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Óscar Pujol participó en las tres carreras madrieñas del fin de semana © FMC
No es su principal disciplina, tampoco es un especialista, pero lo cierto es que Óscar Pujol siempre rinde cuando se monta en la bicicleta de ciclocross. La última muestra, este pasado fin de semana en la II Challenge Ciclocross Boadilla del Monte, donde logró imponerse en las dos pruebas, tanto el sábado como el domingo, y aún le quedaron fuerzas para acompañar a muchos compañeros en el Memorial Isabel Clavero, donde se coló en el top-10: ‘Me he encontrado muy bien físicamente en las tres competiciones, muy acoplado a la bici de ciclocross, y cada vez mejor en las curvas».
Desde el sábado, Pujol empezó a demostrar su nivel en Boadilla, en una carrera que empezó muy igualada pero que en la parte final le permitió escaparse en solitario en busca del triunfo. Al día siguiente, Óscar cambió la táctica para tratar de repetir triunfo: «Arranqué pronto, ya que quería no intentar sufrir con la acumulación de fatiga e intentar mantenerme concentrado y sin cometer errores para asegurar el tercer puesto de la Copa de la Comunidad de Madrid».
Pero Pujol es un corredor tan polifacético que no podía dejar pasar la oportunidad de hacer un pequeño paréntesis en el barro para volver al asfalto el sábado en Las Rozas, en el tradicional Memorial Isabel Clavero, el critérium que sirve para reunir a mucha gente del ciclismo y poner el broche a la temporada: «Es una tradición a la que no podía faltar, un evento como los de antes, de reencuentro y espectáculo, así que no me quise guardar muchas balas para el domingo». Tanto fue así que a pesar de su victoria por la mañana, se dedicó a disfrutar provocando algunos cortes para acabar en el top-10.
Todavía disfrutando del doblete conseguido en Boadilla, Óscar Pujol ya mira a los próximos objetivos: «Ahora toca pensar en Igorre y Valencia. El primero es un reto para mí, por ser un circuito muy técnico y presumiblemente con barro, pero a Valencia iré especialmente motivado ya que es un circuito en el que siempre pasa algo y se adapta bien a mis características. Los Nacionales aún quedan lejos y veremos cómo responde el cuerpo después de enlazar la temporada de carretera con el ciclocross. Hasta que el cuerpo aguante».
Esa es su filosofía de vida. Su espíritu inquieto le pide competición, y él le responde con victorias. «Para mí es un reto. Me muevo por motivaciones y competir en ciclocross me motiva a cuidarme como si estuviera en plena temporada. Veo que hay margen de mejora, y cada año me encuentro mejor, lo que hace que me aplique a tope». Una disciplina que este año ya le ha hecho levantar los brazos en cinco ocasiones (tres en carretera y dos en ciclocross).
Fuente @GoramaCycling
