En Río de Janeiro la pista ha tomado ya el relevo de la carretera en el programa olímpico y poco a poco los que estos días han sido los protagonistas del ciclismo en los Juegos Olímpicos van poniendo rumbo a casa. Greg Van Avermaet (BMC), flamante campeón olímpico de fondo en carretera completó ayer su primer entrenamiento en Bélgica viéndose obligado a parar cada pocos metros para firmar autógrafos y hacerse las fotos de rigor. Fabian Cancellara (Trek-Segafredo) se despertará hoy en Brasil con la resaca de su oro obtenido ayer y, junto al resto de contrarrelojistas, abandonará la Villa Olímpica en las próximas horas o días.
El ciclismo, por lo tanto, vuelve a sus quehaceres habituales después de esta anomalía cuatrianual que supone la disputa de los Juegos Olímpicos y esa rutina pasa, evidentemente, por fijarse en el próximo gran objetivo del año: la Vuelta a España. La última de las carreras de tres semanas del calendario, que siempre se caracteriza por ser la menos predecible de todas, aporta este año un punto más a las siempre enormes dudas que surgen a la hora de adjudicar favoritismos.
Sabido es que la Vuelta a España es una carrera en al que siempre surge una sorpresa en forma de nueva figura que protagoniza buena parte de la carrera y consigue, a veces más y otras menos, poner en aprietos a los grandes jefes de filas. El último ejemplo lo tenemos en un Tom Dumoulin (Giant-Alpecin) que se destapó hace ahora un año y que cerca estuvo de dar la campanada. Además, la mezcolanza de especialistas que llegan a la partida divididos entre aquellos que llevan toda la temporada pensando en la ronda española como objetivo y aquellos que encuentran en ella una tabla de salvación tras sufrir caídas o lesiones en el Tour hacen que las apuestas de cara al podio de Madrid suelan ser de las más rentables de todo el calendario.
Y por si todo esto fuera poco, este año se une a la ecuación una incógnita más: ¿cómo afectarán los Juegos Olímpicos a los aspirantes? Por el momento, es complicado poner nombres propios a todas estar circunstancias porque muchos de los equipos participants todavía no han confirmado sus ‘nueves‘, pero vamos a hacer aquí un ejercicio de reflexión dando por sentados algunos supuestos en la configuración del pelotón que a estas alturas y tras las palabras de sus protagonistas, parecen casi seguros.
En primer lugar, nos encontramos con aquellos corredores que se han centrado en la Vuelta a España como uno de sus grandes objetivos. Es decir, aquellos que no estuvieron en el Tour de Francia y, por lo tanto, han podido preparar la ronda española pautando sus entrenamientos a conveniencia y marcándose el calendario que han considerado ideal para sus intereses. Los colombianos Súperman López (Astana) y Esteban Chaves (Orica-BikeExchange), el francés Jean-Christophe Peraud (AG2R-La Mondiale) junto al español Samuel Sánchez (BMC) aparecen como los máximos exponentes de este camino. Los sudamericanos sí estuvieron en los Juegos Olímpicos mientras que el corredor del BMC no viajó a Brasil y optó por un calendario que le ha llevado a estar inactivo desde la Vuelta a Suiza y retomar la actividad en San Sebastián y Burgos.
Frente a ellos, encontramos a aquellos cuyo camino pasaba por el Tour de Francia y los Juegos Olímpicos, pero no pudieron completar ese trazado y tuvieron que optar por un plan alternativo. Evidentemente, el nombre que a todo el mundo se le viene a la cabeza al pensar en este grupo es el de Alberto Contador (Tinkoff), que dijo adiós a la Grande Boucle camino de Andorra y que dejó de lado los Juegos Olímpicos para, el mismo día en el que se disputaba el oro de fondo en carretera, se adjudicaba el triunfo final en la Vuelta a Burgos. Es verdad que el americano Tejay Van garderen (BMC) terminó el Tour de Francia, pero su retrasado puesto en la general final (29º a más de una hora del vencedor) le coloca, también, en el grupo de aquellos que no tuvieron que exprimirse al cien por cien en la ronda gala, algo que comparte con el joven francés Warren Barguil (Giant-Alpecin).
Frente a todos ellos, el grupo que más dudas genera por el cansancio que pueden tener acumulado en sus piernas y en el que figuran nombres como Nairo Quintana, Alejandro Valverde (Movistar) y, por supuesto, Chris Froome (Sky). De todos ellos, el español sería el que se llevaría la palma en esto del estrés competitivo ya que afrontaría, por primera vez en su carrera, las tres grandes en una misma temporada después de haber subido al podio en el Giro de Italia y acabado sexto en el Tour de Francia. Su cuerpo envió una señal de alarma en la prueba de Río de Janeiro, pero a estas alturas nadie puede dudar de la locura del murciano y de su afán competitivo, así que sería temerario darle por descartado. Por su parte, Quintana tendría una nueva oportunidad de demostrar que puede poner en apuros a Froome, algo que no hizo en los 21 días de competición del pasado Tour de Francia.
Estos son los tres modelos competitivos que se plantean entre los favoritos al triunfo final en Madrid, por lo que, por exigente que sea el trazado de la primera semana de carrera, la tercera semana de la Vuelta a España puede convertirse en un negrísimo túnel para aquellos cuyas piernas acumulan exceso de kilómetros. Todos, tanto los más frescos como los más cascados estudian ya, uno por uno, todos los detalles y secretos de un recorrido en el que cada uno anotará peligros y lugares donde marcar diferencias. Mientras, la lista de participantes de la Vuelta a España se sigue completando y la salida desde Galicia se sigue acercando.
Tras los Juegos Olímpicos, todo vuelve a la normalidad.
ASÍ LLEGAN LAS PIERNAS
Corredor | Semanas en pico de forma * | Días de competición | Kms de competición |
Chris Froome | 11 | 51 | 7.826 |
Nairo Quintana | 11 | 53 | 8.172 |
Alejandro Valverde | 11 | 70 | 11.497 |
Alberto Contador | 3 | 48 | 7.757 |
Miguel Ángel López | 3 | 46 | 6.443 |
Esteban Cháves | 3 | 38 | 6.351 |
Jean-Chritophe Peraud | 3 | 49 | 7.332 |
Samuel Sánchez | 3 | 48 | 7.654 |
* Se suman las semanas que requeriría hasta el final de la Vuelta