Crean una “caja negra” para bicicletas

Suele pasar que cuando un ciclista sufre un accidente, el automovilista continúa la marcha y el ciclista, a veces con pérdida de conocimiento o gravemente herido, no puede saber quién fue el culpable. Con el propósito de evitar ejemplos como este, nace Rideye, una caja negra para bicis.

Rideye nació cuando un amigo de Cedric Bosch, el creador de este accesorio para bicicletas, sufrió un accidente. Producto de las heridas sufridas, no pudo identificar al culpable. Lamentablemente, no había testigos y por esta razón, el conductor quedó impune. Así, la idea de Rideye es instalar en la bicicleta una caja negra, como la de los aviones, pero para bicicletas, que vaya filmando todo lo que sucede mientras tu pedaleas.

Pero ¿en qué se diferencia de una cámara convencional para bicicletas? La caja negra para bicicletas Rideye tiene la capacidad de filmar y registrar de modo continuo lo que sucede mientras uno pedalea. Es una cámara de alta definición (1280×720) y con una memoria interna con capacidad para grabar 2,5 horas continuas de vídeo, en un régimen de 30 FPS y 7Mbps. También conservará el audio, con una calidad de 512 Kbps, mono, 32 kHz y 16 bits.

Resulta interesante en este accesorio para bicicletas la capacidad de cubrir un ángulo de 120°, por lo que nada escapa a esta videocámara. Su calidad y ángulo de visión está pensado para captar matrículas de vehículos. Con menos de 200 gramos de peso, es capaz de sobrevivir a impactos fuertes. Rideye es el testigo ideal para cuando el ciclista sufre un accidente. Lo interesante es que cuando la memoria interna de 8 Gb se completa, el sistema automáticamente elimina las imágenes más antiguas para filmar las nuevas. Exactamente como lo hace la caja negra de un avión.

Así, mientras circulas en tu bicicleta, Rideye toma imágenes y capta el audio de lo que sucede. Si el acelerómetro ubicado en el centro del dispositivo detecta un impacto inusual que corresponde a un accidente, la máquina se detendrá automáticamente, de manera que conserva lo grabado y evita que se sobrescriban las imágenes útiles para determinar cómo sucedió el siniestro.