Fue entre 1996 y 2012 cuando la estructura ciclista holandesa más longeva, aquella que echó andar en 1984 como el Kwantum-Decosol-Yoko y que hoy en día sigue viva bajo el nombre de LottoNL-Jumbo, cuando Rabobank se convirtió en uno de los nombres más conocidos dentro del mundillo ciclista. A nivel mundial, claro, la apuesta del banco neerlandés se conoció por su apuesta por el equipo profesional, pero lo que realmente hizo grande el binomio entre la entidad financiera y el ciclismo fue su apuesta por el ciclocross, el ciclismo de base, la pista, los equipos nacionales, las escuelas repartidas por todos los Países Bajos… es decir, por su apuesta integral por el deporte del pedal.
De la misma manera, cuando Rabobank decidió retirar su patrocinio al conjunto profesional tras un informe demoledor de la USADA –aunque más tarde quedaría demostrado que los directivos del banco conocían perfectamente todas las prácticas dopantes llevadas a cabo en el conjunto–, pocos se dieron cuenta de que su marcha se limitaba prácticamente a eso: al equipo profesional. El resto de su actividad en el ciclismo seguía en marcha. Por eso, la decisión anunciada en el rotativo De Telegraaf por el presidente de la Federación Holandesa de Ciclismo, Marcel Wintels, de que Rabobank dejará el patrocinio del ‘Development Team’ o equipo de desarrollo al final de la temporada 2016, ha caído como un jarro de agua fría en el ciclismo de aquel país.
El Rabobank Development Team es, a todos los efectos, un conjunto de la propia federación a través del cual se pretende el desarrollo de los jóvenes talentos del ciclismo holandés patrocinado por el banco y que ahora, salvo que los dirigentes federativos sean capaces de conseguir un nuevo patrocinador dispuesto a desembolsar la importantísima cantidad de dinero que inyectaba Rabobank –algo sobre lo que no son nada optimistas–, parece tener fecha de caducidad. Recordemos que la Federación se hizo cargo de este equipo en 2013 tras la desaparición del Rabobank Continental Team. De este equipo han surgido figuras del nivel de Thomas Dekker, Tom Dumoulin, Robert Gesink o Moreno Hofland o extranjeros como Rohan Dennis, Tejay van Garderen o Rick Zabel, entre otros muchos.
Por el momento, el banco no ha hecho públicos los motivos de esta retirada del patrocinio al equipo ciclista, si bien es cierto que ya en 2012 avisó de que su retirada del deporte del pedal sería paulatina ya que querían buscar otros vehículos con los que hacer llegar su marca a todos los públicos.
Ahora, claro, la gran duda –y enorme preocupación– en los Países Bajos radica en los dos patrocinios que quedan pendientes por despejar y de los que el banco no ha dicho absolutamente nada, aunque eso mismo se traduce en malos presagios ya que ambos finalizan en 2016. En primer lugar, preocupa enormemente el futuro del equipo Rabobank-Liv, una de las estructuras femeninas más longevas del pelotón. El banco ya reculó en 2012 tras anunciar que abandonaría el pelotón femenino al mismo tiempo que completaba su marcha del masculino, pero esta vez las cosas parece que podrían acabar de la peor manera posible. En segundo lugar, y no menos importante para el ciclismo neerlandés, tampoco se ha pronunciado la entidad financiera sobre su acuerdo de patrocinio a la propia federación y, por lo tanto, a todos los equipos nacionales y todas las actividades que la KNWU lleva a cabo para potenciar el ciclismo.
En caso de, como parece, el banco decida abandonar por completo el ciclismo, este deporte perdería, esta vez del todo, a uno de los patrocinadores que durante los últimos 20 años (desde 1996) más fuerte ha apostado por el ciclismo.