores; para comprobar de lo que era capaz el ciclón Quintana; para medir, por fin, a Froome y a Contador; para confirmar a Nibali… ese Tour nos ha durado poco menos de diez kilómetros. Esos que van desde el inicio del puerto de La Pierre-Saint-Martin hasta el punto donde Richie Porte, ese fiel escudero incapaz de ponerse los galones, pero temible como punta de lanza de su general, reventó la carrera. A falta de seis kilómetros para la llegada al australiano le bastaron apenas 300 ó 400 metros para terminar el trabajo que primero –de forma suicida visto desde la perspectiva del tiempo– hizo Movistar y después el resto de sus compañeros de Sky. Y cuando Porte se apartó y Froome vio el espacio libre por delante, encendió su molinillo y se cargó el Tour. Así de simple.

Y se lo cargó, además, a lo grande. Como sólo pueden hacerlo los genios. Cuando decidió arrancar nadie le pudo seguir. Se fue. Voló sobre los Pirineos. Y uno a uno, Nibali, Contador y poco más tarde Quintana tuvieron que ceder. Y también lo hicieron el resto de ‘invitados’ que hasta hoy habían sido capaces de mantenerse cerca del espigado ciclista nacido en Nairobi como Tejay Van Garderen que, eso sí, ha sido capaz de anclarse en la segunda posición gracias a un golpe de pedal que hacía tiempo que no le veíamos.

Pero hoy no es el momento de hablar de Van Garderen. Tampoco, para su desgracia, de Fedrigo, el corredor que se tiró casi todo el día escapado. Tampoco de Vanbilsen, el belga que alcanzó a Fedrigo a base de cabezonería después de rodar durante casi una hora en tierra de nadie. Tampoco es momento de recordar que André Greipel ha recuperado el maillot verde. Hoy, después de haber visto su inmensa demostración de fuerza, sólo se puede hablar de Chris Froome. Líder del Tour. Líder de la clasificación de la montaña. Un corredor que, hoy por hoy, está tan por encima del resto, que se evidencia que sólo una caída o desgracia similar puede evitar que se anote su segundo Tour de Francia.

Froome, antes de soltar a Quintana © Movistar

Porque lo que ha hecho hoy el británico, idioteces tuiteras aparte, corresponde a, como dicen los anglosajones, deportistas que se ven once in a lifetime. O sea, una vez en la vida. Su pedaleo sentado y rápido y su mirada siempre hacia abajo vigilando su ‘telemetría’ no le hacen, seguramente, el corredor más carismático del pelotón, pero en el ciclismo lo que vale, lo único que sirve, es la fuerza que uno es capaz de imprimir a los pedales. Y en eso, en pedalear, nadie le va a poder ganar. No lo hará un Nibali al que no le hizo falta que el Sky acelerara al máximo para verse descolgado. Tampoco un Contador que tras intentar algunos movimientos interesantes durante los primeros días, no está dando grandes sensaciones. No lo conseguirá tampoco Quintana, que ha pasado desapercibido hasta hoy y apenas le ha durado unos centenares de metros al hombre del que, seguramente, esté llamado a heredar la hegemonía en Francia. Ni Van Garderen, cabezón que se enganchó a la rueda de Valverde –inmenso el murciano endureciendo la carrera y aguantando todo lo cerca que pudo de su jefe de filas– aunque tuviera que rendirse a la evidencia en los metros finales. Ni Robert Gesink, que si repite lo de hoy en el Alpe d’Huez puede liar un auténtico altercado de orden público con sus paisanos. Tampoco pudo con él Rafa Valls, el valiente español del Lampre que se jugó sus cartas a un ataque lejano, pero que se encuentra –como todos– a años luz de Froome.

Y ahora, con dos semanas y toda la semana por delante, tenemos a Froome, sonriente y feliz, liderando la general con casi tres minutos sobre Van Garderen y Quintana. Con cuatro sobre un Valverde que, ¡ojo! podría soñar esta noche con el podio siendo uno de los pocos corredores que no se llaman Chris y se apellidan Froome que duerman contentos. Contador y Nibali, por su parte, ya ceden cuatro y seis minutos. Pero, cuando uno compara la general con lo visto hoy, se da cuenta de que hay algo más. No es el tiempo. No son los minutos. Es la superioridad. La insultante y aplastante superioridad de Froome.

El Tour, la pelea por el amarillo al menos, se ha terminado. Eso parece. Pero, si les gusta el ciclismo, no apaguen la tele porque, visto lo visto hoy, estamos sólo ante el inicio de una demostración que puede ser de época.

La próxima etapa

Perfil de la 11ª etapa © ASO

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Puntos TOP Ciclo 21: Alejandro Valverde, 8 (primer español etapa Tour).

DECLARACIONES

Chris Froome (líder general y montaña): “’¡Menuda etapa! Durante toda el día de descanso ayer estuvimos concentrados en la etapa de hoy. No pensábamos correr de una manera agresiva. Estábamos dispuestos a dejar que se fuera la escapada y que fueran otros equipos los que intentaran a cazarla, siendo nosotros más defensivos de lo habitual. Pero cuando oí que los grandes estaban sufriendo y se estaban descolgando, le dije a Richie Porte y a Geraint Thomas: ‘Vamos a apretar’. Sentía que mis rivales estaban en apuros tras la jornada de descanso así que mis compañeros de equipo me ayudaron a llegar hasta el final. Ataqué cuando más empinado estaba, en un repecho antes de llegar a una parte más llana. Es el guión perfecto. No podría haber esperado algo mejor, sobre todo sabiendo que Richie ha llegado segundo y le ha quitado la bonificación a Nairo [Quintana]. Geraint ha llegado poco después y eso significa mucho para nuestro equipo.

“El Tour no se ha acabado, ni mucho menos. En 2013, Alberto Contador aprovechó los momentos con fuerte viento de costado y las bajadas. Esto puede volver a pasar. Habrá que ver cómo pagamos el esfuerzo de hoy en la jornada de mañana. Hace dos años lo pasamos mal en nuestro segundo día en Pirineos. Esperemos que no se repita”.

“Todo el mundo ha visto lo fuertes que estábamos en la crono por equipos. Hemos aprendido de las lecciones del pasado, estamos en guardia. Siempre puede ocurrir un problema mecánico o un pinchazo en el peor momento…y eso tendría sus consecuencias. También tendremos cuidado con las escapadas tempranas, vamos a seguir concentrados. No me gustaría estar en el lugar de mis rivales de la general pero sabemos que Nairo es muy fuerte y aguanta bien hasta la tercera semana y eso nos puede traer problemas. De hecho esperábamos que empezaran hoy mismo. Movistar tiró y yo estaba esperando a que atacara Nairo. Como no lo hacía, ataqué yo. Aunque sea un momento diferente de la carrera (estamos en el día después de la primera jornada de descanso y no en vísperas de la segunda), es increíble poder repetir las sensaciones vividas en lo alto del Mont Ventoux, cuando gané en una etapa de alta montaña, con el maillot amarillo, un 14 de julio”.

Nairo Quintana (líder jóvenes): «Ha sido una etapa durísima, con un calor infernal, todo el día a ritmo bastante fuerte, sobre todo desde que hemos cogido el mando. Queríamos probar un poco a los rivales, ver cómo estaban, y nos hemos encontrado la superioridad de Chris Froome. Estaba muy fuerte y hay que aceptarlo. Intentaremos buscar alguna estrategia o alianza para tratar de recuperar tiempo o, al menos, mantenernos en el lugar que estamos. Hay que esperar día a día. Hemos visto otros años que en alguna de las etapas finales le costaba con el paso de los días; veremos si algún día falla o si hay jornadas en las cuales esté yo más inspirado. ¿Mis opciones de triunfo? Se han agotado un poco, pero sigo soñando con el amarillo y voy a luchar hasta el final por conseguirlo”.

Vincenzo Nibali (Astana): “Ha sido un día difícil, no conseguía mantener el ritmo, no podía respirar. No he encontrado el ritmo adecuado a la hora de pedalear. Es como si me hubiera quedado sin fuerzas. No conseguía ni seguir a mis compañeros de equipo. He intentado gestionar el esfuerzo pero he tirado la toalla a los 4 km y he intentado ir subiendo de la manera más gradual posible. Está claro que Froome nos ha dado un buen mazazo pero todos hemos perdido tiempo, todos los favoritos: Van Garderen, Rodríguez, incluso Contador. Todos pensábamos responder mejor. Todos los favoritos se han dejado minutos muy valiosos. A partir de ahora va a ser difícil. Físicamente me encuentro bien, pero no doy más de mí. No soy el mismo Nibali que hace un año”.

Thibaut Pinot (FDJ): “No estoy bien, eso es todo. A los pies del puerto me encontraba bien pero el ritmo cardiaco no ha aguantado. Hemos planteado bien la etapa, de hecho estaba bien cuando hemos salido de Tarbes y tenía muchas ganas de conseguirlo. Teníamos los recursos para conseguirlo pero al cabo de dos kilómetros a 200 pulsaciones, sabía que iba a explotar”.

1ª (Dennis) / 2ª (Greipel) / 3ª (J. Rodríguez) / 4ª (T. Martin) / 5ª (Greipel) / 6ª (Stybar) / 7ª (Cavendish) / 8ª (Vuillermoz) / 9ª (BMC)

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