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Nibali con su segundo trofeo © Giro
Vincenzo Nibali vive pensando en su nuevo equipo, el Bahrein-Merida, y lo hace sabiendo el camino que ha recorrido para llegar a este punto de su carrera, pensando en lo que deja detrás pero sobre todo en lo que tiene por delante. Por ejemplo, atrás queda su relación ‘laboral’ con Fabio Aru, el que ahora será su rival en una estructura diferente después de años en Astana, pero también reflexiona sobre lo que le dará el nuevo equipo y tiene tiempo, incluso, para recordar una pequeña gran herida: los Juegos Olímpicos, donde tocó con los dedos la medalla pero al final se fue al suelo en aquel descenso sinuoso. Todo lo hizo en una entrevista en Rai Sport, Radio Corsa en la que cierra la puerta a la retirada: “En el futuro, por desgracia, va a venir, pero también dependerá de la edad, que no está en mi mano, y vendrá gente joven que crece más fuerte; se trata de un proceso normal”.
El Tiburón de Messina habló de su pasado, de cómo ha llegado a la actualidad, superando reveses y las dificultades para ganar que, justo, ha tenido este año su excompañero Fabio Aru, inédito en 2016: “A veces sólo tienes que esperar, porque Fabio es el presente y el futuro del ciclismo italiano”. En este sentido recordó sus propios problemas en 2011, cuando le costó entrar en juego. Nibali, obviamente, no descarta a Aru para el Giro de Italia, pero tampoco lo hace con el resto de rivales: “No hay que olvidar que a Chaves, así como a los jóvenes”. El corredor del Bahrein tiene claro, en cuanto a la carrera italiana, que lo que no hará es salir de rosa de la subida al Etna: “Es demasiado pronto, será un Giro muy duro, especialmente la última semana, sería prematuro”.
Fabio Aru y Vincenzo Nibali, durante la presentación de la 100ª edición del Giro / © RCS
Ilusionado con su nuevo equipo
Nibali, que formará parte en el Bahrein-Merida de una terna de corredores entre los que estará Joaquim Purito Rodríguez, aunque este con mayor libertad de movimientos para decidir lo que corre y lo que no, considera que el trabajo de la nueva estructura está siendo el idóneo: “Estamos trabajando muy bien, porque la mayoría de las cosas están tan definidas que tenemos todo para trabajar y esto es muy importante”. Según el corredor, “Es bueno saber que hay un trabajo detrás de cada uno que hace todo lo posible para llegar a tiempo a las primeras carreras”. “Dentro del equipo hay personas que tienen una gran experiencia y que son conscientes de lo que significa un gran equipo de alto nivel, como Brent Copeland o Paolo Slongo”.
Nibali, que se declaró más amigo de la bicicleta de montaña para estos meses de invierno, que no del ciclocross, recordó asimismo su desgraciado paso por los Juegos Olímpicos: aquella caída cuando se lanzó a por la medalla en pleno descenso. “La carretera era muy peligrosa, no estaba asegurada, sin embargo todo el camino estaba asfaltado de nuevo”, asegura el corredor, que considera que eso le dio confianza para jugársela. “El neumático delantero patinó”, afirma un Nibali que no se arrepiente de la acción, porque forma parte del ciclismo: “Un mínimo error se paga”.
