Alberto Contador vuelve este domingo a la competición en el Criterium del Dauphiné, la carrera que utilizará para ponerse a punto de cara al Tour de Francia. Será su primera prueba después de ganar la Vuelta al País Vasco y está contento de cómo ha trabajado en este último periodo de tiempo.
Por otra parte, confirma su presencia en el Campeonato de España el próximo sábado 25 en la localidad alicantina de Cocentaina. Y vuelve a confirmar que 2016 no será su último año y que se encuentra «muy cerca» de cerrar las negociaciones con su futura escuadra y que haría oficial el 1 de agosto. De momento tiene encima de su mesa las ofertas de Lampre, Trek y el nuevo equipo de Riis, como ya avanzamos el mes pasado.
Datos que dio en la rueda de prensa a la carrera organizada por ASO antes de iniciar mañana el Critérium del Dauphiné y tras reconocer el recorrido de la cronoescalada inaugural, además de aprovechar el entrenamiento para ver el descenso del Joux Plane hasta la meta de Morzine, que será la penúltima etapa del Tour de Francia el próximo mes de julio.
-¿Cómo se encuentra después de estos dos meses sin competir?
-Bien y con ganas, que es importante. Mi última carrera fue la Vuelta al País Vasco y ya hace tiempo, pero eso me ha permitido descansar y entrenarme para el próximo Tour. Para el momento de la temporada en que estamos, me encuentro bien y espero que con esta carrera pueda dar al cuerpo el toque de forma que necesita.
-¿Cuál es el objetivo en el Dauphiné?
-El objetivo número uno es terminar en una buena condición física, listo para el Tour. Y luego, también hay etapas duras, etapas en las que se puede hacer algún test para ver el estado de forma respecto al de los rivales. Eso sí, en la clasificación general no pienso, ya veré cómo va la carrera y si estoy en una buena situación, desde luego me gustaría intentarlo, pero sé que eso supone un gran desgaste y voy a ir día a día.
-¿Puede contar lo que ha hecho durante estos dos últimos meses?
-Nada más terminar el País Vasco me tomé unos días de vacaciones, pero no porque estuviera cansado, sino porque sé que me vendrán bien para afrontar el stress y la presión del Tour de Francia. Después fui a reconocer las etapas de los Alpes del Tour y, finalmente, he hecho una concentración de tres semanas en el Teide, donde he entrenado mucho y, sobre todo, he hecho un trabajo de fuerza. Ahora quizás me falta algo de velocidad en las piernas, pero para eso estamos aquí.
-¿Qué tal es su experiencia con la altitud?
Mi experiencia reciente es buena. Sinceramente, el mayor beneficio que encuentro en el Teide, más que la altitud son las tres semanas de concentración, pensando solo en la bici, haciendo buenos entrenamientos, saber que el tiempo será siempre bueno, comer bien, darme masaje cada día y tener mucha tranquilidad. Creo que estas concentraciones me sientan bien por eso; en casa me cuesta más llevar la misma vida.
-¿El recorrido de mañana puede ser el primer test respecto a los rivales, es posible una victoria?
Mañana es un día bueno para hacer un test, pero por otro lado es el primer día de carrera y no sabes cómo responderá el cuerpo, no sabes cómo te vas a encontrar. La contra reloj es muy dura y se podrá ver quién está bien. Voy a apretar porque es bueno ir a tope, pero ya veremos qué sucede.
-¿Cuál es el plan hasta el Tour, después de terminar el Dauphiné?
-Al contrario que otras temporadas, este año haré el Campeonato de España de fondo, porque me viene bien para coger ritmo y también porque es otra carrera de un día con vistas a los Juegos Olímpicos.
-¿Cuál es su máximo rival en el próximo Tour?
-Habrá muchísimos rivales y a todos ellos hay tenerles el máximo respeto, pero si tuviera que elegir a dos, serían Froome y Quintana, este último porque es muy fuerte en la última semana y Froome, por supuesto, porque ya sabe lo que es ganar el Tour.
-¿Puede ser este su último año y, en tal caso, cambia en algo su perspectiva en los entrenamientos y en la forma de enfocar la temporada?
-Este año no será el último, eso lo puedo confirmar al cien por cien, y tampoco si lo fuera cambiaría nada. Siempre he sido muy profesional y muy exigente conmigo mismo y desde que pasé a profesionales he mantenido la misma regularidad y el mismo nivel de compromiso.
-¿Qué factores han influido para decidir continuar?
-Han sido varios, pero quizás el más importante ha sido el cariño del público, que he recibido a través de las redes sociales, en la calle, en las carreras y en todas partes. Todo eso que me han dicho me ha hecho reflexionar, además del hecho de que físicamente me encuentro mejor que nunca. Si en los entrenamientos hubiera visto que he bajado aunque fuera un 1 por ciento, la decisión hubiera cambiado. Pero si ves que superas tus récords en subida, te motivas, y si además tienes el apoyo de la familia, aunque para ellos sea también un sacrificio, al final decides continuar.
-¿Sabe en qué equipo correrá el año próximo?
-Lo sé solo al 20 por ciento de probabilidad. Estamos en contacto con varios equipos y tener varias posibles opciones también me hace estar motivado e ilusionado, pero en estos momentos lo que quiero es centrarme en las carreras y en trabajar por el sponsor que tengo hasta final de año, Tinkoff. Las negociaciones cada vez están más cerca de cerrarse, pero hasta el 1 de agosto no habrá nada oficial y mi objetivo seguirá siendo defender el equipo Tinkoff hasta el último día del año.
-¿Piensa en una temporada y luego en la posibilidad de otra o el plan es seguir dos temporadas?
-El plan es hacer dos temporadas más.
Anteriormente a la ronda gala dio sus impresiones en un comunicado oficial del equipo Tinkoff.
“Han sido unas últimas semanas de mucho trabajo, de intentar hacer una buena base, pensando siempre en el Tour de Francia”, dice Alberto Contador. “He hecho un trabajo sobre todo de fuerza y espero que todo vaya bien. El Dauphiné será importante para dar velocidad a las piernas, que será lo que más me faltará todavía, pero lo más importante es que no ha habido contratiempos y eso es siempre una buena noticia”.
-¿Cómo se plantea el Dauphiné este año?
-Como otros años, me lo planteo de manera algo diferente a las carreras del principio de temporada, porque el objetivo es poner el cuerpo a punto para el Tour de Francia. Por supuesto, ya hay mucho trabajo detrás y eso se verá, pero también habrá días duros en los que podré ver cómo estoy respecto a los rivales. Cuando termine el Dauphiné sabré si tengo que dar más intensidad a los entrenamientos o si debemos ir un poco más cautos.
-¿Qué tal es el recorrido de esta edición?
-Es muy, muy duro y exigente. Quizás llama la atención que la mayoría de los finales en alto no son muy duros, aunque a cambio están precedidos por otros puertos muy exigentes. Son finales al 5% o 5,5%, pero se llegará a ellos justos de fuerza. Y porque es un recorrido muy exigente cambia un poco la ‘obligación’ de disputar la carrera, porque no puedes desgastarte ni desgastar tanto al equipo. Habrá que ir día a día.
-A un mes del inicio del Tour de Francia, ¿cómo se ve respecto a otras temporadas?
-Me veo bien, con ganas e ilusionado. Todavía me falta para llegar a un estado óptimo de forma, pero así es como está planificado, porque todavía quedan 4 semanas para estar a tope. El Dauphiné es lo que me permitirá dar un punto de intensidad que me vendrá bien para el Tour. Y por supuesto que me siento mucho mejor que el año pasado. A estas alturas estaba destrozado, muy cansado a causa de las exigencias del Giro de Italia. Mis sensaciones son ahora mucho mejores.
-Tras el Dauphiné, ¿cuáles son los planes hasta llegar al Tour?
-Después del Dauphiné habrá que recuperar y en función de mis sensaciones, daremos más o menos intensidad a los entrenamientos. Me concentraré para seguir trabajando y la diferencia será que incorporaré el Campeonato de España en línea, pensando en el Tour y también en hacer una carrera larga de un día, como la de lo Juegos Olímpicos, aunque no sean comparables.