18ª Tour de Francia: Alpe d’Huez hace sufrir a Froome

La gloria de Riblon / ASO

Fernando Ferrari / Ciclo 21/

Chris Froome es humano y Nairo Quintana se hace hombre en Alpe d’Huez. A modo de tuit bien podría resumir la que ha sido una jornada histórica, inédita, única en las cien ediciones del Tour de Francia, la que ha configurado la primera doble ascensión consecutiva a uno de los templos míticos de la Grande Boucle. Y como el ciclismo, en todas sus vertientes posibles, no son matemáticas- menos mal- y más en una prueba de formidable fondo como la vigente, el más fuerte, el invencible, el líder también sufre, resopla y siente el vació en su cuerpo. Y sí. Froome, al que nada ni nadie parecía perturbarle lo pasó mal, muy mal, en los últimos 5 kilómetros de la subida al enrevesado puerto alpino. Su día más duro de este Tour y de sus últimas temporadas sin duda. Pero nunca vio peligrar su maillot amarillo, gracias, en buena parte, a su escudero de lujo, el australiano Richie Porte, y su tremendo colchón en el que se tumbaba de más de 4 minutos. Todos pasan un día malo y hoy ha sido el de Froome, que pagó sus osadías de atacar al inicio de la segunda y ultima subida. El que no lo tuvo fue el francés -primera victoria local- Christophe Riblon, el mejor de la fuga del día de nueve corredores.

En la parte positiva se colocan el colombiano del Movistar Nairo Quintana y el catalán del Katusha, Joaquim Purito Rodríguez -al que el Tour se le va a quedar corto-, que fueron los únicos que pudieron aguantar los dos pares de ataques -inexplicables como innecesarios- en los primeros compases de la decisiva escalada. Hubo hasta entendimiento entre los tres, toda vez que iban sacando tiempo a los derrotados holandeses el Belkin, Bauke Mollema y Laurens Ten Dam, y la pareja del Saxo-Tinkoff, Alberto Contador y Roman Kreuziger. Así que hasta Froome empezó a cabecear de forma alarmante, a flojar su ritmo, a respirar más fuerte y a sufrir. Quintana y Purito no se lo pensaron dos veces y, como deportistas de competición, aprovecharon la coyuntura y dejaron tirado al británico. Su compañero Richie Porte le salvó de una tragedia mayor, tirando de él en unas últimas curvas angustiosas y avituallándole con un milagroso gel, que le ha costado 20 segundos en la clasificación general, por mor del a veces caduco reglamento de la UCI, que no deja tal acción en los epílogos de las carreras. Impedir que un corredor se deshidrate o desfallezca por no poder comer o beber en días de esta índole o en jornadas de calor extremo, parece inhumano, pero éste sería otro debate. El balance es que Quintana ya es tercero; Purito, quinto y Contador, por 21 segundos, mantiene la segunda plaza ante el sudamericano.

Froome le da las gracias a Porte / ASO

El madrileño del Saxo-Tinkoff merece párrafo aparte por su extraño día, cambiante y con una táctica de Bjarne Riis incomprensible para muchos. Muchos esperaban que Contador aprovechara una jornada como la de hoy para escribir una página lustrosa. Mandó primero a Roche y Paulinho entre el pelotón y la fuga, pero no sirvieron de nada, porque vivieron en tierra de nadie para ser engullidos por el pelotón sin ningún movimiento de su jefe. La primera subida a Alpe d’Huez fue inocua, con el Sky controlando sin problemas, hasta que llegó el no tan peligroso descenso del Sarenne donde Contador y Kreuziger «se dejaron caer», según palabras propias del pinteño. Así fue porque Froome no tuvo problemas para cazarles. Y evidentemente -sólo lo sabía él- no era el día marcado por Contador -aún le quedan dos- porque en cuanto el líder aceleró su plato ovalado, Contador -y Valverde, que luego lanzó a Porte con Froome– dejaron de ver su dorsal 1, después del ritmo infernal puesto por Movistar para propulsar eliminar rivales de Quintana. Acompañado de nuevo por Kreuziger, pudo retener su segunda posición ante un Quintana desbocado y que se ha convertido en su mayor amenaza. Dos líneas de rendimiento cruzadas y un duelo excepcional hasta el sábado.

Un recorrido esperado desde hace meses y que defraudó hasta la segunda ascensión, donde realmente empezaron a moverse los primeros de la general con el mentado carrusel de idas y venidas. El Tour habrá tomado buena nota por si se les ocurre volver a repetir la experiencia, perfecta para el siempre ingente público que abarrota sus laderas, pero atenazante para lanzar un ataque desde tan lejos, hazañas cada vez menos en boga. Al que le ha venido de perlas es al veterano francés Christophe Riblon que no podía imaginarse que iba a inscribir su nombre por segunda vez como ganador de etapa –la primera en 2010 en Ax 3 Domaines-, pedaleando con cabeza -después de salirse de una curva bajando Sarenne-, siendo el más fuerte de sus restantes siete compañeros de fuga –Moser, Voigt, Jeannesson, Amador, Chavanel, Booom y Danielson– y cogiendo y remachando a 2 kilómetros de la cima a Tejay Van Garderen, quien a su vez le había dejado subiendo kilómetros atrás. El norteamericano se desfondó y el del Ag2R, viejo zorro de 32 años y 10 grandes vueltas en sus piernas- no tuvo piedad para irse camino de los anuarios de ciclismo.

Y mañana más. Una etapa de 200 kilómetros con Glandon y La Madeleine en los primeros 84 kilómetros, y tres puertos más en la segunda parte con el Col de la Croix Fry, a solo 13 kilómetros del final. Otro perfil para valientes.

CLASIFICACIÓN 18ª ETAPA

GENERAL TRAS 18ª ETAPA*

Pendiente de la sanción a Froome de 20″ por avituallamiento ilegal