“Faltando seis kilómetros comencé a notar sensaciones raras y cuando el terreno se hizo más duro me sentí mal”. Lo dijo casi de corrido. Con esa cara de póker a la que nos habíamos acostumbrado durante los cinco años anteriores. La misma que gastó durante un lustro subido a lo más alto del podio de París, que todavía no se instalaba en el centro de los Campos Elíseos ni requería un equipo de ingenieros para su montaje. La misma, casi, que usaría meses más tarde para decirnos que se iba. Que lo dejaba. Que hasta aquí hemos llegado. Y así, con esas palabras y con ese no-gesto, Miguel Induráin, el hombre que mantuvo a España sin su siesta estival julio tras julio entre 1991 y 1995, nos despertaba del sueño que, hasta ese 6 de julio de 1996, víspera, quizás, del San Fermín más triste de la historia allá en Pamplona, habíamos vivido casi sin darle importancia, como él hacía. Induráin ha ganado otro Tour, decíamos cuando llegaba el final de julio. Vale. Perfecto. Es lo normal. Y esa, la de la normalidad, fue su seña de identidad. Su firma. Su impronta antes de que llegara una nueva época de guardaespaldas, de mercadotecnia, de postureo y de mentira.
Una mentira que, quizás, ya llevaba tiempo escribiéndose, pero que saltaría por los aires tiempo después cuando Bjarne Riis, vencedor final de aquel Tour, reconoció que lo había hecho dopado utilizando, entre otros, una EPO comprada por él mismo, administrada por el mismo y ocultada por él mismo sin que nadie en Telekom supiera nada. Quizás, sabiendo lo que se sabe ahora, las explicaciones de Miguel Induráin aquella noche en Les Arcs, donde se dejó cuatro minutos respecto a Luc Leblanc (Polti), vencedor en la primera etapa alpina del año, adquieren, como más de un periodista defiende, otro significado mucho más allá del que en ese momento entendimos todos. Hablaba Miguelón del momento en el que intentó soldarse a la rueda del suizo Alex Zülle (ONCE): “intenté cogerle, pero metió un par de piñones más y me soltó”. El doble sentido, si lo tuvo, de aquellas palabras, insisto, se podría entender desde el conocimiento actual. Nunca en ese momento quiso El Extraterrestre arrojar dudas públicamente sobre el rendimiento de sus rivales. Para él, todo se debió al mal tiempo que había venido sufriendo desde el la Grande Boucle partiera, seis días antes, desde Bolduque. “Seis días con agua son muy pesados para mí, porque muscularmente te quedas un poco gastado”.
Ese día, con todo un Tour por delante, las opciones de convertirse en el primer hombre en alcanzar los seis triunfos en la más importante carrera ciclista del mundo, se desvanecieron. “Todavía queda mucho Tour”, decía el navarro, pero todo pintaba mal. Muy mal. Un día más tarde, en la cronoescalada a Val d’Isère, Induráin no fue el mejor, pero un rayo de esperanza atravesó España entera. El navarro mantuvo el tipo entre los mejores y no estuvo lejos de Berzin (Gewiss-Playbus) vencedor ese día y líder de la carrera, aunque se dejó otro minuto más. Pero aquello no fue más que un espejismo. El mismo que hizo mantener la esperanza camino de Sestriere en una jornada recortada por el mal tiempo en la que Bjarne Riis (Telekom) se colocó líder. Un amarillo que no volvería a soltar. Un amarillo que afianzó más tarde en los Pirineos, aquellas montañas llenas de aficionados españoles que, con el corazón en un puño, asistieron en primera fila al hundimiento definitivo de la era Induráin.
A Miguelón le quedó todavía un momento de gloria: la visita-homenaje que el Tour hizo a Pamplona, pasando por su pueblo natal de Villaba. Aquella jornada supuso el epílogo a un reinado que, tal día como hoy de hace 20 años, comenzó a desvanecerse. Una época gloriosa que se nos escurrió entre los dedos aquel 6 de julio de 1996. El final, quizás, de la edad de la inocencia del ciclismo. Han pasado 20 años. Los españoles han ganado, desde entonces, cuatro Tours con Pereiro en 2006, Contador en 2007 y 2009 y Carlos Sastre en 2008. Además, después de que el navarro dijese au revoir al ciclismo, el ciclismo español ha sumado diez puestos de podio (sin contar los triunfos ya mencionados). Pero, de alguna manera, hoy hace 20 años que despertamos del sueño.
Actuaciones españolas en el Tour tras la retirada de Miguel Induráin
Año | Ganador | Mejor Español | Etapas | Líderes | Otros |
1997 | Jan Ullrich | Abraham Olano (4º) | 0 | 0 | |
1998 | Marco Pantani | – | 0 | 0 | Todos los españoles se retiraron tras los acontecimientos derivados del “Affaire Festina” |
1999 | Lance Armstrong | Fernando Escartín (3º) | David Etxebarría (12ª y 16ª) y Fernando Escartín (15ª) | 0 | Banesto y ONCE fueron los mejores equipos |
2000 | Lance Armstrong | Joseba Beloki (3º) | Javier Otxoa (9ª) y Chente García Acosta (12ª) | 0 | Francisco Mancebo fue el mejor joven y Kelme-Costa Blanca el mejor equipo (Banesto fue 3º) |
2001 | Lance Armstrong | Joseba Beloki (3º) | Roberto Laiseka (14ª) | 0 | Óscar Sevilla fue el mejor joven seguido de Francisco Mancebo y Kelme-Costa Blanca fue el mejor equipo seguido de ONCE |
2002 | Lance Armstrong | Joseba Beloki (2º) | Óscar Freire (2ª), ONCE-Eroski (4ª) | Igor González de Galdeano (7 días) | ONCE-Eroski fue el mejor equipo. |
2003 | Lance Armstrong | Haimar Zubeldia (5º) | Iban Mayo (8ª), Juan Antonio Flecha (11ª), Carlos Sastre (13ª) y Pablo Lastras (18ª) | 0 | Mikel Astarloza (2º) y Juanmi Mercado (3º) subieron al podio de la clasificación al mejor joven. iBanesto (2º) y Euskaltel (3º) hicieron lo propio en la general por equipos. |
2004 | Lance Armstrong | Francisco Mancebo (6º) | Aitor González (14ª) y Juanmi Mercado (18ª) | 0 | |
2005 | Lance Armstrong | Francisco Mancebo (3º) | Óscar Pereiro (16ª) y Marcos Serrano (18ª) | 0 | Óscar Pereiro fue 2º en la montaña y Alberto Contador acabó 2º en la general de los jóvenes. |
2006 | Óscar Pereiro | Óscar Pereiro (1º) | Óscar Freire (5ª y 9ª), Juanmi Mercado (10ª) y Carlos Sastre (17ª) | Óscar Pereiro (7 días) | Carlos Sastre acabó 3º en la general. David de la Fuente fue 2º en la montaña y se llevó la combatividad. |
2007 | Alberto Contador | Alberto Contador (1º) | Alberto Contador 14ª | Alberto Contador (4 días) | Carlos Sastre acabó 3º en la general. Alberto Contador fue, también, el mejor joven. Ametx Txurruka (3º mejor joven) se alzó con el premio a la combatividad. |
2008 | Carlos Sastre | Carlos Sastre (1º) | Alejandro Valverde (1ª y 6ª), Luis León Sánchez (7ª), Juanjo Cobo (10ª), Óscar Freire (14ª) y Carlos Sastre (17ª) | Carlos Sastre (5 días) | Óscar Freire se llevó el maillot verde y Carlos Sastre el de la clasificación de la montaña. |
2009 | Alberto Contador | Alberto Contador (1º) | Luis León Sánchez (8ª), Alberto Contador (15ª), Mikel Astarloza (16ª), Alberto Contador (18ª) y Juanma Gárate (20ª) | Alberto Contador (7 días) | Egoi Martínez fue el mejor escalador |
2010 | Andy Schleck | Samuel Sánchez (2º) | Joaquim Rodríguez (12ª) | 0 | Caisse d’Epargne fue 2º en la general por equipos |
2011 | Cadel Evans | Samuel Sánchez (5º) | Luis León Sánchez (9ª) y Samuel Sánchez (12ª) | 0 | Samuel Sánchez fue el mejor escalador |
2012 | Bradley Wiggins | Haimar Zubeldia (6º) | Luis León Sánchez (14ª) y Alejandro Valverde (17ª) | 0 | |
2013 | Chris Froome | Joaquim Rodríguez (3º) | 0 | 0 | |
2014 | Vincenzo Nibali | Alejandro Valverde (4º) | 0 | 0 | Joaquim Rodríguez fue segundo en la clasificación de la montaña |
2015 | Chris Froome | Alejandro Valverde (3º) | Joaquim Rodríguez (3ª y 12ª) y Rubén Plaza (16ª) |