El calendario élite y sub-23 da un respiro esta Semana Santa a la mayoría de los corredores del Club Ciclista Rías Baixas. Atravesado el ecuador de la Copa España, una de las incorporaciones realizadas durante el pasado invierno por la directiva que preside José Luis Chamorro hace balance. El escalador valdeorrés Rodrigo Enríquez está demostrando su combatividad en las filas del conjunto miñorano.
-¿Qué valoración hace de la temporada hasta este momento?
-A nivel individual estoy respondiendo y encontrándome bien. Los resultados aún no son los que esperamos, pero estamos ilusionados de cara a las próximas competiciones.
-¿Cómo resumiría la actuación del Club Ciclista Rías Baixas en las cinco pruebas disputadas de la Copa España?
-Estamos siendo valientes. Excepto en la última que no pudimos estar ahí, en las anteriores sí que estuvimos en primera línea y los resultados podrían haber sido mejores. Vamos a seguir intentándolo en la segunda parte de la Copa.
-¿Qué pasó en el Memorial Valenciaga, la última carrera puntuable disputada?
-Bajando el primer puerto ya tuve problemas porque la bici se me iba bastante de atrás. Me quedé cortado, pero luego volví a entrar. Después sufrimos una caída tres compañeros y ya no pudimos enganchar con los de delante. Fue una pena porque era una carrera que nos venía muy bien. A veces las cosas no pueden salir como te las planteas. Hay que aprender de lo que pasó y olvidarla.
-Ha optado por intentar sorprender en escapadas tanto en el Circuito Guadiana como en el Memorial Momparler.
-Sí, en el Circuíto Guadiana me encontré bastante fuerte y salió bien. Conseguí entrar en la fuga y gané la montaña. La escapada de Momparler fue diferente. Lo intenté desde lejos junto a mi compañero Jesús Nanclares y quizás nos precipitamos un poco.
-¿La filosofía que les inculca Marcos Serrano es ir siempre al ataque?
-Sí, hasta que haya algo que defender. Entonces, jugaremos a otra cosa. De momento nos toca ser valientes y atacar. Sabemos que hay rivales más fuertes y tenemos que probar desde lejos. Buscamos sorprender y conseguir cierto margen para hacer algo bonito en los últimos kilómetros.
-¿Cómo marcha su adaptación al equipo?
-Muy bien, somos como una familia y nos llevamos muy bien. El ambiente es el idóneo y eso se nota en las carreras, compitiendo como compañeros. Estoy muy satisfecho con mi adaptación.
-¿Qué meta se marca en lo que resta de Copa de España?
-Un objetivo importante es seguir puntuando por equipos. Intentaremos estar adelante en alguna carrera probándolo desde lejos y a ver qué pasa.
-¿De las cuatro carreras que quedan tiene alguna marcada en rojo?
-Me gusta la próxima, la Clásica de Torredonjimeno. Es una carrera dura, larga y en Jaén va a hacer calor seguro. Son las condiciones que mejor se adaptan a mis características.
-Una vez que finalice a Copa España, ¿cuáles son sus aspiraciones en el resto del calendario élite y sub-23?
-Empezarán las vueltas. La de Coruña ya está a la vuelta de la esquina y la de León me motiva especialmente. Es muy bonita y siempre hace mucho calor. Además, yo nací en Ponferrada y Nanclares es del Bierzo, así que intentaremos dar guerra.