19ª Vuelta España: Horner, nuevo líder; Purito, en el Naranco

Purito, con la montera picona en el Naranco © Unipublic

Fernando Ferrari / Ciclo 21

El hombre de los records de longevidad en el ciclismo profesional no se cansa, no resopla. Es más, su rendimiento va in crescendo, sin límite, como si cada kilómetro que acumulase recargara su depósito de glucógeno, la gasolina indispensable para ser el mejor y no desfallecer. Chris Horner, 20 años y medio en cada extremidad inferior, da un paso más en su reto de ganar la Vuelta a España 2013. Si en la cima de Peña Cabarga– donde residió en su base en 2005 sin subirla nunca- se quedó a 3 segundos de Nibali, en el alto del Naranco ovetense le ha dado la vuelta y es el estadounidense el que se viste de rojo dejando ahora al derrotado Nibali a esos 3 segundos que llevaba de ventaja. Siguen las diferencias estrechas, rotatorias e intrigantes que van a convertir este sábado el Angliru en un detonador imprevisible. Al ganador del Giro de Italia se le está haciendo muy larga la Vuelta. Acumula 80 días de competición por los 34 de Horner. Y ésa es la clave de lo que está pasando.

El que lleva en sus piernas 79 jornadas con dorsal es Joaquim «Purito» Rodríguez, un corredor al que le ha faltado en esta edición esa chispa necesaria para luchar por el podio y la general de la Vuelta -con permiso del Angliru-, pero que ha podido recuperar esa aceleración brutal que le ha permitido ganar tantas carreras. Pero el catalán del Katusha llevaba más de seis meses sin levantar los brazos. La última ocasión fue en marzo, en una etapa de la Tirreno-Adriático. Y hasta hoy, pasando por su tercer puesto en el Tour de Francia. A un kilómetro de meta de la cima ovetense soltó su estacazo letal como antaño y nadie fue capaz de coger su frenética rueda. Un buen premio de consuelo y tercera victoria española en la Vuelta 2013. Las tres duermen en la misma habitación junto a su compañero y amigo Dani Moreno, que se impuso en Fisterra y Valdepeñas de Jaén. Flojo balance para el ciclismo doméstico.

Preidler y Boasson Hagen © Unipublic

A pesar de llevar acumuladas diecinueve etapas, la jornada fue un torbellino de velocidad, superando los 45 kilómetros por hora en los primeros 180 minutos. Todo ello por la pugna entre 20 corredores y el pelotón encabezado por el Katusha, que no quería desperdiciar la ocasión de llevarse la etapa y al final lo consiguieron. Boasson Hagen y Preidler fueron los que más protagonismo en solitario acapararon, pero fueron neutralizados por una avanzadilla con Herrada como principal hombre. Luego vino el turno del portugués Mendes que subió en cabeza el Naranco hasta el último kilómetro. Allí, lanzados por los Saxo, Purito remachó el estéril ataque de Roche y no dio opción a a ninguno. Mientras, Nibali se dejaba unos segundos con Horner, mientras que Valverde pudo aguantar la rueda del máster estadounindense. El jefe del Movistar no pierde caché a 1:06 del líder.

Y este sábado, día clave y decisivo en el Angliru. Si Unipublic -ya ASO- pretendía un epílogo así, lo ha bordado. Dos corredores en cabeza separados por 3 segundos -recordamos las bonificaciones intermedia y en meta, quizás decisivas en Madrid– y el tercero a poco más de un minuto. Y al final todo un puerto camino de ser mítico y de la dureza salvaje del Angliru. Ingredientes de sobra para filmar una película más que taquillera y donde Horner parte como favorito y convertirse así en el ganador más veterano -y con diferencia- de una gran vuelta por etapas. Pero la cima asturiana de Riosa es muy peligrosa. Un arma definitiva de doble filo en el que cualquier situación, a casi 200 pulsaciones y en estado de agonía máxima, puede dar origen a múltiples saldos.

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