Ya no cabe lugar a dudas o a interpretaciones. Ayer (noticia original más abajo) nos hacíamos eco de los rumores que situaban a Tom Meeusen en el Beobank-Corendon a partir del próximo año y hoy ha sido el propio corredor el que, al contrario de lo que había estado manteniendo hasta ahora –y dando la razón a Sven Nys, que aseguró ser conocedor de los contactos–, ha reconocido que “he tenido ya dos reuniones con los hermanos Rodhooft y no puedo negar que el próximo año me encantaría correr para el Beobank-Corendon. Lo único que nos falta es firmar”.
En una larga y sincera entrevista concedida a Het Nieuwsblad el corredor belga ha hablado muy claro sobre su relación con el que desde el inicio de esta temporada ha sido su jefe. “No encajo en los planes de Sven Nys. Ha renovado a Van Kessel y ha firmado como profesional a Nicolas Cleppe. Ha tenido tiempo para Aerts, Van Kessel, Hermans, Cleppe. ¿Y yo? Yo puedo pasar a verle el día 27 de febrero como el último de la fila. Sé sacar conclusiones. He esperado mucho tiempo para empezar a hablar con otros equipos, pero no puedo seguir esperando”, asegura un Tom Meeusen que, recordemos, finaliza su contrato actual con el que ha sido el equipo de toda su vida –lleva corriendo para Telenet-Fidea desde categorías inferiores– el próximo 31 de diciembre.
Meeusen se ha sentido, por algún motivo, liberado para hablar claro sobre algo que, a tenor de sus palabras, ha venido callando durante todos estos meses en los que, pese a las continuos rumores y evidencias, nunca expresó de manera tan contundente sus desavenencias con Nys. El belga es consciente de que probablemente le toque firmar un contrato a la baja y asegura que “de tanto hablar de mí en la manera que lo ha hecho Nys ha bajado mi precio”.
“Los patrocinadores siempre me han apoyado”
De lo que no quiere ni oír hablar Meeusen es de una marcha antes del 31 de diciembre. El corredor sigue sintiendo una enorme lealtad por “unos patrocinadores a los que no les puedo hacer eso porque siempre han estado junto a mí. Los patrocinadores siempre me han apoyado, incluso durante todo aquel desagradable asunto del dopaje y eso es algo que no puedo olvidar. Todavía me siento muy orgulloso de correr con este maillot con sus nombres”.
En cuanto a su relación con el Caníbal de Baal Meeusen explica que “no tenemos ningún problema de índole personal. Él y yo siempre hemos sido buenos colegas, pero desde el primer día he tenido la sensación de que como manager del equipo no quería seguir contando conmigo”. El todavía corredor del Telenet-Fidea Lions explica que los motivos para tener esa sensación “han sido varios. Cuando se comenzó a hablar de que Sven y Golazo iban a tomar el control del equipo los patrocinadores me llamaron para saber cuál era mi opinión al respecto. Mi reacción fue muy positiva, aunque sabía que para mí iban a cambiar muchas cosas. Al final, resultó que fui el último en enterarme de que la adquisición se había realizado. Lo mismo ocurrió con la llegada de Van der Haar. Además, que en noviembre se me pidiese realizar tests físicos fue un golpe para mí. Eso me dolió”.
“Nys me ha hundido mentalmente”
Meeusen se siente muy dolido con su jefe después de que este no haya ahorrado críticas hacia el que hasta el día 1 de enero fue el indudable buque insignia del equipo y todavía es y será su corredor hasta el 31 de diciembre. “Cuando publicó aquel tuit tras la carrera de Zonhoven mostrando su decepción, yo acepté la crítica, pero con eso me dejó completamente expuesto a los elementos, pero no a los chicos que ahora han renovado sus contratos. Sven me ha hundido mentalmente y eso es horrible. Me duele mucho que me haya tirado a la basura”.
En cuanto a su futuro en el Beobank-Corendon es indudable que estará siempre supeditado a la figura de Mathieu van der Poel. Meeusen opina que “a Mathieu no le hace falta tener a nadie a su lado, pero encajo bien en el equipo. A su lado todo está muy claro: él y nadie más es el jefe de filas. Eso me da el espacio necesario para hacer mi propia carrera”.
En cuanto al holandés, Meeusen opina que podrá poner su experiencia a su servicio ya que “Mathieu tiene fama de ser un juguetón, algo que yo también fui en una época. Creo que podré ayudarle en esa transición. Además, no vivimos muy lejos el uno del otro. Creo que si hay un lugar donde puedo volver a encontrar la alegría del ciclocross es junto a él en el Beobank-Corendon”.
Meeusen no oculta que tiene ganas de revancha. “Claro que la tengo. Quiero demostrarle a Sven que me merecía una plaza en su equipo”. Pese a todo, considera que “claro que podré estrecharle la mano a Sven. Para él todo esto no es más que una decisión de negocios y así es como yo me lo tomo. No hay nada personal. ¿La vida es así? Puede ser que sí, pero creo que no hace falta llevarlo tan al límite. Lo que ha pasado me ha tocado y hundido”.
16 de febrero
No por esperado el final de la relación entre Tom Meeusen y Telenet-Fidea Lions ha dejado de crear la lógica conmoción en el pequeño mundo del ciclocross. El corredor belga, que nunca llegó a entenderse con Sven Nys desde que este tomara las riendas del equipo hace ahora un año y que tras una temporada de continuas desavenencias estalló sin reservas la pasada semana cuando el Caníbal de Baal anunció la renovación de Corné van Kessel, ha sido, durante las ocho temporadas que ha militado en el equipo más potente del panorama internacional del ciclocross (toda su carrera deportiva), su gran buque insignia y, además, uno de los tipos más queridos por el público a pesar de su evidente falta de resultados.
Las expectativas en torno a su figura se dispararon en la 2013-2014 cuando alcanzó los 6 triunfos y acabó en tercera posición en el Superprestigio y el Trofeo Bpost Bank (actual DVV Verzekeringen). Meeusen, tras esa campaña, se vio envuelto en la tormenta perfecta. Por un lado, Niels Albert, el belga que estaba llamado a suceder en el corazón de los aficionados a un Sven Nys que cada vez veía más cerca la retirada, debía de decir adiós de manera precipitada a causa de problemas cardíacos y, por otro, la irrupción de Wout van Aert, que prometía mucho en las categorías inferiores, todavía no se vaticinaba ni tan temprana ni tan fuerte como finalmente ha sido.
La 2014-2015 fue un infierno para Meeusen. Pese a su plata en le nacional el belga no pudo cumplir las expectativas. Muchos lo achacaron a su incapacidad de soportar la presión a la que se había visto sometido, pero él mismo ha reconocido en más de una ocasión que su motor es el que es y que está lejos de poder llegar al nivel, al menos durante una temporada completa, de los grandes dominadores de la especialidad.
Esa honestidad, la sencillez en el trato, su eterna sonrisa y, sobre todo, su incondicional, testaruda e innegable entrega en cada una de las carreras en las que toma parte le hicieron ganarse el corazón de una afición que, por increíble que parezca, ha llegado a maldecir –con la boca pequeña– a Sven Nys por lo que han considerado un maltrato hacia Meeusen.
Ahora, tras meses de desencuentros, Nys y Meeusen ponen el fin lógico a una relación ilógica. Meeusen, que corre en base a sensaciones –eso que gusta tanto al aficionado tanto de ruta como de ciclocross– jamás podía encajar en la filosofía de Nys, el rey de la meticulosidad y los planes milimetrados.
Aunque la noticia todavía no se ha hecho oficial, el acuerdo entre Tom Meeusen y Beobank-Corendon, el equipo de Mathieu van der Poel, es total y ahora ambas partes intentarán adelantar la llegada del belga que, en base a su contrato actual, no podrá cambiar de colores antes del 1 de enero de 2018, aunque nadie descarta que el tercer afectado en toda esta historia, Sven Nys, pueda facilitar las cosas para una salida más temprana.