David de la Cruz (1989) intentó la escapada, y estuvo en ella aunque sin éxito, en el pasado Campeonato del mundo de Bergen, aunque la selección española no alcanzó un buen resultado. Ahora, confía en mantener esas “buenas sensaciones” y poder “hacer algo bueno” en su despedida del QuickStep, con Milán-Turín y Lombardía, antes de enfundarse el maillot del Team Sky a partir de la próxima temporada. De la Cruz repasa su temporada, con victorias en París-Niza y Vuelta al País Vasco y en la que tampoco ha faltado la dosis de mala suerte, sobre todo en la Vuelta a España, abandonando en la penúltima etapa del Angliru por una caída en el descenso del Cordal. Y mira al futuro con ambición y confianza.
-¿Qué balance hace de su actuación y de la selección española en el Mundial de Bergen?
-A nivel personal estoy contento porque lo hice lo mejor que pude. Está claro que no era el recorrido idóneo para mí. Además, pensaba que iba a ser una carrera más selectiva y no fue el caso. Las oportunidades pasaban por estar atento a los cortes para ver si podíamos jugar otra baza que no fuera al sprint. No salió y no ha sido un buen resultado. Me queda la espina que en la última subida. Me pilló la caída y me fue imposible empalmar quizá por error mío o por no ir bien colocado. Personalmente, estoy contento porque las sensaciones son buenas; después de mi caída en la Vuelta tuve mis dudas porque estuve varios días bastante tocado. Yo hice la carrera que tenía que hacer y sobre todo es una experiencia de cara al futuro. Mi conclusión es que el Mundial es una carrera distinta, especial.
-Mirando al futuro, el recorrido de Innsbruck 2018 seguro que le gusta más, con casi 5.000 metros de desnivel.
-Sin duda va a ser uno de los objetivos de la temporada. Es un Mundial que rompe la tónica de los últimos años, para clasicómanos o velocistas. El año que viene va a ser duro, selectivo y para escaladores. Me gusta y por lo tanto será un objetivo, aunque queda muchísimo. Según terminé el domingo, estaba pensando que me gustaría estar allí e ir con opciones de hacer un buen papel.
-Entiendo que querrá aprovechar este buen momento en lo que resta de temporada.
-Sí. Si no hay ningún cambio, me queda Milán-Turín y Lombardía; son carreras duras y espero mantener la concentración en estas dos semanas y las sensaciones. Porque esta segunda parte de la temporada he estado cerca de ganar pero no lo he conseguido y me gustaría acabar con un buen sabor de boca. En la Vuelta, no pude demostrar todo lo que tenía por bastantes infortunios. Y quiero acabar mi etapa con el QuickStep consiguiendo un resultado bonito. Espero estas dos oportunidades que quedan se pueda hacer algo bueno.
-La Vuelta a España, pese a esa mala suerte y su caída y su abandono, fue la confirmación de actuación del año anterior.
-Yo pienso que he dado un paso adelante esta temporada y que el salto ha sido bastante grande y eso es una buena señal. Soy un corredor que progresa año a año. El año pasado limitaba las pérdidas pero no estaba para disputar una etapa de tú a tú con los mejores de la carrera. Este año, sí. Me supo muy mal no vestirme de líder por 2″ cuando el día anterior pierdes 12″ en un corte tonto. Lo último que me quedaba era intentar disputar la victoria en el Angliru o tener un puesto entre los diez primeros hasta que la caída me acabó de rematar. Yo creo que he demostrado un buen nivel o que lo puedo hacer bien y que lo del año pasado no fue una casualidad. Este año me faltado la suerte; estar cerca de ganar y no lo consigues… No solo es tener piernas sino tener suerte también. Me he cuidado, he entrenado… Y lo que más te duele de todo es saber que puedes hacer algo y que no lo puedes hacer por factores ajenos a ti.
-Sus victorias en carreras como París-Niza o País Vasco demostrarían ese paso adelante.
-Ya empecé la temporada en Valencia disputando, en Omán también estuve cerca; en París-Niza conseguí ganar, en País Vasco también, y en Burgos o la Vuelta he estado con opciones de ganar. Así que en cada carrera he estado con opciones. Por lo tanto eso es importante cara al futuro. A veces el ganar está en pequeño detalles, pero lo importante es tener la capacidad de estar ahí disputando. Este año he dado un paso adelante. Y me motiva cara al futuro y más ahora que cambio de equipo.
-Y ese futuro será en el Team Sky, ¿por qué eligió esa opción?
Es al equipo al que todo el mundo mira y en el que le gustaría correr o ver cómo trabajan. Me llamaba muchísimo la atención así que el hecho de poder formar parte de él es increíble y una alegría. Pienso que en el Sky puedo encajar bastante bien por mis características como corredor. El año que viene me motiva mucho porque pienso que voy a seguir progresando, pero especialmente por ese cambio.
-¿Qué espera encontrar en el Team Sky?
Sobre todo, aprender a trabajar, cómo se trabaja para hacer buenas generales, pulir detalles, como la posición en la cabra… Y, cuando tenga la oportunidad, tener un equipo que sabe trabajar y aprovecharlo. Es el equipo de referencia, sobre todo para un corredor de clasificaciones generales es donde más rendimiento puede sacar.. Si de verdad lo merezco y tengo la oportunidad, estoy seguro que con un equipo como el Sky puedes sacar más resultado y partido. No hay más que ver como en la Vuelta a España han arropado a Froome. Es un corredorazo pero gran parte de los éxitos que tiene también se debe al equipo que tiene detrás.