Luis Ángel Maté (Cofidis) ha puesto fin a la temporada 2017, décima de su carrera profesional, y ahora descansa antes de empezar a preparar la próxima. El ciclista marbellí hace balance de la campaña recién acabada y habla tanto de los cambios que vienen en el equipo Cofidis como de la mejoría de perspectivas del ciclismo español en el futuro.
-Para empezar, ¿qué balance hace de la temporada?
-En líneas generales ha sido positiva. Diferente a las otras, por la caída en Mallorca y la operación posterior. Había preparado muy bien el principio de año y el parón me rompió los planes. Al final empecé la temporada tarde, a primeros de abril. Desde ahí hasta la Vuelta ha habido muchos meses seguidos de competición con muy buen nivel. Tuve que cambiar todas las estructuras de entrenamiento y aun así he logrado rendir bien así que estoy contento.
-En enero en Mallorca se trunca todo. ¿Esos cambios de planificación son más exigentes a nivel mental que físico?
-Bueno, físico también. Había trabajado mucho para llegar muy bien a Andalucía y París-Niza y toda esa forma se pierde al parar. Con la experiencia, sabes que el trabajo hecho tarde o temprano acaba saliendo. No fue a principio de año, evidentemente, pero luego volví a recuperar el nivel y es bueno saber que uno aprende a gestionar mejor su forma con la experiencia.
-California, que descubría este año, ha sido la primera prueba donde ha rendido al nivel.
-Me ha gustado mucho descubrir esa carrera. Una prueba completa con montaña, crono, etapas al sprint y buena participación. Quizás en la CRI perdí más de lo esperado, pero igualmente estoy contento. Espero volver allí.
-Otra carrera que descubrió hace poco, Luxemburgo, lleva dos años dándole sus mejores resultados. ¿Qué tiene que le va tan bien?
-Creo que es la mejor preparación para el Tour: Luxemburgo y después Route du Sud. Es un terreno muy parecido a las Ardenas. Hay repechos cortos, continuos cambios de ritmos y te permite coger rápido la chispa de cara a una prueba como el Tour. Me he adaptado bien a ella y me gusta mucho.
-En el Tour iba todo en orden hasta que le mermó un forúnculo. ¿Había piernas para más?
-Sí, la última semana pude haber tenido más protagonismo. EN las dos primeras semanas tuve que trabajar mucho para los sprints, que era menos vistoso. Teníamos una baza con Nacer y me tocó hacer labor de equipo, y si estás tirando es difícil que estés delante en la montaña. Yo llegué bien, pese a haber gastado muchas balas, pero el poco gas que tenía me lo quitó el forúnculo.
-La Vuelta también acabó donde los años anteriores. ¿Qué faltó para que fuese perfecta?
-Una fuga la última semana. Quería haber estado en una porque había etapas como la de Gijón que tenía marcada. Pero el equipo ha estado en todas las fugas y cuando tienes compañeros delante no puedes mover el árbol.
-Una fuga en Cuenca, que sí llegó -fue octavo-, y otra en La Pandera que parecía que llegaría pero se truncó.
-En Cuenca ganó Mohoric que fue el más fuerte. Se fue, lo cogimos y se volvió a ir. Y la otra, fíjate si es difícil estar en la fuga el día que tienes marcado en una carrera como la Vuelta, y más en un final en alto. Pues yo lo conseguí y sacamos ventaja, pero luego Bahrain, Trek y Astana se pusieron a tirar y nos la echaron abajo. Aguantó Majka porque iba superior y subió como los favoritos de rápido. Fui el tercero de la fuga, tras él y De Clerq, hubiera sido una buena oportunidad de hacer un puesto.
-¿Quizás esta Vuelta ha marcado un poco el regreso de los años buenos del ciclismo, a juzgar por las audiencias, después de una época mala?
-Yo creo que no es sólo esta. Ya en años anteriores he visto un crecimiento. En 2012 y 2014, las dos de Contador, tuvieron una repercusión tremenda. Quizás, sin menospreciar, la de Aru tuvo un poco menos. Este año ha sido la culminación a una época en la que el seguimiento ha crecido mucho, y hablo sobre todo de la presencia de gente en la carretera. Ahora se va Alberto y habrá que ver cómo responde el público.
-Ya acabó la temporada, ¿qué toca hacer las próximas semanas?
-He acabado en Lombardía, sí, pero tras la Vuelta he levantado el pie. A Italia he ido únicamente a trabajar y sin tanto punto de forma, porque como te dije la temporada ha sido diferente. Ahora lo importante es seguir descansando. Ya he parado para regenerar y con un ojo puesto en la próxima temporada, que ya estoy preparando con la recuperación.
-¿Cuándo regresa a los entrenamientos?
-Más o menos el 10 de noviembre.
-¿Ha podido hablar con el cuerpo técnico del equipo para hacer balance conjunto?
-Aún no. Nos reunimos la primera semana de noviembre y ahí tocará hacer balance de la temporada anterior y planificar la que viene.
-Personalmente, ¿cómo valora la temporada de Cofidis?
-Este año nos hemos basado mucho en los grandes objetivos con Nacer, especialmente centrándonos en ganar esa etapa del Tour que se nos resiste. Él tras la durísima caída que tuvo en Yorkshire le costó recuperarse y no ha vuelto al nivel que tenía antes. Quizás por eso no se han dado los números de los años anteriores. Pero me quedo con que el equipo está trabajando bien, hay un grupo capaz de hacer muchas cosas en carrera: en el Tour hemos tirado para controlar, hemos lanzado sprints, hemos tenido presencia en montaña en la Vuelta, hay muchos jóvenes que siguen creciendo… soy una persona optimista y creo que el balance promete de cara al año que viene.
-Además, el año que viene se diversifica con la llegada de los hermanos Herrada.
-Es una oportunidad muy buena para Jesús y para José, que estoy convencido que va a ser importante. Van a tener gente trabajando para ellos, son dos grandísimos corredores y un refuerzo estupendo para el equipo, que nos hará crecer y nos ilusiona mucho para dar pasos juntos. Estoy convencido de que será un gran año, Cofidis ha hecho un gran fichaje y estoy encantado con su llegada.
-Por el tipo de corredor que es, ¿le viene incluso mejor que estén ellos aquí?
-Claro. Voy a tener la oportunidad de exprimirme en mi terreno. Se nos abren además nuevas metas, nuevas carreras donde tendremos muchas variantes a la hora de correr. Para mí esto me afecta, para bien, personalmente.
-Ha renovado dos años, ¿qué planes tiene a medio plazo?
-Pues dos temporadas en un proyecto interesante con un equipo que el año que viene cambia bastante. Serán dos años importantes para mí en los que espero con la experiencia que tengo alcanzar una mayor madurez, espero seguir creciendo y dar una versión aún mejor. Creo que todavía puedo crecer en muchos aspectos y para eso voy a seguir trabajando.
-Dada su experiencia, ¿cómo ve que por fin haya aumentado el número de equipos, y carreras, en el ciclismo español? ¿Será un despegue definitivo?
-Creo que sí, por fin. Y a raíz del aumento del seguimiento en las carreteras, el seguimiento en prensa y televisión. Hacía mucho que no teníamos estas noticias: suben Murias y Burgos, salen Contador y Fundación Euskadi a continental. Es una bendición que nazcan estos equipos que les apoyen. Para que crezcan los equipos tiene que haber carreras, en las carreras tiene que haber público y ese público hará un seguimiento. Son los brotes verdes, como dicen en economía, pero que aquí es importante que se produzcan porque estábamos necesitados de ellos, sobre todo los jóvenes.