El ciclista valenciano Adrián Palomares (De Rijke-Shanks) anunciaba anoche en su perfil de Facebook su retirada del ciclismo profesional, tras abandonar en la Vuelta a Portugal. «Quiero informaros de que hoy ha sido mi último día como ciclista profesional. Me hubiera gustado dejarlo ganando pero no ha podido ser. Atrás dejo años inolvidables para mí. Conseguí resultados que jamás me imaginé; tuve la suerte de dedicarme a lo que fue mi pasión, el ciclismo. Conocí países y culturas pero, sobre todo, hice grandes amigos que es lo mejor que me llevo de esto«.
Sin duda, el abandono en la ronda lusa ha sido decisivo en su decisión. «Había preparado como nunca en casa esta vuelta. Había entrenado muchísimo. Quizás me faltó competir más, pero ahora no es momento de buscar excusas. Hoy salí en la etapa super concentrado, cogí como muchas otras veces la fuga buena del día y no era nada fácil. Todo marchaba bien hasta que a mitad de etapa me di cuenta de que no podía seguir el ritmo ni de la fuga ni del pelotón posteriormente. Me ha dolido en el alma poner pie a tierra, pero mi cuerpo y sobre todo mi mente me decían basta. Me decían que hasta aquí.»
A sus 37 años su periplo profesional se ha caracterizado por su combatividad, su presencia en las fugas, lo que le valió conseguir en 2011 el premio de la combatividad de la Vuelta a España 2011. También logró la general del Trofeo Agostinho en 2001 y del GP Correios, en 2009. Su carrera se desarrolló entre España y Portugal, en equipos como el Carvalhelhos-Boavista, Kaiku, Fuerteventura-Canarias, Contentpolis-AMPO y el Andalucía-Cajagranada, para fichar este año por el De Rijke-Shanks holandés.
Tras dar las gracias a las tres personas más importantes en su carrera, Juan Campos, Jorge Quintana y David Bernabeu, Palomares terminaba diciendo que «dejo el ciclismo como profesión pero moriré siendo ciclista y a mucha honra».