Lo sucedido en el Jingle Cross de Iowa, primera cita puntuable para la Copa del Mundo de ciclocross 2017-2018, no es más que el primer capítulo de una historia que todavía tiene todas sus páginas en blanco. Apenas se han dado, es cierto, las primeras pedaladas de un invierno que promete ser especial, pero las señales dadas por los dos grandes dominadores de la especialidad invernal han provocado que los seguidores de uno hayan lanzado las campanas al vuelo mientras que el entorno del otro trate de calmar unas alarmas que el propio protagonista no esconde.
El espectacular dominio mostrado por Mathieu van der Poel en Iowa contrasta con la pobre imagen dada por un Wout Van Aert que reconoce abiertamente que ni las averías ni el calor pueden ser una excusa para su mala actuación. “Ya desde la salida me di cuenta de que las cosas no estaban saliendo bien. No tenía buenas sensaciones”, explicaba el Campeón del Mundo. Era su segunda carrera de la temporada tras la disputada en Eeklo (donde acabó segundo tras Van der Poel). Allí tampoco tuvo buenas sensaciones, aunque explicaba que “aquí [por Iowa, N.d.A.] ha sido todavía mucho peor. No tengo ninguna explicación para lo que me ha pasado y no tengo intención de poner excusas”, reconocía en un arranque de sinceridad.
Van Aert reconoce que “sufrí un pinchazo que me obligó a dar más de media vuelta con esa avería”, aunque aclara que “eso no es excusa. Cuando uno está bien estas cosas no suceden. Incluso sin el pinchazo mi mejor aspiración era acabar en algún sitio entre el quinto y el décimo”. Y si la avería mecánica no iba a poder explicar su mal arranque de competición, tampoco lo iba a hacer el calor. “Ha hecho calor, sí; pero eso sólo te afecta cuando no estás bien. Además, había apenas 20 grados… no es algo que puedas considerar como una situación extrema”.
Pese a que desde su entorno quieren quitar hierro al asunto, el corredor no quiere engañar a nadie y reconoce que “las dudas nunca son algo positivo. En los entrenamientos las cosas van bien, pero no estoy adquiriendo a tiempo las sensaciones de crosser. Peleo contra la carrera y contra mí mismo. Algo tiene que cambiar y mejorar”.
Nys: Van der Poel es mejor que yo
Mientras, su mayor rival, Mathieu van der Poel, que durante los dos últimos años siempre comenzó las campañas invernales lastrado por las lesiones, está viviendo su arranque de temporada más dulce. Tras su triunfo en Eeklo llegó la demostración de Iowa y espera ahora, el próximo domingo, la cita de Waterloo sobre un circuito que él mismo reconoce que le viene bien.
Pero en el caso del corredor holandés no es sólo su superioridad la que mete miedo a sus rivales sino, sobre todo, esa sensación de dominio y clase exquisita que muestra sobre la bicicleta… sobre cualquier bicicleta. A sus 22 años, Van der Poel ha demostrado ser el hombre a batir en el ciclocross, pero también ha conseguido hacerse un hueco entre los mejores especialistas del BTT y nadie duda de sus condiciones para triunfar en la ruta.
Todo ello ha provocado que Sven Nys, el hombre considerado por muchos como el mejor crosser de la historia, no haya dudado al asegurar que “Van der Poel es mejor que yo. A su edad, hace cosas que yo no podía ni soñar”.
Para el Caníbal de Baal, el límite del holandés es una barrera desconocida por todos y su futuro podría estar en cualquier disciplina ciclista que elija. “Ponle encima de una bicicleta y él ganará carreras. Da igual la especialidad”, opina Nys.