Eloy Teruel obtuvo la primera medalla de España en los Campeonatos del Mundo de pista al ser bronce en la prueba de puntuación (clasificación completa). El murciano -plata en 2012-, que llegó a ser líder en la parte final, fue superado por el colombiano Edwin Ávila –ya campeón en 2011- y el neozelandés Thomas Scully que formaron el podio final, tras ganar vuelta en los últimos giros.
El ya exsubcampeón del mundo mereció mejor suerte por su valiente comportamiento en carrera. Y es que el español salió desde el principio a por todas y ya tras dos sprints colideraba la prueba con otros dos corredores, aunque pronto se vio que el colombiano Ávila quería reeditar tiempos pasados –fue campeón del mundo en 2011- y con otros cinco corredores ganaba rápidamente una primera vuelta.
El español no se rindió y junto al neozelandés, ganaba su primera vuelta tras el séptimo sprint. Los tres comenzaban a ser la referencia de la prueba, aunque Avila no quería sustos y en apenas diez giros más lograba una segunda vuelta que le daba tranquilidad.
La carrera entró en una fase de marcaje hasta que un ataque de King Lok Cheung (Hong Kong), que no llegaba a ganar vuelta, provocaba el contraataque del irlandés Martin Irvine y del propio Teruel que ganaban escalonadamente vuelta cuando apenas quedaban 18 para terminar.
El español pasaba a liderar la prueba, pero desgraciadamente de forma efímera ya que Ávila no se rendía y con un nuevo ataque, bien respaldado por Scully y otros cuatro ciclistas, volvía a coger el liderato ya de forma definitiva, mientras que el neozelandés apeaba al murciano de la segunda plaza del podio.
“Una medalla es siempre para estar contento”
“Una medalla es siempre para estar contento. Pero quería más, he jugado a ganar, y la pena es que no ha salido. Pero este año más, porque con la caída y la lesión en la mano me veía fuera del Mundial hace menos de un mes. Me ha faltado un poco de ritmo, tener la misma chispa que ellos. Y lo he tenido que compensar a base de pundonor, de esfuerzo. Y es que tenía que hacer dura la carrera porque era lo que me convenía”, comentaba Teruel. “De hecho, la media de 53 ratifica la dureza de esta puntuación”.
El murciano se vio ganador con esa segunda vuelta a falta de dieciocho para el final. “Sabía que tenía muchas posibilidades de ganar la carrera si lo conseguía, como me iba diciendo Sergi (Escobar), por lo que me he jugado el todo por el todo. Pero el colombiano venía detrás, con relevos y ya no ha habido nada más que hacer”. En cualquier caso, Teruel reconoce que “Ávila ha sido un justo ganador, porque iba muy fuerte y supermotivado por correr en casa. Con esta misma situación en otro velódromo habría podido ser distinto, pero es hablar por hablar”.
Teruel añade que “quizá la clave haya estado en esa primera vuelta que han ganado ellos y en la que no he podido estar. Desde el principio he intentado ganar vuelta pero no he podido y esa escapada se me ha ido. Pero no se puede decir que físicamente me haya afectado. De hecho, y a pesar de faltarme esa chispa que decía, he tenido mejores sensaciones que el año pasado, que acabé más tocado”, parta terminar añadiendo que “lo importante es estar en el podio, porque algún año terminaré ganando. Ya tengo plata y bronce, y… Pero ser favorito es muy complicado, ya que te marcan mucho y hay gente que hace su carrera soldado a ti”.
Leire Olaberria ha terminado en octava posición en la persecución individual del Mundial de Cali, con un tiempo de 3-40-069 (parciales de 1-14-919 y 2-26-123), en una prueba cuyo podio estaría formado por Joanna Rowsell (Gran Bretaña), Sarah Hammer (Estados Unidos) y Amy Cure (Canadá). “No era un objetivo en mente, pero estar entre las ocho primeras es para estar satisfechos”, comentaba el seleccionador, Salvador Meliá. Un buen test para la guipuzcoana, que mañana inicia su participación en el omnium: por la mañana (sesión de 12,00 a 15,35, seis horas más en España) competirá en vuelta lanzada y puntuación; por la tarde (18,30-22,15), en la eliminación.
Sobre la prueba, la vasca comentaba hace unos días verla “más abierta que nunca. En competiciones anteriores era cosa de tres, pero este año veo seis o siete corredoras con opciones de podio, por lo que será una competición muy táctica y espero poder jugar mis bazas y aspirar a estar en la lucha por las medallas”. En todo caso, las miradas estarán puestas, sobre todo, en la británica Laura Trott, la norteamericana Hammer y la australiana Annette Edmondson.
Por su parte, Unai Elorriaga ocupa la octava plaza tras la disputa de las tres primeras pruebas del omnium. El vasco suma 24 puntos, frente a los 12 del francés Thomas Boudat, los 16 del ruso Víktor Manakov y los 18 del holandés Tim Veldt.
La vuelta lanzada comenzaba con la octava posición para el vasco (13-414), en una prueba que dominaba claramente Ed Clancy (12-806, tres décimas menos que el segundo, Tim Veldt), dando muestra de unas aspiraciones… que no ratificó en la segunda prueba, la puntuación, que fue un recital de Elorriaga, aunque el francés Boudat le ‘birlase’ la victoria en el último sprint.
El español fue uno de los siete corredores que ganaron vuelta de forma escalonada –en el primer tercio de la prueba en el caso del vasco- y que vivieron un cerrado duelo en los siguientes sprints, aunque al final Boudat superaba a Elorriaga por un solo punto (35 a 34) con el danés Casper Von Folsach y el japonés Elya Hashimoto inmediatamente detrás (33 y 32 puntos). Un resultado que le daría el liderato provisional del omnium, con un punto sobre Veldt y Boudat.
Sin embargo, la eliminación supondría un grave traspié en las aspiraciones de Elorriaga ya que no se le vio cómodo y era eliminado a las primeras de cambio, terminando decimocuarto, un puesto menos de lo inicialmente establecido, al descalificar los jueces al belga Jasper De Buyst. La victoria era nuevamente para el francés Boudat, que pasaba a ocupar el liderato.
“Esta muy bien como lo ha demostrado en la puntuación. Pero el omnium no es una prueba sino seis y lo que prima es la regularidad, el no fallar en ninguna. Ha tenido algunos errores desde el principio y en la eliminación lo terminas pagando. La caída no es una excusa porque ya estaba fuera”, matizaba Meliá.
El fondista vasco afrontará mañana las tres pruebas restantes con el objetivo de recuperar plazas ya que el cuarto clasificado está a apenas tres puntos: en la sesión matinal la persecución, en la vespertina el scratch y el kilómetro.
Por su parte Tania Calvo y Helena Casas han finalizado su participación en el torneo de velocidad, que continuará mañana con las semifinales y finales, clasificadas en los puestos 12 y 22.
La alavesa marcaba el décimo tercer tiempo en los 200 (11-151), lo que le suponía una rival relativamente asequible en dieciseisavos, la cubana Lisandra Guerra. Y la verdad es que la española no tenía problemas para superarla y pasar a octavos, donde no le esperaba una perita en dulce: la alemana Kristina Vogel, autora del mejor registro.
Calvo caía ante la germana, pero tenía una nueva oportunidad en la repesca, aunque con otras rivales también bastante complicadas, la alemana Miriam Welte y la británica Jessica Varnish, que fue quien se llevaría el gato al agua. La española quedaba así en la duodécima posición final.
Por el contrario, Casas tampoco tenía problemas para pasar el corte –algo relativamente fácil ya que entraban 24 de las 25 contendientes- con un tiempo 11-627, aunque la rival de dieciseisavos, la china Tianshi Zhong, resultaba demasiado complicada para superarla. Al final, la misma plaza final para la catalana que en la clasificatoria: vigésimo segunda.
“Tania, muy bien. En el 200 se ha quedado a apenas dos décimas de la primera y eso quiere decir que va recortando diferencias respecto a las mejores. En la primera serie ha superado bien a la cubana, pero luego ante Vogel no había nada que hacer, aunque se lo ha peleado. En la repesca lo ha tenido muy cerca. Hemos hablado de lo que tenía que hacer y casi le ha salido. Lo mejor es que se ha mentalizado de que puede estar delante y espero que siga en esa línea. Por el contrario, a Helena no la he visto bien. Tiene mejores marcas incluso en este velódromo. Además se ha equivocado con el desarrollo”, era el análisis del seleccionador.
Hodei Mazkiarán lograba, ya por la tarde, el undécimo puesto en el kilómetro con un tiempo de 1-02-041 (parciales de 18-997, 32-532 y 46-770), en una competición en la que fue de menos a más. El francés François Pervis confirmaba su condición de nuevo rey de los velódromos llevándose su segundo oro de Cali, con un tiempazo de 59-385.
“Me ha sorprendido gratamente. El undécimo no parece un gran resultado. Pervis, aparte, le han sacado poco más de un segundo. Es en lo que me fijo, en las diferencias con los que son nuestros rivales en la velocidad por equipo y hemos estado ahí”, terminaba el técnico español.
Aparte del desarrollo de los dos omnium y del final del torneo de velocidad femenino, la jornada de mañana sábado, penúltima de los Campeonatos, estará marcada por el inicio de la velocidad masculina con la presencia de José Moreno y Juan Peralta. Por la mañana están programadas la clasificatoria de 200 metros, los dieciseisavos, los octavos y la repesca, todas a una manga; por la tarde, los cuartos, quedando para el domingo las semifinales y las finales.
La puntuación femenina, con la presencia de la debutante Ana Usabiaga, completa la participación española en esta jornada, ya en la sesión vespertina, como informa la RFEC.