4ª Ruta Sur: Soler se estrena y Quintana asusta

Marc Soler ha estrenado hoy su palmarés profesional / © Route du Sud

Nicolás Van Looy / Ciclo21

La última vez que Nairo Quintana (Movistar) se impuso en la Ruta del Sur corría el año 2012 y el colombiano no había debutado todavía en una carrera de tres semanas. Unos meses más tarde aquel año disputaría la Vuelta a España y acabaría en 36ª posición en una edición que se disputaron su compañero Alejandro Valverde y Alberto Contador, para el que acabó siendo el triunfo final.

Un año después, Quintana maravilló al mundo ciclista confirmando, con un segundo puesto en el Tour de Francia, lo que muchos ya habían previsto. Ayer, el colombiano barrió en la contrarreloj la especialidad en al que, sobre el papel, es menos brillante. Hoy, en su territorio, la alta montaña, Quintana ha asegurado, aunque sea de forma virtual, su segundo entorchado en la Ruta del Sur después de superar una jornada complicadísima tanto en lo orográfico como en lo meteorológico de una forma sobresaliente. Y no tanto –que también– por su actuación individual sino, sobre todo, por la sensación que el conjunto Movistar ha dado durante una jornada en la que el Tourmalet fue el gran juez y Couraduque el fin de fiesta.

Todos y cada uno de los kilómetros que el pelotón internacional viene pedaleando desde el pasado Dauphiné se deben de leer, claro está, en clave de Tour de Francia y la Ruta del Sur no se escapa a ello. Chris Froome, el británico que será, de nuevo, el gran hombre a batir a partir del próximo día 2 de julio mete miedo por su indudable calidad, pero también por el poderoso equipo Sky que le rodea, una máquina especializada en minar la moral de sus rivales, incapaces de poner contra las cuerdas a su jefe de filas, siempre protegido por su guardia de corps. Movistar, hoy, ha dado una réplica perfecta. Hasta cinco hombres han sido capaces de coronar el Tourmalet acompañando a su jefe de filas y dando, además, la sensación de un control absoluto sobre la situación.  Y ese, el del equipo, podría ser el gran talón de Aquiles del tercero en discordia: Alberto Contador, al que parece que el Tinkoff no es capaz de rodear de la misma manera que hace el Sky y Movistar con Froome y Quintana, respectivamente.

Por lo demás, la jornada de hoy en la Ruta del Sur ha estado protagonizada por las adeversas condiciones climáticas. Las mismas que han puesto en muchísimas dificultades a los participantes de la Quebrantahuesos que, a la misma hora, se disputaba no muy lejos. Lluvia, algo de nieve y, sobre todo, muchísimo frío han sido los ingredientes que, por un lado, preocupaban y, por otro, han hecho que los corredores se tomaran la cosa con las lógicas precauciones y –perdón por la expresión– calma que tener el Tour de Francia a la vuelta de la esquina exigen.

Ya en la última subida, Quintana volvió a tirar de su equipo. Primero, fue su hermano Dayer el que endureció el ritmo hasta vaciarse. Luego, fue José Joaquín Rojas, impresionante en su labor de escudero y, por último, un Marc Soler que se deshizo de aquellos que iban disimulando, mejor o peor, que iban al límite. Con ellos, sólo aguantaron Mikel Bizkarra (Euskadi-Murias), Nicolas Edet (Cofidis), Hugh Carthy (Caja Rural) y el incombustible e inconfundible Thomas Voeckler (Direct Energie). Sergio Pardilla (Caja Rural) hacía todo lo posible por engancharse a ese grupo, pero cada vez que alcanzaba la rueda de Voeckler, que siempre cerraba el grupo –más sabe el Diablo por viejo que por Diablo– no tenía más remedio que dejarles marchar.

Y entonces, a dos kilómetros de meta, sucedió lo increíble –y preocupante para sus rivales–. Marc Soler, el hombre que había hecho toda la subida para Quintana, respondió a un ataque de Carthy y, con el visto bueno del colombiano, dio continuidad al acelerón para marcharse en solitario hacia la meta.

Por detrás, el líder se convirtió en secante. Reventaron Edet y Voeckler cuando Carthy, testarudo británico que aspira a mucho en esto del ciclismo, no se daba por vencido y, aunque demasiado tarde, intentaba cerrar el hueco con Soler. Con Quintana soldado a su rueda, el de Caja Rural no se dejaba amilanar por la mala compañía. Soñaba con la machada, claro, pero la realidad es muy testaruda en esto del ciclismo.

Soler se anotaba en la cima su primer triunfo como corredor profesional –con permiso del siempre complicado de clasificar en este sentido Tour del Porvenir– como una prueba y Quintana se aseguraba, salvo enorme sorpresa en forma de desgracia en la última jornada de mañana, su segundo triunfo en la Ruta del Sur. Y tanto Quintana como el resto de su equipo dejaban sobre la mesa sus cartas de presentación como grandes rivales de Froome y Sky en el próximo Tour de Francia.

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