Nicolás Van Looy / Ciclo21 – Gandía (Valencia). Enviado especial
“¿Y tú vives en esta zona? ¡Que suerte tienes! Es muy bonito y el tiempo siempre es bueno”. Rafal Majka lleva un buen rato contestando preguntas y repartiendo sonrisas y apretones de manos. El polaco, pieza fundamental –siendo muy estrictos– hasta ayer del ya oficialmente desaparecido Tinkoff, está relajado. Como en su estructura anterior, de la que ha llegado al Bora-Hansgrohe rodeado de muchas caras conocidas, está disfrutando de las ventajas de no ser el foco de atención principal. Peter Sagan, campeón del mundo y animal mediático, es fácilmente localizable: sólo hay que buscar la melé de periodistas que revolotean a su alrededor en busca de alguna declaración a la que sacar punta en esta época de ausencia de carreras y falta de tensión informativa. Mientras, Majka, se muestra relajado. “No te preocupes, él viene aquí”, me dice el jefe de prensa de su nuevo equipo cuando me ofrezco a esperar mi turno allá donde esté el corredor. Le veo venir. Se para a hablar con todo el mundo y su lenguaje corporal, como luego confirmaría ese comentario sobre el lugar de residencia del periodista, denota tranquilidad y, en cierta medida, disfrute. El apretón de manos es firme y sincero y cuando se enciende la grabadora su sinceridad y predisposición a contestar cualquier pregunta se mantiene intacta. No hay postureo en sus palabras. Por ahora, efectivamente, es un personaje secundario en esta nueva etapa de la historia del Bora-Hansgrohe, pero, como los buenos depredadores, es el momento de no dejarse ver y de mantenerse a la espera, allá en el mes de julio, para saltar sobre la presa. Entonces los focos le apuntarán a él.
¿Cómo está viviendo estas primeras semanas en su nuevo equipo?
¡Muy bien! La verdad es que antes de venir aquí teníamos la impresión de que era un equipo pequeño, pero desde que firmamos y hemos podido ver lo que se está haciendo, nos hemos dado cuenta de que Bora-Hangrohe se ha convertido en un gran equipo. De verdad. Sólo tienes que mirar afuera [y señala un enorme ventanal que da a la calle en la que los mecánicos están cuidando de las bicicletas con las que el equipo acaba de completar una sesión de entrenamiento, N.d.A.]. Un autobús grande, camiones, bicicletas nuevas… es cierto que la bicicleta es la misma que la que usábamos en Tinkoff, pero yo veo más allá. Veo al staff del equipo y veo que muchos de ellos han venido desde Tinkoff. El ambiente es genial y eso es muy importante para mí. Me gusta mucho. Creo que va a ser una experiencia muy bonita y que vamos a tener una gran temporada.
Como dice, se va a reencontrar con muchas caras conocidas de su etapa en Tinkoff. Siendo así, ¿hay un gran cambio para usted en la manera en la que está afrontando la preparación de la temporada?
Bueno… parece que sólo hemos cambiado el nombre de Tinkoff a Bora-Hangrohe, ¿verdad? [ríe]. En serio, para mí esto está siendo mejor porque cuando llevas seis años en un equipo vas aprendiendo de grandes nombres como Alberto o Michael Rogers… fui muy feliz allí y pude adquirir mucha experiencia que ahora tengo la obligación de desarrollar aquí. Como te decía, cambiar de equipo después de seis años en la misma estructura supone una gran motivación. Estoy muy motivado por estar en las grandes carreras y conseguir grandes resultados. Ya tengo un buen palmarés, pero sigo siendo un corredor muy joven. Tengo 27 años y tengo una carrera larga por delante. Soy plenamente consciente de que tengo que hacer una gran temporada para mi nuevo equipo.
Su terreno para conseguir esos grandes resultados son, obviamente, las grandes vueltas por etapas. ¿Se plantea hacer las tres?
¡No! Voy a hacer Tour y Vuelta. Hacer las tres sería demasiado complicado y difícil. En principio, como te digo, yo hago el Tour y la Vuelta y König hará Giro y Tour, pero ya sabes como es esto. Muchas cosas pueden cambiar. Es un camino muy largo hasta allí y nunca sabes cómo se pueden desarrollar las cosas.
“Voy a correr de manera más conservadora”
Hasta ahora, en el Tour, siempre ha estado supeditado a otros líderes como Contador. Este año, siendo jefe de filas y con la presión de tener que hacer una buena general, ¿debemos esperar a un Majka más conservador?
Sí, eso es seguro. Este nuevo rol hace que cambien muchas cosas. Si miras alrededor, tenemos un equipo muy bueno para las etapas llanas con Macej Bodnar, Marcus Burghardt y, por supuesto, a Peter, que volverá a intentar ganar el maillot verde y, como siempre, alguna que otra etapa. Tener un equipo así para el llano está muy bien porque te permite reservar energías en esas etapas pensando en la montaña. Creo que esa es la razón por la que Sky es tan fuerte. Son muy potentes en las montañas, sí; pero también lo son en el llano…
Si no le entiendo mal, me está diciendo que han planteado la construcción del bloque de grandes vueltas a imagen y semejanza del Team Sky. Su objetivo, por lo tanto, ¿es el triunfo?
Ganar el Tour de Francia es un objetivo muy difícil. Acabar entre los cinco primeros sería muy bonito. También voy a intentar hacer un gran papel en la Vuelta a España, donde el objetivo, además de acabar en ese top 5 será conseguir alguna etapa.
Ya que tiene en su calendario el Tour y la Vuelta y en relación al planteamiento de carrera que hacen ambas organizaciones, ¿qué tipo de etapas le gustan más?
A mí me gustan más las etapas largas y de corte clásico como las del Tour de Francia. Las etapas de la Vuelta, cortas y con finales tan exigentes, son ideales para tipos mucho más potentes como Valverde o Purito Rodríguez. En las subidas cortas en las que suelen terminar las etapas de la Vuelta es muy complicado mantenerse a su rueda. El Tour de Francia este año es duro y seguro que la Vuelta también lo será. Nosotros tenemos que ser capaces de estar ahí. Como te decía, aspirar al top 5 en las dos es un objetivo razonable.
Me hablaba antes del potencial de Bora-Hangrohe en el llano, pero ¿piensa que el equipo está lo suficientemente compensado para todo lo que supone una carrera de tres semanas?
Creo que sí… pero te reconozco que no es fácil asegurarlo categóricamente ahora. Es un equipo al que hemos llegado muchos corredores nuevos. Lo que veo es que tenemos un equipo con una gran combinación de experiencia y juventud.
¿Volver a ganar la clasificación de la montaña en el Tour es compatible con ese objetivo que ha comentado de cara a la general?
¡Uf! Cuando estás peleando por la general es muy complicado afrontar otras cosas. Además, estaremos también peleando por el verde con Peter.
Él lo tendrá que hacer solo porque el resto del equipo, imagino, que estará para apoyarle a usted.
No. El equipo, como te decía, tiene buenos rodadores para el llano y estarán en Francia para ayudarle. Yo tengo que pensar en la general. Como te decía, es muy complicado hacer eso y pelear también por la montaña. La he ganado dos veces, pero corría de otra manera. Podía permitirme atacar de salida para asegurarme puntos. También he conseguido algunas etapas, pero ahora todo va a ser distinto. Como tú decías antes, tendré que ser algo más conservador.
“En el Tour hice lo que me ordenaron”
Durante el pasado Tour de Francia se escribió mucho sobre lo que sucedió durante la primera semana en el equipo Tinkoff y de la supuesta falta de sintonía entre Alberto Contador y buena parte de ustedes. De manera específica, al menos en España, se insistió mucho en el mensaje de que usted se desentendió demasiado pronto de su labor como escudero del jefe de filas. Ahora que ha pasado el tiempo, ¿cree que fue así?
No, no creo que fuese así y voy a explicar ahora porqué tengo esa opinión. Yo llegaba al Tour de Francia después de haber hecho la general en el Giro donde conseguí un resultado realmente muy bueno [acabó quinto a 4:37 del vencedor y a 3:20 de Alejandro Valverde, tercero en el podio, N.d.A.]. Luego me tocaba hacer el Tour de Francia trabajando para Alberto y yo estaba de acuerdo con ello. Es lo normal. Él era nuestro líder y nosotros queríamos ganar el Tour con él. Pero después de su caída, la presión aumentó. Aumentó para todos. De repente, Peter tenía que ganar etapas, pero no es cierto que dejáramos de apoyar a Alberto. Lo hicimos. Corrimos tal y como se hablaba en el autobús y en las reuniones con los directores deportivos. A mí se me dijo que debía de ser el hombre que se metiese en las fugas, así que no creo que sea justo acusarme de no apoyar a Contador porque yo estaba haciendo lo que se me pedía. Al final, yo hacía mi trabajo tal y como se me pedía. Ese fue el motivo por el que pudo dar esa sensación de la que hablar, pero quiero dejar claro que he aprendido muchísimo de Alberto. Para mí, es uno de los corredores más fuertes y seguro que todo lo que sucedió le va a motivar más de cara al Tour…
Perdone que insista, pero su explicación sólo explica una parte de lo sucedido. Si a usted le estaban dando esas instrucciones, ¿puede ser que fuese el propio Alberto Contador el que tardase más que el resto del equipo en darse cuenta de que no iba a ser capaz de acabar ese Tour de Francia?
Bueno… Alberto se cayó dos veces. Eso es mala suerte. ¡Muy mala suerte! Cuando te caes dos veces es muy complicado seguir peleando por la general. No es sólo el tiempo que puedas haber perdido, sino el dolor en la espalda, las piernas… es como un dolor doble. No es nada fácil. En realidad, hay que tener suerte para poder estar peleando por el Tour.
Decía antes que Contador estará más motivado para el Tour de Francia de este año. Con Froome, Quintana, Bardet, usted mismo… ¿cree que es un aspirante al triunfo?
¡Por qué no! Alberto sigue siendo uno de los grandes favoritos para el Tour. Estoy convencido de que ya se está preparando a conciencia para ello.
Muchos hombres Tour, incluido usted, han cambiado de equipo este año. En realidad, si nos ceñimos a los grandes nombres, parece que sólo Froome y Quintana seguirán donde estaban. ¿Cree que esto puede ser una ventaja para ellos?
[Piensa] Sí, puede ser que sí. Froome tiene el mejor equipo para el llano y para la montaña. Está rodeado de grandísimos corredores como Landa o Thomas. Son grandes nombres que trabajan para él. Pero, ¿sabes qué? Nunca sabes qué es lo que nos espera. Fíjate en lo que pasó este año pasado. Acabamos de hablar de ello. Alberto se cayó dos veces… iba a pelear por el triunfo y se cruzó con él la mala suerte. Esto es ciclismo. En ocasiones, estás al 110% y te caes y, sencillamente, tienes que abandonar la carrera. Eso es lo que hace al ciclismo el deporte más interesante del mundo.
“Estoy muy satisfecho con el bronce de Río”
¿Qué sensación le queda ahora de la prueba olímpica de Río?
¡No es una pregunta fácil! Cuando viajamos allá el objetivo del equipo polaco era conseguir una medalla conmigo o con Kwiatkowski, pero cuando estás tan cerca de ganar… ¡estás a un kilómetro y te imaginas que puedes ganar! Miras para atrás y ves que hay unos tíos que pueden cogerte. ¡No es fácil! Pero, mira, al final piensas y te das cuenta de que no te has caído y que tienes la medalla…
Pasado el tiempo, ¿está satisfecho con el bronce?
¡Muy satisfecho!
Ahora que estamos a sólo un par de semanas del inicio de la temporada, ¿cuál sería el mínimo con el que consideraría su año como bueno?
Acabar entre los cinco primeros en el Tour y ganar alguna etapa en la Vuelta a España. Pero quiero aclarar que no sólo voy a centrarme en eso. Antes del Tour quiero ganar alguna carrera. Llevo mucho tiempo siendo siempre segundo o tercero y mentalmente necesito ganar… ¡así no me tendrás que hacer preguntas como la que me acabas de hacer sobre los Juegos Olímpicos! [ríe]