Copa Mundo CX: Van der Poel domina y Hermans sorprende

Van der Poel fue el mejor en Iowa / © UCI

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Apenas necesitó un par de metros Mathieu van der Poel (Beobank-Corendon) para dejar claro que este invierno, al menos para él, nada ha cambiado. El holandés, al que tanto le gusta apretar a fondo el acelerador desde el mismo pistoletazo de salida hasta la meta hizo precisamente eso: abrir hueco desde la primera pedalada y esperar que fuesen los demás, especialmente Wout Van Aert (Crelan-Charles), los que se preocupasen de seguirle o, al menos, intentarlo.

Ya en el primer paso por la línea de meta contaba el holandés con un hueco de poco más de diez segundos sobre un gran grupo de corredores comandado por Laurens Sweeck (Era-Circus), Michael Vanthourenhout (Marlux-Napoleon Games), Quinten Hermans (Telenet-Fidea Lions) y un extrañamente dubitativo Woutl Van Aert, que intentó protagonizar algún que otro cambio de ritmo sin que pudiera soltar a nadie.

En esos primeros compases de la carrera era Sweeck el que se mostraba más decidido a intentar que Van der Poel, que en el segundo paso por meta ya contaba con una renta de 20 segundos, sintiera algo de presión sobre sus espaldas. Mientras, Quinten Hermans, que debutaba en la máxima categoría en una cita de la Copa del Mundo, tiraba del grupo en el que Van Aert seguía sin dar muestras de encontrarse en su mejor momento.

Fue cerca de terminar la cuarta vuelta al circuito cuando el joven Hermans dio caza a Sweeck. El dúo belga intentó trabajar de forma conjunta para evitar que el hueco de Van der Poel, que entonces se había estancado en los 23 segundos, creciera mucho más. El problema para ellos es que, pese a la altísima velocidad a la que se estaba disputando la carrera, daba toda la impresión de que el holandés únicamente estaba regulando su entrega de potencia para asegurarse tener todavía un cambio de ritmo más si las cosas se ponían difíciles en la parte final.

Mientras eso ocurría por delante, Van Aert era el protagonista de la sorpresa negativa del día. El Campeón del Mundo estaba muy lejos de su mejor versión y tenía graves problemas para seguir el ritmo del grupo que daba acceso al top 10 de la prueba. Incluso el holandés Lars van der Haar (Telenet-Fidea Lions), que sufría una dura caída mediada la carrera, era capaz de rodar más rápido que el belga, cuya mala cara evidenciaba que algo no iba bien.

El drama del belga fue de mal en peor a medida que avanzaba la prueba mientras que por delante Van der Poel se dedicaba a jugar con sus rivales. Van Aert sufrió, es cierto, una avería en uno de los peores lugares donde se puede sufrir en este circuito, pero también es cierto que ni antes ni después las sensaciones que transmitía el maillot arcoíris eran buenas.

Mientras, Van der Poel, tan pronto dejaba que la ventaja se estancase como volvía a apretar un poco los dientes y hacía que la renta creciese otros diez tranquilizadores segundos más. El holandés, como el mejor Sven Nys, no sólo rodaba dando la sensación de ser, con diferencia, el más fuerte sino que, sobre todo, demostraba, una vez más, su exquisito dominio de la bicicleta.

Con el holandés cómodamente rodando hacia su segundo triunfo de la recién comenzada campaña invernal, el interés, además de en la pelea por la segunda plaza que mantenían Sweeck y Hermans –así como en los esfuerzos del dúo Van der Haar-Pauwels por darles caza–, se centraba en intentar descifrar quién, una vez que pasen las semanas y la temporada se adentre en su parte fundamental, puede aspirar a acercarse, aunque sea un poco, al nivel mostrado hoy por Van der Poel y, no lo duden, al que mostrará en breve Van Aert.

Quinten Hermans fue la sorpresa del día / © UCI

En este sentido, cabe destacar el enorme paso adelante dado por el ya mencionado Hermans. El belga es, con diferencia, lo mejor que le ha pasado a Telenet-Fidea Lions desde hace mucho tiempo. Lo importante ahora, claro está, es comprobar si este dulce momento es fruto de una preparación específica para este arranque del año o si será capaz de mantenerse a este nivel o, incluso, mejorarlo.

Finalmente, el joven pupilo de Sven Nys se tuvo que conformar con la tercera posición al verse superado por Sweeck en un apretado sprint por la plata mientras que Van Aert se tuvo que conformar con la decimocuarta posición a 2:32 del vencedor.

En cualquier caso, es todavía demasiado pronto para sacar conclusiones firmes de lo que podremos ver en las próximas semanas y meses. Tendremos que esperar, al menos, siete días más, cuando se dispute la segunda puntuable de esta Copa del Mundo, antes de poder hacernos una imagen más general de lo que sucederá a lo largo de todo el invierno.

El ganador de la prueba explicaba que “puede haber parecido que la victoria ha sido fácil, pero no ha sido así. Cada vuelta hacía más y más calor y eso me lo ha puesto complicado”.

En cuanto a su monólogo, Van der Poel explicaba que “mi intención era abrir hueco lo antes posible, pero no esperaba que fuese a poder hacerlo tan pronto”. Además, desveló que en un momento dado “tuve problemas con la cadena y eso provocó que perdiese mi ritmo durante un tiempo y me costó volver a rodar igual de cómodo”.

Tras su triunfo en Eeklo, Van der Poel suma dos triunfos en las dos carreras que ha disputado hasta el momento, un pleno que desea seguir aumentando la próxima semana en Waterloo en un “circuito que me puede venir bien. Espero que pueda sumar la tercera”.

Por su parte, el primero de los mortales, Laurens Sweeck, explicaba que, sencillamente, Van der Poel “ha sido más fuerte que yo” y decía que “en la segunda vuelta me pareció que podía ir un poco más rápido y que igual podía cerrar el hueco. Luego me di cuenta que no iba a ser capaz y me dediqué a mantener mi ritmo”.

Una vez que fue alcanzado por su compatriota Quinten Hermans, “hemos colaborado para ir a por el podio. Ha sido una lucha muy bonita y los dos podemos estar contentos”. Sweeck develaba tras la carrera que “he corrido sin bidón y eso fue un error. Lo noté a partir de la octava vuelta y he ido muy justo al final”.

Por su parte, Quinten Hermans se mostraba muy contento con el resultado obtenido hoy que le ha convertido en la gran sorpresa del fin de semana. El joven corredor belga aseguraba que “ha sido muy duro, pero el resultado es fantástico”. El de Telenet-Fidea Lions disputó la prueba del viernes (en la que ganó Sweeck) y “ya entonces me sentí bien, pero no esperaba este resultado para nada”. Hermans asegura que se ha soprendido a sí mismo porque “ha sido la primera vez que me he exprimido tanto y he demostrado que puedo estar con los mejores”.

Preguntado si hubo algún momento en el que pensó que podría seguir el ritmo de Van der Poel, el belga bromeaba diciendo que “quizás diez segundos” y explicaba que “hubo un momento, al principio de la carrera, en que lo intenté, pero me di cuenta de que, sencillamente, no iba a poder seguirle, así que decidí seguir mi propio ritmo”.

Nash golpea primero en Iowa

Nash, ganadora en Iowa / © UCI

Costó mucho. Casi media carrera. Tres de las seis vueltas a las que finalmente se fue la prueba femenina. Ese fue el tiempo que necesitó la checa de origen americano Katerina Nash (Clif Pro Team) en romper el férreo control que hasta el momento estaban imponiendo unas y otras al frente de la carrera y abrir hueco en el rapidísimo circuito de Iowa.

Antes de que la checa lo hiciera, lo había intentado, nada más darse el pistoletazo de salida, la italiana Eva Lechner (Clif Pro Team), que tiró con todas sus fuerzas durante el primer giro sin conseguir que sus grandes rivales se despegaran de su rueda trasera. La que más dificultades evidenció en esos primeros metros fue la campeona del mundo, Sanne Cant (Beobank-Corendon), que se tenía que conformar con seguir las evoluciones del pequeño grupo de apenas siete unidades que seguían la estela de la transalpina.

Tras el primer paso por la línea de meta, Lechner dejó que fuera Maud Kaptheijns (Crelan-Charles) la que cargara con el peso de la carrera, pero la holandesa dejó claro que sus intenciones no pasaban por imponer un ritmo duro desde tan temprano y eso permitió que se produjera un reagrupamiento que trajo al pelotón de cabeza a Cant y su grupo hasta conformar un total de cerca de 20 unidades rodando delante.

Aquello no gustó a Lechner, que no tardó en volver a acelerar. Justo cuando, mediado el segundo giro, parecía que la italiana iba a poder abrir un pequeño hueco, se produjo la reacción de Katie Compton. La campeona americana propuso un poderoso cambio de ritmo que la llevó hasta la cabeza de carrera, posición de la que sólo una caída pudo apartarla.

Fue ya en la tercera vuelta, cuando la carrera había entrado en otra fase de cierto conformismo, cuando Nash aceleró. Sophie De Boer (Parkhotel Valkenburg-Destil) dudó unos segundos y eso fue suficiente para que la checa se marchase en solitario iniciando el que sería el monólogo que acabaría convirtiéndola en la primera líder de esta Copa del Mundo.

Mientras, por detrás, era Kaitlin Keough (Cylance) la que, poco antes de iniciarse la última vuelta, ponía tierra de por medio con el grupo de la De Boer, Cant, Kaptheijns, Mani y Langvad y se entregaba a fondo en la imposible misión de dar caza a la líder de la carrera. El movimiento de la americana le servía para asegurarse la plata en la cita inaugural, lo que convertía en todavía más dramática la pelea que por detrás se libraba por el último metal y, no lo olvidemos, por los valiosísimos puntos que pueden tornarse en cruciales el próximo mes de febrero.

Allí atrás era De Boer la que se empleaba más a fondo con la siempre sufridora Cant como única mujer capaz de seguir su ritmo cuando la holandesa planteó un nuevo cambio de ritmo ya en el último tercio de la vuelta de cierre. Finalmente, como corresponde a un circuito tan rápido entre rivales que llegan tan igualadas, el nombre de la mujer que se colgaría el bronce se decidió en un apretado sprint que finalmente cayó del lado de la portadora del maillot arcoíris relegando a De Boer a la cuarta posición.

Nada más terminar la carrera, Nash explicaba que “era un circuito que se adaptaba a mis cualidades, con esas zonas de subidas y bajadas rápidas”. Además, reconocía que “antes de que fuera parte de la Copa del Mundo ya había corrido varias veces el Jingle Cross, así que conocía muy bien el circuito y eso siempre es una ventaja”. Una ventaja que no se ha visto perjudicada por el calor que ha castigado a las corredoras especialmente a partir de la segunda vuelta, cuando el sol ha salido de detrás de las nubes. Nash explicaba que “ha hecho calor, pero no tanto como estos últimos días o el año pasado” y aunque reconoce que “normalmente me sienta mejor el frío”, restaba importancia a las altas temperaturas ya que “seguimos estando a finales de verano, así que no me ha molestado. El cuerpo todavía está aclimatado a esta temperatura”.

En cuanto al desarrollo de la carrera y, en concreto, al momento decisivo de su ataque, Nash explicaba que “me he sorprendido a mí misma con lo bien que he rodado en la parte más dura de la subida. He acelerado y he visto que podía abrir hueco y es cuando he dicho adiós. Además, tenía a un par de compañeras bien situadas por detrás y eso ha funcionado muy bien. Se ha presentado una oportunidad perfecta y la hemos aprovechado”.

CLASIFICACIÓN ELITE MASCULINA

CLASIFICACIÓN ELITE FEMENINA