España, 12ª potencia del Mundial de Richmond

No ha sido un gran Mundial para España

Nicolás Van Looy / Ciclo21

El ciclismo español ha sido, durante los últimos años, un poderoso Titanic que, a toda máquina, iba lanzado hacia el enorme iceberg que se erigía a su proa. Un iceberg que, gracias a los triunfos de nuestros más veteranos corredores en las más grandes citas del calendario internacional y de la casi garantía de medalla que suponía Alejandro Valverde en el Mundial, todos ignoraban y, pese al colosal tamaño del mismo, parece que esperaban que se derritiera como por arte de magia.

El problema es que el Mundial de Richmond ha supuesto el inevitable choque contra la mole de hielo y la apertura de una vía de agua que, hoy por hoy, parece irreparable sin dejar al buque en el dique seco durante una temporada. Es tan majestuosa la nave del ciclismo español, sin embargo, que incluso en este momento en el que se certifica su irreparable herida, ha conseguido, de nuevo, auparse hasta lo más alto de la clasificación de la UCI, en gran medida gracias al triunfo de Alberto Contador en el Giro de Italia y de la enésima genial temporada de Alejandro Valverde, que una vez más acaba el año como el mejor corredor del UCI World Tour. Y, además, un Movistar que volvió a colocarse en lo más alto del ranking por equipos.

El problema es que la tripulación al mando de la nave se ha sumido en una locura colectiva en la que parece que sólo el demoledor informe de daños de este recién terminado Mundial puede hacerles entrar en razón. El presente, con la vía de agua en un costado, comienza a evidenciarse preocupante, pero si no se pone rumbo a puerto de inmediato, el futuro pinta mucho más que negro.

El Mundial de Richmond estrenaba una nueva clasificación que, más allá del medallero de toda la vida, tenía que premiar a las mejores naciones merced a un sistema de puntos obtenidos en base a la actuación de toda la delegación a lo largo de las distintas pruebas del evento.

Holanda, con 545 puntos, ha sido la mejor selección a lo largo y ancho de todo el campeonato mundial, mientras que Francia ha sido segunda con 430 puntos y Australia, tercera con 425 puntos. España, mientras tanto, se ha visto relegada a una vergonzante 12ª posición después de haber sido capaz de obtener únicamente 150 puntos. Esta duodécima plaza supone verse por detrás de combinados, a priori, tan inferiores como Polonia (6ª), Bielorrusia (9ª), Eslovaquia (10ª) o Noruega (11ª).

El desastre español, sin embargo, no es el peor que podemos encontrar en esta clasificación, en la que Bélgica, una nación que se toma estas cosas muy a pecho, se sitúa 18ª con 105 puntos. Un Bélgica, por cierto, que lleva ya años en una situación muy parecida a la que se encuentra ahora España y que, a la vista de los resultados, podría servir de espeluznante ejemplo para los responsables del ciclismo español. Y no bastará con que cada uno de esos actores haga ese ejercicio tan nuestro de mirar hacia otro lado. El problema es estructural. El casco del barco está agujereado y si se va al fondo del mar, no se salvará nadie. La RFEC debe de tomar medidas urgentes, claro, pero también deben de hacérselo mirar los equipos, las territoriales, todos los implicados en la base y los propios corredores.

Este sistema de puntos es, no cabe duda, una gran radiografía del estado del ciclismo en cada país mucho más detallada de la que puede ofrecer un repaso al medallero, que sólo sería capaz de dar un diagnóstico respecto al talento sobresaliente que pueda albergar una nación. Un talento sobresaliente que no tiene porqué ser colectivo, sino que puede residir en una individualidad genial y ahí tenemos el ejemplo de Peter Sagan para atestiguarlo. En este sentido, Estados Unidos, con un total de seis metales (no se incluye aquí la prueba de contrarreloj por equipos comerciales), ha sido el país más laureado de Richmond, seguido de Alemania, con cuatro medallas y Francia, que también ha sumado cuatro.

CLASIFICACIÓN POR NACIONES RICHMOND 2015

MEDALLERO RICHMOND 2015