Uno de los anuncios de la UCI durante los pasados Mundiales de Richmond fue la nueva estructura del calendario de pista a partir de la temporada 2016-17, es decir después de los Mundiales de Londres (o de los Juegos Olímpicos de Río, a efectos prácticos).
Aunque hay algunos cambios en la clasificación y puntuación de las distintas pruebas, la principal novedad es la desaparición de la Copa del Mundo, una competición que no se parece en nada a la que se creó en la década de los noventa, con hasta cinco mangas por todos los continentes y un programa muy similar al de los Mundiales: en este 2015-16 sólo tres y en Colombia, Nueva Zelanda y Hong-Kong y con sólo las pruebas olímpicas.
De ahí que las Copas del Mundo dejen paso a las World Series, que pretenden recuperar ese espíritu, con seis pruebas en todos los continentes, pero sin la obligatoriedad de ir a todas, sino que sólo sumarían los tres mejores resultados.
Cada organizador podría ‘personalizar’ su programa, aunque reduciendo pruebas de tal forma que se desarrollaría la competición en sólo dos días -eligiendo la opción de viernes a sábado, por la tarde-noche, o sábado y domingo hasta mediada la tarde-, con el fin de reducir costes. Eso sí, cada prueba mundialista -las actuales, aunque el omnium podría ser revisado, y a las que se le sumaría la eliminación- estarían en un mínimo de dos de las seis World Series.
El proyecto está ya casi cerrado, aunque necesita plasmarse reglamentariamente en los próximos meses, en los que también se comenzará a trabajar para determinar esas primeras pruebas para la próxima temporada, que seguirían siendo en otoño e invierno.
La UCI pretende tener cerradas las sedes con ocasión del Mundial de Londres, el próximo mes de marzo.