L. G. Z. / Gorraiz (Navarra) / Ciclo 21
Pasado un 2017 mitad bueno, mitad malo, para Eusebio Unzué hay otras preocupaciones futuras. Aparentemente una de la que menos le preocupa es la convivencia entre sus líderes, el triunvirato Valverde-Quintana-Landa. Porque ya tiene experiencia de faenar con cohabitaciones que parecían imposibles, que siempre terminan despejadas en la carretera. Unzué, que ha perdido músculo en el equipo con la marcha de una buena clase media (los Izagirre, los Herrada, Castroviejo, Sutherland), le tiene más preocupado ese fatídico número ocho. El límite de participantes en las grandes por decreto que ha establecido la UCI. El alma del Movistar tiene soluciones en la cabeza, y durante la concentración de su equipo de la semana pasada las expuso públicamente.
Unzué ha hecho sus cálculos, y para Movistar el tener un corredor menos por gran vuelta y la misma cifra en el resto de calendario le implica tres corredores y medio menos que los que tenía hace un año. «Los equipos nos tenemos que adaptar a las decisiones. Pero por un lado todo el mundo quiere organizar carreras y buenas carreras. Por otro las organizaciones están cada vez más interesadas en acoger pruebas World Tour, porque es un buen escaparate. Pero las grandes carreras y los mayores esfuerzos se hacen en Europa», explicaba. «Los equipos no queríamos una reducción de corredores, ha sido una cuestión de la UCI a proposición de los organizadores. Entienden que un corredor menos va a debilitar los grandes bloques y eso se va a dar más espectáculo. Es una decisión que respeto, pero el tiempo nos dirá si es acertada o no. Todos vamos a ganar, pero aquí sigue siendo muy importante hacer segundo y tercero. Nos vamos a encontrar con equipos unidos defendiendo los mismos intereses. Yo creo que eso no es más espectáculo. Me parece bien que se reduzcan corredores, pero lo anormal es que un deporte tan duro y con el grado de siniestralidad que tiene no busque fórmulas para paliar la pérdida de corredores y juegan en igualdad de condiciones».
El técnico navarro propone que los equipos tengan banquillo, sino ilimitado, si al menos durante parte de la carrera. «Se trata de luchar en las mismas condiciones. El ciclismo debe dar síntomas de humanidad. Como no hay opciones de sustituir a nadie, ahí tenemos a los chavales destrozados, haciendo etapas de 200 km en muy malas condiciones», explica. «Si no hay opción de cambiar, al menos se podría barajar la posibilidad de estudiar con los doctores tenerlo dos días de recuperación o cuando el médico considere. Pero es lo que hay. Me gustaría poder probar que los corredores que se hayan caído en la primera semana puedan ser sustituidos, y tener tres corredores preparados para sustituir a los heridos, como pasa en cualquier otro deporte».
Unzué sería partidario también de otra medida con la que se equilibrarían las fuerzas en el pelotón mundial, limitar los presupuestos. «La limitación de los presupuestos tendría su lógica. A mí me parecería mejor que los sueldos de los corredores fueran más equilibrados. Quienes no tenemos los presupuestos ilimitados nos tenemos que pelear por los gallos que hay en el mercado, echar todas las energías, y repartir miseria entre los demás corredores. Eso es injusto», comentaba el técnico navarro. «Pero en general creo que se van subiendo los presupuestos, y que ha mejorado en confort general de los corredores, pero no vería mal una limitación presupuestaria».
Contra el pavés del Tour
A Eusebio Unzué, que puede plantarse con tres opciones en la salida del Tour 2018, hay cosas que no le gustan del trazado del año próximo. Considera que es un Tour que comienza dos veces. De la primera a la décima etapa, y a partir de la undécima. «Es un recorrido que tiene algo de diferente y en el que veo que hay cosas innecesarias».
Al responsable del Movistar le aterroriza los que pueda pasar en la etapa de Roubaix. Un día que, a su criterio, va a marcar todo. «Es un recorrido que deja satisfecho a todos los aspirantes de ganar las grandes de los últimos años. Hay muchísima montaña para marcar diferencias, de hecho es lo que va a marcar la carrera, y luego la crono por equipos no es tan larga como para hacer muchas diferencias y la última es para que ha brillado el día anterior brille ese día. Es muy exigente», apunta. «Lo innecesario del Tour es el pavés. No hay ninguno de los favoritos que haya salido encantado al ver los tramos. No es cuestión de quitarlo o no, sino que nadie va a ganar allí nada. El tema es a qué te puede llevar un punto de mala suerte. Nibali o Dumoulin les puede importar menos, pero todos vamos a tener que asumir unos niveles de riesgo increíbles. Los habituales, pero multiplicados por ni se sabe cuánto, y con uno menos. El pavés no le va a dar el Tour a nadie, sí se lo puede quitar a muchos y todos vamos a salir con el virgencita virgencita que me quede como estoy. Quien te saca de no es el rival, es la suerte. Eso es un drama para los equipos, que gastamos muchos esfuerzos y medios para llegar a esa carrera con lo mejor de lo mejor en las mejores condiciones, y aquello se puede ir al carajo por un golpe de mala suerte. No sé cuánto más se va a divertir la gente por esa etapa, pero para los equipos es un motivo de preocupación enorme».
La UCI podría nombrar como presidente eterno al señor Unzue, seguro que ganaba el ciclismo sideral que pretende. El pavés es algo que la organización del Tour suele poner de forma discrecional y siempre ha sido así, pero al señor Unzue no le gusta. ¿Por qué no nos da una conferencia sobre piensos para animales? Seguro que muchos disfrutaríamos con ello. También propone que los equipos tengan banquillo ¿No sería mejor que los equipos tuvieran a un emasculado mental para sustituir a algún director? Eso también es posible ¿verdad? Y para terminar nos deleita con “veo que hay cosas innecesarias” Lo único innecesario es que el señor Unzue eche la lengua a pacer. Cuando no habla está un poco más guapo.