Quieren dominar todos los campos y, para conseguirlo, han inventado un nuevo concepto de ciclismo. El Team Sky es el máximo exponente de la preparación más específica y computerizada de nuestro deporte. Gustará más o menos, pero la filosofía del conjunto inglés ha demostrado dar resultados y cada vez son más los equipos que, poco a poco, adoptan su forma de trabajo.
Tanta es su obsesión por la perfección y el conocimiento más profundo posible de los lugares donde se jugarán sus grandes objetivos, que durante estos días ya están realizando los primeros reconocimientos sobre el terreno de cara a las próximas ediciones de las dos grandes clásicas adoquinadas, es decir, la Vuelta a Flandes y la París-Roubaix.
Fue el lunes cuando los británicos desembarcaron en Bélgica para rodar sobre 110 kilómetros de la prueba flamenca. Sólo 24 horas después, sus maillots negros estuvieron presentes sobre 90 kilómetros del trazado del Infierno del Norte. Un total de siete corredores realizaron el reconocimiento de las dos carreras: Ian Stannard, Christian Knees, Gianni Moscon, Elia Viviani, Luke Rowe, Salvatore Puccio y Danny van Poppel. El nuevo y flamante fichaje del Team Sky Michal Kwiatkowski únicamente estuvo presente el lunes en tierras belgas.
Servais Knaven, director deportivo del Team Sky y ganador de la París-Roubaix en 2001, comentó que “en esta época del año, los corredores tienen tiempo suficiente para hacer muchas cosas. Cuanto más esperemos y más nos metamos en la temporada, este tipo de concentraciones se hacen más complicadas ya que el bloque clasicómano del equipo estará más disperso y centrado en sus respectivos objetivos. Además, estos días tenemos la oportunidad de encontrarnos los adoquines mojados, algo que es una gran oportunidad para probar las bicicletas específicas para este terreno con estas condiciones”.