4ª Vuelta España: Dani Moreno, en el Fin del Mundo; Nibali, rojo

La segunda etapa de Moreno en sus participaciones / Unipublic

Fernando Ferrari / Ciclo 21

Casi en el precipicio, en el abismo, en el fin de la tierra, del Mundo, en Fisterra en galego y en Finisterre en castellano, llegó, por fin una nueva victoria española en una gran vuelta, tras la del Giro de Intxausti y un yermo Tour de Francia. Y ha tenido que ser uno de los principales arietes del momento. Un escudero venido a más. Dani Moreno (5 junio 1981, Madrid), ya segundo en el Alto do Monte da Groba, no perdonó en la última meta gallega, en el fin del camino de muchos peregrinos que alargan su llegada a Santiago. Con permiso siempre de su jefe y amigo Purito, y en un terreno ideal para su ergonomía, Moreno soltó su estacazo en el kilómetro final, superó al siempre combativo Juan Antonio Flecha y ya nadie pudo con él. Ni tan siquiera el arreón poderoso de Fabian Cancellara fue capaz de alcanzar al último ganador de La Flecha Valona. Un Moreno que ya tiene dos etapas en la Vuelta y que a sus 31 años sigue puliendo su palmarés, al estilo de su compañero de habitación.

Y ese demarraje seco del suizo quizás, y sin querer, fue el culpable de que en el pelotón de los favoritos -esta vez sin víctimas de tronío- se cortara en dos y pillara al veterano y locuaz Chris Horner en la parte trasera y al que le faltó ese punto de gas para no desmembrarse. Seis segundos de diferencia entre el estadounidense y un Vincenzo Nibali que recupera el maillor rojo de líder -muy a su pesar-, como demuestra el hecho de que nada más acabar la etapa el siciliano abandonó la zona de meta. La organización tuvo que rescatarlo para cumplir con los protocolos del podio y ahora su equipo, el Astana, tendrá la responsabilidad de tener que controlar las escapadas que habrá de nuevo en la quinta jornada.

Como era de prever el último viaje por las Rías Baixas no supuso ningún sobresalto para nadie. Ni el muro del Mirador de Ézaro -que luce en su arcén una magnífica señal triangular con un 30% de desnivel- sirvió para revolucionar el pelotón. Sólo para que la fuga del día, integrada por el suizo Wyss, el francés Edet, el finlandés Veikkanen, el belga Vanendert y, de nuevo el danés Rasmussen -sin presencia de Euskaltel Euskadi y Caja Rural-Seguros RGA– se redujera más rápidamente. Edet aguantó hasta lo que pudo, antes del típico carrusel de ataques de hombres como Nerz, Luis León Sánchez, Flecha y el definitivo y letal de Moreno, que dio una enorme demostración de especialista en este tipo de escenarios. Otra baza para el Mundial de Florencia, si conserva energías hasta el 29 de septiembre en Florencia.

Pero para la cita toscana aún queda. Y lo más próximo es el quinto viaje entre Sober y Lago de Sanabria, en Zamora, en Castilla y león, lo que puede suponer siempre la presencia del viento y en un terreno ascendente, rompepiernas, pero que puede constituir una de las escasas opciones que tengan los rebuscados velocistas de esta edición.

http://youtu.be/y-JvFBwTrOE

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