Van Aert: “En Estados Unidos me lo he tomado con calma”

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Van Aert ganó en las dos pruebas americanas sin forzar en exceso © Jingle Cross

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Se acabó el periplo por los Estados Unidos. Las Vegas y Iowa City han inaugurado la temporada de grandes pruebas de la especialidad invernal del ciclismo. Han sido unos días en los que los aficionados han podido comprobar que Wout Van Aert, dominador absoluto del invierno el pasado año, sigue sin encontrar rival más allá de lesiones, enfermedades o averías que puedan llegarle en algún momento. El campeón del mundo sufrió un importante aviso en la prueba de Las Vegas cuando, a causa de no estar plenamente concentrado, sufrió una caída que le produjo una fisura en el dedo gordo del pie. El belga, que dudó sobre su participación en Iowa, aprendió que, aunque ninguno de sus rivales de carne y hueso le preocupen, hay otros enemigos que pueden interponerse entre él y el triunfo.

En el Jingle Cross de Iowa City, Van Aert, mermado por esa lesión, protagonizó otro de sus habituales soliloquios que desmoralizan a todos sus rivales, pero en esta ocasión, con el agravante de saber que ni tan siquiera cuando no es capaz de desarrollar toda su fuerza sobre los pedales hay algo que se pueda hacer ante él.

Después de pasar diez días en Estados Unidos, Van Aert pone rumbo ya hacia Bélgica para retomar la normalidad de la temporada en el Viejo Continente, que seguirá el próximo fin de semana con el arranque del Súperprestigio en Gieten, donde se espera la presencia de Mathieu van der Poel y Lars van der Haar. Antes de subirse al avión, Van Aert analizó lo que ha dado de sí este inicio de campaña del que sale, como cabía esperar, con una clarísima e importante ventaja en la general de la Copa del Mundo.

“He sentido bastante dolor durante la carrera”, reconocía en referencia a esa lesión con la que disputó la prueba de Iowa. “Sobre todo, tuve muchas molestias durante la primera parte, pero a medida que pude comprobar que seguía teniendo muy buenas sensaciones en las piernas, me fui olvidando del dolor”. Pese a ello, Van Aert analizó que “lo peor de esta carrera no fue el dolor en el dedo sino el tremendo calor. He corrido tres veces en Las Vegas, pero nunca he pasado tanto calor allí como hoy en Iowa”.

El calor podría haberle costado muy caro en la parte final de la prueba ya que “como había muchos tramos en los que teníamos que cargar con la bicicleta al hombro, no montamos portabidón y en la última vuelta tuve bastantes calambres por la falta de líquidos”.

En plena polémica por la filtración, día sí y día también, de los TUE de los deportistas olímpicos, Van Aert ha querido “ser honesto: me he tomado un ibuprofeno y un paracetamol para mitigar el dolor. Reconozco que ha sido una situación que me ha preocupado. Sobre todo, el jueves por la mañana porque la hinchazón era muy grande”.

Según el corredor “el dedo está completamente azul y, por lo tanto, en cuanto llegue a casa me iré al hospital para ver qué podemos hacer. Necesito hacerme otra radiografía para saber exactamente qué tengo”. El corredor reconocía que, además de ir lastrado por esa lesión, en Iowa sufrió un problema mecánico ya que “se me metió un trocito de madera, seguramente de uno de los tablones, en el cambio y eso me hizo perder unos 20 segundos. Por fortuna, 20 segundos en un circuito pesado y duro como este no son lo mismo que 20 segundos en un circuito rápido. No me puse nervioso por ello”.

Una de las grandes revelaciones –y, seguramente, preocupaciones para sus oponentes– llegó cuando Van Aert analizaba el regreso de Van der Poel y Van der Haar, que si no hay novedad de última hora se producirá el próximo domingo en Gieten. Sin haber viajado a Estados Unidos y, por lo tanto, sin el jet lag ni el maratoniano viaje en las piernas, los holandeses llegarán más frescos a esa cita que el campeón del mundo. “Es cierto y es algo que tendremos que analizar en los próximos días. Como crosser no estás acostumbrado a estos viajes”. Pero, pese a esa enorme superioridad mostrada en las dos primeras citas de la Copa del Mundo, Van Aert asegura que “durante estos diez días en Estados Unidos me he tomado las cosas con mucha calma” y, para hundir un poco más a la competencia, avisa que “una vez que estemos en Bélgica volveré a incrementar mi ritmo de entrenamientos para hacerlos a todo gas”. Todo ello porque, según él, “no sería prudente si no me dieran miedo los rivales que no han afrontado el viaje a Estados Unidos”.

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