Nicolás Van Looy / Ciclo21 – Enviado especial Peñíscola
El jefe de filas del equipo Orica-Bike Exchange, el siempre sonriente y alegre Esteban Chaves, comparecía esta mañana en su hotel de Peñíscola sin perder ni un ápice de esa actitud alegre y positiva que le caracteriza y aseguraba que “son ya más de dos semanas de Vuelta y el balance a nivel de equipo es muy positivo. Hemos conseguido dos etapas y tenemos a dos corredores entre los diez primeros. Es algo muy satisfactorio”. Dado el resultado obtenido de manera grupal, el joven colombiano añadió que “quedan cinco días y seguiremos trabajando de la misma manera”.
A nivel invididual, sin embargo, reconoció que “estoy cansado, como todos, pero debemos de seguir trabajando para intentar estar lo más arriba posible. Por desgracia, Nairo Quintana ya nos tiene cuatro minutos y el objetivo del equipo es intentar hacer la mejor general posible y eso estamos haciendo y vamos a seguir haciendo con Simon Yates y conmigo. El podio es posible”.
En cuanto a la decisiva etapa del pasado domingo, el bogotano reconocía que “sabíamos que la del domingo sería una salida difícil y estuvimos muy atentos, pero por un corte causado por una caída que se produjo en cabeza de pelotón no pude estar con los primeros. Luego, tanto Nairo como Alberto tenían dos o tres ciclistas con ellos y atrás nos quedamos mirándonos. Dudamos y cuando nos decidimos ya tenían varios segundos de ventaja que fueron aumentando y no pudimos darles caza. Cuando hay etapas tan cortas, como vimos en el Giro, se presentan cosas así”, sentenciaba resignado.
En cuanto a su temporada, Chaves dice que “ha sido un año muy especial, muy bonito y los resultados han acompañado. Ganar la etapa reina y quedar segundo en el Giro de Italia y empezar la Vuelta siendo unos de los favoritos ya es una victoria para mí”.
Esteban Chaves habló también de sus planes de futuro a largo plazo y sorprendió al reconocer que “no me vuelve loco la idea de ir el año que viene al Tour de Francia, aunque es una decisión que deberé de tomar junto al equipo y que dependerá de los recorridos de las grandes vueltas. Además, será un Giro de Italia muy especial porque será el 100º aniversario. Al final, tendremos que ver qué recorridos me vienen mejor y tomar la decisión que más nos interese”.
Orica-Bike Exchange ha completado una gran Vuelta a España hasta ahora, aunque lo ha hecho sin hacer tanto ruido mediático como los equipos con cuyos jefes de filas está peleando. En este sentido, dijo que “hay q estar sin estar. Hay q trabajar con amor, perseverancia y fe. Nosotros no tenemos superestrellas, pero los nueve son corredores muy buenos. Nuestra media de edad es de 26 años, pero eso no resta al amor con el que hacemos las cosas. Creo que es algo que podéis ver y sentir desde fuera, pero os aseguro que desde dentro eso se multiplica por cien”.
En cuanto a lo que queda de carrera, Chaves reconoce que la CRI de Calp le puede perjudicar, pero “la etapa de Aitana es muy similar a la etapa del Aubisque y, por lo tanto, es muy buena para mí. La contarreloj la reconocí en enero y vi que hay rectas muy largas en las que puede haber viento de cara. Pero también es cierto que es la etapa 19 y llegamos con las fuerzas muy mermadas todos, por lo que se convierte en una etapa de fuerza y espero que me acompañe”.
En cuanto a su camino de preparación de cara a la Vuelta a España, en el que optó por no dejarse ver en competición desde el Giro de Italia y centrarse en los entrenamientos. Preguntado sobre si, visto el resultado, cambiaría algo en ese sentido, aseguró que “nunca hay que cambiar las cosas. Se presentaron así y tomamos la decisión. Tenemos que estar convencidos y contentos y así es. Si no fuera así no estaríamos a puertas del podio”.
En apenas 24 horas, las que transcurrieron entre el final de la maratoniana e impresionante jornada con final en el Aubisque y la culminación de la nerviosa y eléctrica etapa del domingo camino de Sallent de Gállego, el equipo Orica-Bike Exchange pasó de rozar el cielo con la punta de los dedos soñando con meter a dos de sus hombres en el podio final a la mayor de las decepciones al comprobarse incapaces de contestar al movimiento táctico que, iniciado por Alberto Contador (Tinkoff) sí supo aprovechar el líder, Nairo Quintana (Movistar). Los dos, líder de la carrera y gran animador de la misma, se vieron, de repente, en una situación impensable: con un Sky desarbolado y un Orica-Bike Exchange, seguramente el equipo más combativo y ofensivo de la carrera, cortado. Neil Stephens, un hombre que mamó en su paso por la ONCE este tipo de situaciones, sabía perfectamente lo que podía suceder y, por ello, reconocía hoy que “el domingo, cuando volvimos al hotel, tuve que mirarme en el espejo y reconocer que cometí un error por no estar en el momento adecuado para pelear por La Vuelta. Hay que reconocer que el domingo perdimos La Vuelta. Nos dejamos todas nuestras opciones de acabar en lo más alto del podio”.
Dicho eso, el director australiano se mostró optimista y dijo que, pese a la CRI que tanto parece perjudicar a Esteban Chaves, “el podio todavía es posible y tenemos la fuerza y el empeño de poder conseguirlo”.
Evidentemente, la locura que se vivió el pasado domingo y que, pase lo que pase al final de esta tercera semana, tendrá un impacto fundamental en la resolución de la Vuelta a España ha monopolizado las conversaciones durante este segundo día de descanso. Stephens reconocía que “tendría que pensar si alguna vez durante mi carrera como corredor y mi etapa como director viví algo como lo del domingo. Pero ahí es donde se demuestra la importancia de tomar decisiones. Creo que no sólo en el ciclismo sino en todos los aspectos de la vida hay que tomar decisiones con rapidez y asumir las consecuencias que las mismas presentan más tarde”.
Stephens, sin embargo, negó que fuera un despiste lo que impidió a Chaves meterse en el corte de Contador y Quintana sino que “se produjo un corte a causa de una caída y eso fue lo que nos impidió meter a Chaves ahí en una etapa que ya conocíamos y que sabíamos que tenía terreno para probar cosas”. El director australiano explicó que “una vez que pasó aquello, intentamos cerrar el hueco y cuando vimos que no podíamos, nos centramos en defender el podio y guardar distancias con Alberto Contador”.