Si hubiese que destacar un fin de semana por encima de todos los demás en cuanto a importancia dentro del calendario del ciclocross internacional, este en el que nos encontramos podría ser, sin duda, el elegido por muchos. Rivalizando con el domingo en el que se disputa el maillot arcoíris, el de esta semana supone toda una anomalía en la especialidad invernal del ciclismo: saltarán al barro todos los grandes nombres, pero no se enfrentarán entre ellos.
Europa pone en juego este fin de semana los títulos nacionales de ciclocross y, si nos debemos de fijar en lo que sucede más allá de nuestras fronteras y comenzar a sacar conclusiones de cara a la disputa del mundial, no nos queda más remedio que centrar nuestra mirada en Bélgica y los Países Bajos.
En la tierra de los tulipanes y los diques, Mathieu van der Poel, que ya ha demostrado que está en su mejor estado de forma, aparece como el gran –y casi único– favorito para una carrera en la que, si todo acontece de manera normal, sólo Lars van der Haar podría ponerle en apuros. Hace dos semanas Van der Haar se mostró más fuerte que su compatriota, es cierto, pero fue ese el único día en el que, de no haberse cruzado la mala suerte en su camino, dio la sensación de poder doblegar al portador del maillot arcoíris.
Sobre un circuito poco selectivo, todo indica que se tratará de una carrera rápida en la que, por lo tanto, Van der Poel será el gran favorito. Sólo un impresionante e imprevisto cambio en el tiempo podría añadir algo más de emoción a una carrera en la que el gran aspirante, Van der Haar, reconoce que “Van der Poel es, simplemente, mejor que yo” y que, por lo demás, parece que pasará sin pena ni gloria.
Las cosas tampoco pintan muy distintas en Bélgica… o sí. En realidad, depende de cómo lo miremos. Es evidente que para el triunfo en el nacional belga hay un corredor que destaca por encima de todos los demás en todas las apuestas: Wout Van Aert. Él se intenta quitar presión, pero parece muy complicado encontrar un escenario menos favorable para sus intereses: el de Lille es un circuito que se adapta perfectamente a sus características, tendrá el apoyo total del público y, sobre todo, en este momento no parece que haya ningún compatriota que pueda estar a su altura.
En su contra, claro, precisamente ese mismo favoritismo. A estas alturas del año, ha quedado más que demostrado que Van Aert sabe lidiar bien con la presión que eso supone, pero no olvidemos que nos encontramos únicamente en su segundo año como profesional –primero en términos absolutos– y que en un campeonato no existe lugar para el error. Frente a él, para complicar más las cosas, tendrá a… todos los demás. No hay ningún corredor, aparte de Van Aert, que ahora mismo pueda presumir de destacar sobre los demás. Por ello, los rivales del jovencísimo líder de las tres challenges, comenzando por Nys, saben que deberán de unir sus fuerzas para evitar una cabalgada en solitario desde el inicio que desbarate no sólo sus opciones sino también el espectáculo.
Lo único que parece meridianamente claro es que el domingo Klaas Vantornout deberá de dejar de vestir ese maillot tricolor de campeón de Bélgica con el que se ha convertido en el primer corredor de la historia que no ha sido capaz de conseguir ningún triunfo durante su periodo como campeón.
Pero, por detrás de esas luchas por el oro y el maillot nacional, tanto en los Países Bajos como en Bélgica tendremos que estar muy atentos a lo que pueden hacer los nombres menos conocidos ya que, a menos de 20 días para la cita mundialista, la formación de los combinados nacionales para Zolder están en juego y muchos serán los que se quieran dejar ver para conseguir una plaza.