Javier Guillén, director de la Vuelta a España, se muestra ilusionado con la 68 edición que comienza el sábado en Vilanova de Arousa y no tiene dudas de que el modelo que incluye doce finales en alto aportará «espectáculo y emoción» hasta la última etapa.
«Deportivamente se presenta una Vuelta ilusionante, llena de retos, con un recorrido espectacular que garantiza el espectáculo, que es el reto de la organización. Será difícil superar la edición 2012, pero lo vamos a intentar», señaló a EFE el máximo responsable de la ronda española.
Guillén se muestra entusiasmado con el diseño de «emboscadas» en cada final de etapa, lo que imprime un sello peculiar a la ronda española.
«La Vuelta ya ha encontrado su propia personalidad, es una carrera singular, diferente a las demás, que se identifica claramente sobre las otras grandes. Tratamos de que resulte un buen espectáculo, no tanto con alta montaña, sino con finales emocionantes, donde haya batalla casi todos los días. En los cuatro fines de semana de la vuelta hay finales en alto».
A pesar de que el modelo funciona, Guillén no descarta hacer ajustes «si hace falta»
«Si el Giro tiene su propia personalidad con el maillot rosa y el Tour con el amarillo, nosotros somos la carrera de «la roja», que simboliza de alguna manera los éxitos del deporte español y todo el mundo se identifica con esa prenda», explica.