Según informan diversos medios de comunicación suizos, el empresario Andy Rihs ha fallecido esta noche, a los 75 años, a causa del síndrome mielodisplásicos que sufría desde hace años. El empresario y multimillonario helvético, nacido el 2 de noviembre de 1942 en Stuttgard, comenzó a construir su imperio económico en 1966 al hacerse cargo de la empresa de audífonos de su padre, quebrada en ese momento, llegando a convertila en una de las más importantes del sector y base de un conglomerado de empresas que bajo el nombre de Sonova Holding factura, según la prensa especializada, más de 1.650 millones de euros al año.
Rihs, gran aficionado al deporte, no dudaba en apoyar diversas iniciativas relacionadas con este ámbito, llegando incluso a poner dinero de su propio bolsillo si la empresa en la que se embarcaba le emocionaba.
Uno de sus deportes favoritos era el ciclismo. Reconocido cicloturista, dio el salto definitivo al pelotón profesional en el año 2000 como patrocinador principal del equipo Phonak que bajo la batuta de Álvaro Pino se mantuvo en el máximo nivel internacional hasta que el positivo de Floyd Landis en el Tour de Francia de 2006 –del que fue desposeído de la victoria a favor de Óscar Pereiro– terminó con la desaparición del conjunto.
Pero Rihs, enamorado de este deporte, no se dio por vencido y volvió en 2007 con BMC para hacerse cargo de la estructura, de la que ha seguido siendo el mecenas desde entonces.
Enfermo desde hace años, no es ningún secreto que sus herederos no comparten la pasión por el ciclismo de Rihs, por lo que siempre se vinculó la continuidad del equipo ciclista con la figura de su gran mecenas, llegando a admitirse de forma más o menos pública y rotunda que el día que la enfermedad acabara con él, sería también el día en el que, con casi toda seguridad, se certificara la fecha de caducidad del BMC como equipo ciclista. La veracidad de este punto lo conoceremos, en cualquier caso, en los próximos meses.