Erviti y su amor a las piedras

Erviti camino de Roubaix © J. Seguidor

Erviti camino de Roubaix © J. Seguidor

¿Es Imanol Erviti un clasicómano? Esa es la gran pregunta que muchos aficionados al ciclismo se hacen después de sus actuaciones en el Tour de Flandes y la París-Roubaix, donde ha conseguido dos ‘top-ten’ que lo han convertido, de golpe, casi inesperadamente, en un referente para las piedras de la próxima temporada.

¿Puede ser Erviti un referente para unas carreras que casi nunca han entusiasmado a los corredores españoles salvo unas pocas excepciones (Juan Antonio Flecha, Pedro Horrillo y Pello Ruiz Cabestany)? Imanol tiene 32 años y, lógicamente, está en la madurez ciclista. Siempre ha sido un corredor fiel aunque formado en la escuadra de Eusebio Unzué –en sus inicios también con José Miguel Echávarri- en el oficio de gregario. Quizás sea el ciclista que mejor ha protegido a Alejandro Valverde en las etapas llanas, tanto del Tour como de la Vuelta. Tal es la confianza de Valverde hacia Erviti que el murciano no contempla afrontar una gran ronda sin tenerlo a su lado.

Erviti nunca le ha fallado, como tampoco a Nairo Quintana, con quien ahora debe repartir sus funciones como gregario. Pero es a la vez una alternativa para un equipo que, gracias a él, puede comenzar a entusiasmarse con las piedras francesas y belgas.

Imanol es el último navarro en un equipo navarro, porque navarro es Unzué como también lo es Echávarri. Erviti es el último descendiente de una estirpe de corredores que crecieron a la estela de Miguel Induráin y en lo físico el que más se le parece: alto y fuerte, tal cual era el pentacampeón de Villava en sus años de gloria, ahora principalmente dirigido por dos paisanos, José Luis Arrieta y Chente García Acosta, que también fueron compañeros suyos.

Artículo completo de Sergi López Egea en Joan Seguidor aquí

Entrevista a Erviti en Ciclo 21

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*