Diovani Alexis C.T., el hombre que mató a una ciclista, la setabense Rebeca Borrás en la calle San Vicente de Valencia en enero de 2013, frente a la estación del AVE, tras saltarse un semáforo en rojo y en estado ebrio, ha aceptado cumplir una pena de tres años y un mes de prisión. Asimismo, no podrá conducir vehículos de motor y ciclomotores durante seis años.
El acusado, en prisión desde el día de los hechos, ha aceptado esta pena en la vista que ha tenido lugar este lunes en el juzgado de lo Penal número 8 de Valencia. Sus únicas palabras en la Sala han sido las de «sí, señor», cuando el magistrado le ha preguntado si estaba de acuerdo con los hechos que se le imputaban.
Inicialmente, el ministerio fiscal pedía para el acusado cuatro años de prisión por un delito contra la seguridad vial y otro de homicidio imprudente, pero finalmente se ha llegado a un acuerdo con la defensa por el que se le ha rebajado la pena hasta los tres años y un mes de cárcel.
Asimismo, se le ha condenado a indemnizar a los padres de la víctima, Rebeca, con 115.646,88 euros; a su hermano con 21.026,61 euros; con otros casi 6.000 euros a los propietarios de dos coches contra los que chocó el día de los hechos; y con 1.071,42 euros a una mercantil por colisionar contra uno de sus carteles.
A la salida de la vista, la madre de Rebeca ha afirmado en declaraciones a los periodistas que el juez «ha aplicado la ley», pero ha señalado que las penas «tendrían que ser más duras»: «tendremos que cambiar las leyes o hacer algo», ha mantenido. «Comprendo que ese día no se levantó pensando que iba a matar a Rebeca, pero no se puede ser así».
Los hechos se remontan al 13 de enero de 2013, sobre las 18.40 horas. Ese día, el acusado circulaba por las calles de Valencia a una velocidad superior a la permitida —que en el casco urbano está determinada a 50 km/h— y con sus facultades psicofícicas notablemente disminuidas por la previa ingestión de bebidas alcohólicas. Llevaba como copiloto a un menor de edad.
En concreto, según se desprenden de los controles de alcoholemia y de una analítica de sangre, el acusado dio un resultado positivo de 1,01 miligramos de alcohol por litro de aire espirado; así como 0,01 de benzoileconina y 0,03 de lidocaína —sustancias estupefacientes—.
En un momento determinado, el hombre, de 28 años, puso el coche a 94 kilómetros hora (km/h), y al llegar al cruce entre la calle San Vicente y Roig de Corella, se saltó el semáforo en fase roja y arrolló a Rebeca cuando pasaba por el paso de peatones a bordo de su bicicleta. El impacto provocó que la joven saliera por los aires a una altura entre tres y cinco metros. Tras el choque, el hombre siguió la marcha sin detenerse, hasta que su intento de huída quedó frustrado a la altura del número 176 de la calle San Vicente, cuando colisionó contra tres turismos correctamente estacionados y contra un cartel de señalización propiedad de una mercantil.
Como consecuencia del impacto, la joven, de 21 años, falleció. En ese momento convivía con sus padres y cursa estudios superiores en Valencia. El menor que iba con el acusado también resultó herido con una cervicalgia postraumática y una contusión en la mano derecha.
Por todo, el hombre ha sido condenado a tres años y un mes de prisión. No obstante, podría solicitar permisos en breve puesto que lleva en la cárcel nueve meses, desde el momento de los hechos, y los mismos se pueden requerir a partir de cumplir una cuarta parte de la pena impuesta.
Fuente 20minutos.es