El mes de abril tendrá un sabor eminentemente español para Pablo Guerrero. El corredor malagueño de Coín se estrenará en su país este fin de semana, con la disputa del Gran Premio Miguel Indurain, el sábado, y la Vuelta a La Rioja al día siguiente. Dos pruebas para volver a coger el pulso tras su abandono en la Volta ao Alentejo.
Pablo hace balance del mes de marzo con sensaciones encontradas: “Trofeu Alpendre fue la primera después de Algarve, y con una participación ya más de nuestro nivel y sin equipos World Tour. Los recorridos eran muy rompepiernas y por tanto, me venían bien. Quizás faltó que se rompiera más, porque no soy un hombre rápido al sprint. En ambas etapas terminamos llegando delante unos 30 corredores, por lo que a la hora de disputar lo tuve muy complicado, pero las sensaciones fueron muy buenas y me vi delante en todo momento”, evoca.
Sin embargo, en Alentejo las cosas no fueron como se esperaba: “El primer día de Alpendre hubo una caída. A mí me pilló de refilón, pero un compañero se lesionó. Yo tenía pensado irme a Sierra Nevada para preparar el mes de abril, pero tuve que correr a última hora. Aun así lo vi bien, porque la competición siempre te da un buen punto”, explica Pablo. Pero todo se torció pronto: “Me puse enfermo, muy resfriado y con fiebre. Corrí el primer día y estuve 200 kilómetros persiguiendo, y en realidad el pelotón no iba muy fuerte, así que el problema era yo. Aguanté dos días más, pero los directores me dijeron que lo más inteligente era bajarse y recuperar”.
Y ahora, recuperado, espera volver al mejor nivel desde el sábado: “Voy con dudas porque no sé cómo es realmente mi estado. Sigo sin tener el golpe que tenía hace unas semanas”. Además, sobre todo en Indurain el cartel de participantes augura batalla: “Viene Sky con Landa, viene Movistar con Nairo, ‘Purito’ en Katusha, los Orica, Caja Rural… la carrera tiene un nivelazo, y además se verá por televisión. Va a ser un carrerón”, apunta antes de añadir: “Me hubiera gustado encontrarme mejor aquí porque es una carrera dura, de las que me vienen bien. De todas formas aquí espero coger el golpe de pedal, que el mes es largo y hay muchas pruebas que me gustan”.
Concretamente, Guerrero tendrá un abril lleno de carreras con G.P. Primavera en Amorebieta (día 10), la Vuelta a Castilla y León (15 al 17) y la Vuelta a Asturias (del 30 al 2 de mayo). En medio hay calendario elite en Portugal, aunque aún no es segura su participación. De todas ellas, lo que huela a final en alto es lo que mejor se le adapta y él lo sabe: “Veremos qué pasa con Castilla y León porque la idea de la Covatilla me gustaba mucho. Y el Acebo en Asturias es un puerto duro que me va muy bien. Pero mejor ir paso a paso”. Pablo, que cumple esta temporada su sueño de ser ciclista profesional, lleva diez días de competición en Portugal desde febrero. El sábado será su estreno en ‘casa’.
© Víctor Martín