Otra mala noticia, que se une la semana trágica que parece ha elegido al ciclismo como su principal víctima.
En esta ocasión ha sido el corredor leonés del Baqué-Campos Marcos González, que ha sido atropellado esta mañana por un coche mientras entrenaba en la ciudad de León, según informa su equipo.
Como consecuencia del mismo, Marcos sufre una fractura en el sacro que le va a obligar a guardar reposo y estar sin montar en bici varias semanas.
El joven ciclista del equipo vasco, ya en casa, tras el enorme susto y el paso por el hospital, explica que: “Yo estaba en la rotonda, ya la había hecho casi entera y cuando ya cogía la salida entró un coche que ni siquiera hizo amago de frenar, saltándose el ceda el paso, y me llevó por delante. Caí para el interior la rotonda, suerte que no venía nadie más y no me pasó nadie por encima”.
“La gente me ha auxiliado bien, enseguida y me han llevado al hospital de León, donde primero en las radiografías no se veía bien y luego me han hecho un TAC en el que han descubierto que tengo una fractura en el sacro. Ahora tengo que estar en reposo dos semanas y espero que en mes y medio, en principio, pueda volver a montar en bici”, comenta el leonés.
Nunca llegan bien estos accidentes, pero en el caso de Marcos es significativo que le haya ocurrido cuando estaba encontrando su mejor momento de forma: “Físicamente estoy hecho polvo, pero moralmente estoy muy fastidiado porque me estaba encontrando cada día mejor y, entre otras muchas cosas, a la Lieja no voy a poder ir, que era una de mis ilusiones”, comentaba apesadumbrado el ciclista del Baqué-Campos Team, que, pese a todo, tiene un enorme futuro por delante.