ACTUALIZACIÓN 10/8/2016
La historia es de sobra conocida y, a la vez, una de esas que se infla como un globo ante la inminencia del inicio de unos Juegos Olímpicos, pero que se desvanece una vez que la llama ha prendido en el pebetero y la atención se centra en los logros de los atletas y de los ciclistas sobre, en este caso, el asfalto, pero el affaire Armitstead (noticia original más abajo) sigue provocando todavía reacciones en el mundillo ciclista.
El último en sumarse a la ola de reacciones ha sido el también británico y portador del maillot amarillo durante unos días en el pasado Tour de Francia, Mark Cavendish, que ha asegurado que el lío en el que se ha metido su compatriota es enteramente responsabilidad de la corredora aunque, a la vez, asegura creer en su inocencia. Concretamente, el velocista del Dimension Data aseguró en una entrevista al canal Sky Sports: “¿se dopó? No. No creo que lo hiciera. ¿Fue un error administrativo? Sí, lo fue. ¿Fue culpa suya? Absolutamente, sí”.
Cavendish explicaba que “seguramente la mayoría de los deportistas tendrán un ‘no presentado’ porque hasta que te ocurre por primera vez eres un poco pasota, pero ¿tres? Creo que ella misma podría haber evitado el lío en el que se ha metido”.
Cabe recordar en este sentido que el propio Cavendish protagonizó un ‘no presentado’ antes de iniciar la disputa del Giro de Italia de 2011. El británico no recordó actualizar su paradero en el ADAMS después de viajar al Monte Etna para protagonizar una grabación para un programa de televisión. En este sentido, el de la Isla de Man asegura que “por propia experiencia sé lo complicado que es mantener actualizados tus paraderos, pero tengo una alarma programada en el móvil a las seis de la tarde y mi mujer también tiene una alarma en su teléfono y ha convertido en una costumbre preguntarme todos los días a las seis `¿has actualizado tus datos?’. Estos días sé que voy a estar en la Villa Olímpica. Eso no va a cambiar en la próxima semana, pero pese a ello, mi mujer me lo sigue preguntando todos los días a las seis de la tarde”.
ACTUALIZACIÓN 3/8/2016
Tras haberse conocido ayer (noticia original más abajo) que la actual campeona del mundo, la británica Lizzie Armitstead, había sido exonerada por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) de una sanción de cuatro años por no haberse presentado a tres controles en un plazo no superior a doce meses tal y como marcan las normas de la Agencia Antidopaje del Reino Unido (UKAD), la medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 ha sido el blanco de las iras de la mayor parte del pelotón en el que compite, en el que sus rivales han aprovechado la más que polémica decisión del TAS para cargar muy duramente contra su ‘compañera‘.
Decía Thomas Fuller, un clérigo y escritor británico que vivió entre 1610 y 1661, que “si no tienes enemigos es señal de que la fortuna te ha olvidado” y lo cierto es que, si hacemos caso a las reacciones que a través de las redes sociales ha merecido la decisión sobre el Caso Armitstead por parte de sus compañeras en el pelotón, la portadora del maillot arcoíris tiene una enorme fortuna.
Una de las más duras fue Ferrand-Prévot, que aseguró que la situación era “sencillamente vergonzosa”. Katie Compton, la gran dominadora del panorama del ciclocross americano (ha ganado el nacional cada año desde 2004 hasta la actualidad), puso muy en duda la versión de Amitstead sobre olvidos y malos entendidos con el sistema ADAMS. “Yo la he cagado con mis localizaciones tres veces en 13 años. Hacerlo dos veces en un año te estresa lo suficiente como para que no te pase una tercera vez”.
También los hay quien, como la ex corredora Jenny Copnall, no se explica por qué, si el fallo de procedimiento en el primer control fue tan claro, “no argumentó en su contra en ese momento. Sin duda, yo lo hubiese hecho”.
Pero, sin duda alguna, la gran pelea llegó cuando el corredor del Sky Phil Deignan, prometido de Armitstead (se casarán este mismo verano) entró al trapo del primer comentario de Ferrand-Prévot con el siguiente tuit (posteriormente borrado): “tener una aventura con un hombre casado y con hijos también es vergonzoso”.
Sea como fuere, todos estos comentarios y reacciones en las redes sociales no son más que la parte más mundana de un affaire que tiene ha dejado con cara de sorpresa a casi todos y ha puesto muy en tela de juicio el sistema británico antidopaje. Así, la propia UKAD ha emitido un comunicado en el que, tras asegurar que “respeta el veredicto del TAS”, explica que “cuando la UKAD informa de un fallo en la localización de un atleta, este tiene la oportunidad de apelar esta decisión antes de que esta sea confirmada. Es sólo cuando el atleta comete este error en tres ocasiones en el plazo de un año cuando se abre un procedimiento para determinar si el atleta ha violado el artículo 2.4 del Código Mundial Antidopaje”.
Dicho todo ello, la UKAD añade que “Armitstead decidió no apelar el primer y el segundo fallo en sus localizaciones en el momento en el que se produjeron y en la audiencia ante el TAS apeló contra la primera (…). Ahora estamos esperando la decisión razonada del TAS sobre el motivo que le llevó a desestimar ese primer fallo”.
Así mismo, la UKAD responde en este comunicado a otra de las grandes preguntas que rodean a este caso: ¿por qué se mantuvo en secreto durante todo este tiempo?. Según la agencia británica “es importante recalcar que nunca haremos públicos detalles o nombres relativos a una suspensión temporal hasta que no haya quedado demostrada una violación del código antidopaje, momento en el que el nombre del deportista será publicado en nuestra web. Esto se hace así para asegurar la privacidad de todas las personas involucradas en el caso y para asegurarnos de que el caso de se ve afectado por prejuicios”.
En declaraciones a Cyclingnews, un portavoz de la UKAD pone en duda la explicación de la corredora que ha llevado al TAS a anular la primera prueba ya que “todos los funcionarios de la UKAD son instruidos para realizar su labor. Harán todo lo que esté en su mano por asegurarse de que un ‘no presentado‘ se determina con toda la integridad necesaria”.
Muy interesante en este sentido es el dato que explica la UKAD en cuanto al procedimiento de localización de atletas. Así, asegura que “en el caso de que el funcionario deba de localizar a un atleta a través de la recepción del hotel, ya no estamos hablando de un control por sorpresa, sino de un control anunciado, por lo que se debe de proceder a realizar un nuevo control en una fecha posterior”.
Otra de las grandes dudas motivo de polémica en este caso es conocer cuál fue exactamente el papel de British Cycling en la defensa de la corredora. Mientras que el Daily Mail, medio que descubrió el affaire, asegura que la defensa de la corredora estuvo de alguna manera tutelada y patrocinada por la federación británica, esta se ha desmarcado del asunto asegurando que “hemos destinado fondos a la defensa de la corredora, pero hemos buscado nuestro propio consejo legal por si se hubiera dado el caso de que la apelación hubiese sido desestimada por el TAS, lo que nos habría obligado a seleccionar a otra corredora para Rio”.
Pese a que esto significa que British Cycling niega las informaciones del Daily Mail, la duda sigue pendiente ya que en su comunicado, la propia Armitstead agradece “la ayuda y apoyo que he recibido por parte de British Cycling”. Además, la federación no ha negado que su equipo, centrado en la situación legal de cara a la cita olímpica de Río de Janeiro, compartiera información con los abogados de la campeona del mundo, lo que supondría un claro conflicto de intereses.
El último en sumarse a la difusión de comunicados tras un largo y extraño silencio ha sido el equipo de Armitstead, el Boels-Dolmans holandés, que se ma mostrado «aliviado por la resolución adoptada por el TAS» y añade que «apoyamos la postura de la corredora y creemos firmemente que no hubo ningún tipo de intencionalidad en el error cometido por Amitstead». El conjunto de la campeona del mundo también explica que «no hicimos ningún comentario sobre el caso porque se trataba de un caso judicial abierto. La normativa de la UCI no obliga a los equipos a hacerlo y siempre creímos que lo mejor para la corredora y el equipo era dejar que el TAS se pronunciase antes«.
No cabe duda de que gran parte de todos estos interrogantes podrán obtener respuesta una vez que el TAS haga público su razonamiento respecto al caso.
2/8/2016
Increíblemente difícil era la papeleta que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) tenía sobre la mesa en el caso de Lizzie Armitstead, la actual campeona del mundo se enfrentaba a una sanción de cuatro años después de no haberse presentado a tres controles antidopaje en un periodo no superior a los doce meses, lo que llevó a la Agencia Antidopaje del Reino Unido (UKAD) a suspender a la corredora el pasado día 11 de julio, tal y como ha publicado hoy en exclusiva el Daily Mail. Sin embargo, Armitstead apeló contra este decisión con los servicios de un gabinete legal aportado por British Cycling con la doble intención de evitar esa sanción de cuatro años y poder estar en los inminentes Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
El recurso presentado el pasado día 21 de julio ha servido para que el TAS dictaminara la invalidación, por errores administrativos, del primer intento fallido de localización de la atleta, ocurrido el 20 de agosto del pasado año 2015 y que fueron seguidos por los ocurridos los días 5 de octubre de 2015 y 9 de junio de 2016.
Recordemos que la sanción de cuatro años llega a consecuencia del incumplimiento de la obligación de estar localizable en tres ocasiones durante un periodo no superior a doce meses, por lo que la anulación de una de esas incomparecencias sería suficiente para acabar con el caso.
Según la sentencia del TAS, que ha hecho suyas las alegaciones de la corredora, ese primer intento se produjo mientras la corredora se encontraba en el hotel donde se hospedaba el equipo británico durante la prueba de la Copa del Mundo en Suecia. Según el TAS, el funcionario de la UKAD encargado de ese control no siguió los procedimientos adecuados para poder considerar que hizo esfuerzos razonables para localizar a Armitstead. Así mismo, y en esta misma postura, el TAS entiende que no hubo negligencia por parte de la corredora y que siguió los procedimientos adecuados para dar a conocer su ubicación.
Además, el TAS recuerda que Armitstead fue sometida a un control antidopaje al día siguiente con motivo de la competición en Suecia y que el resultado de ese control no fue anómalo. Por todo ello, el jurado de expertos independientes reunidos por el TAS llegó a la conclusión unánime de que era necesario exonerar de responsabilidad alguna a la corredora.
Al parecer, todo el problema se inicia cuando el funcionario de la UKAD no explica con claridad al personal de la recepción del hotel el motivo por el que solicita el número de habitación de Armitstead a las seis de la mañana, por lo que el recepcionista se negó a facilitar dicha información de uno de sus huéspedes. Acto seguido el mismo funcionario intentó localizar a la corredora británica llamando a su móvil, que en ese momento se encontraba en ‘modo silencio’ mientras ella dormía. Siempre según el razonamiento del TAS, el encargado del control no realizó ningún otro intento por localizar a la corredora y la UKAD lo consideró como un ‘no presentado’.
Tras conocer la resolución del TAS, Armitstead ha hecho público un comunicado en el que asegura que “siempre he sido y siempre seré una atleta limpia”. Además, añade que se encuentra “satisfecha por la decisión del TAS (…). Este asunto ha sido cosa de la propia Administración y ha ocurrido a causa de que la UKAD no ha seguido sus propias reglas ya que no hicieron todos los esfuerzos necesarios para contactarme a pesar de saber perfectamente dónde estaba”.
La actual portadora del maillot arcoíris asegura que “deberían de existir protocolos más claros para aquellos encargados de realizar los controles y me gustaría trabajar junto a la UKAD para explorar cómo podríamos afrontar esta cuestión en el futuro. Mientras tanto, espero que la UKAD pueda ahora volver a ocuparse del importante trabajo de asegurarse de que todos los atletas están limpios y que los de Río son los Juegos limpios que todos queremos”.
En este comunicado, además, Armitstead se responsabiliza por los otros dos controles a los que no acudió. En cuanto al ocurrido el pasado mes de octubre la campeona del mundo asegura que fue debido a un error del programa ADAMS, que no actualizó los datos introducidos por la corredora, algo que ella no ha recurrido. En cuanto al de junio de este mismo año 2016, Armitstead ha reconocido que “se debió a que no actualicé los datos en el ADAMS después de haber tenido un cambio de planes urgente debido a un serio problema de salud de un familiar”.