Óscar Sevilla, más ‘Niño’ que nunca por su ilusión

Óscar Sevilla y Paco Mancebo, ambos de la ‘quinta’ del 76, durante la Vuellta a Madrid © Ciclo 21

Román Mendoza / Ciclo 21 

A pesar de sus casi 42 años -le caerán el 29 de septiembre-, aún se le puede seguir llamando con ese apodo de ‘El Niño’ por el que siempre se le ha conocido, por sus facciones, pero sobre todo por la ilusión que sigue transmitiendo con sus palabras, en la que es ya su vigésimo primera temporada como profesional. Como ya escribimos de su amigo y coetáneo Paco Mancebo, la mitad de su vida en la máxima categoría ciclista, haciendo lo que le gusta… y a tenor de lo que nos cuenta, por algunos años más.

Sin embargo, no sólo su carrera, sino también su vida, estuvieron a punto de truncarse cuando fue atracado a mediados de marzo por un grupo de personas que pretendían robarle la bicicleta, lo que le supuso la fractura del radio del brazo derecho. Una lesión de la que ya está recuperado, aunque aún se le vio con una férula antes de las etapas y con un vendaje durante las mismas, en la reciente Vuelta a Madrid, en lo que suponía su reaparición en una carrera en la que se impuso el pasado año. Además, la suspensión de Gonzalo Najar tras dar positivo le dejaría como vencedor de la Vuelta San Juan, su primer triunfo de 2018.



– La primera pregunta es obvia, ¿cómo está?
– Obviamente no en mi mejor momento, no estoy en forma, porque he estado parado un mes, y para lo que me pudo haber pasado… Pero estoy contento de estar otra vez aquí, porque en la vida hay que ser agradecido y no puedo olvidar que el año pasado me llevé la victoria. Me hubiera gustado poder disputar la carrera, pero las cosas vienen así y ya es mucho poder estar de corto.

– Más que físicamente, supongo que el atraco sería un ‘palo’ porque nunca había tenido ningún problema en Colombia y había proclamado la seguridad que allí tiene…
– Me dio mucha impotencia, mucha rabia porque es un país en el que se vive perfectamente, en el que me he encontrado con gente maravillosa, aunque haya cosas por mejorar. La verdad es que fue un episodio muy duro y muy triste, más que por el miedo que sentí, por esa impotencia de ver cómo se manchaba por culpa de la violencia la imagen de un país que tiene cosas muy positivas. Pero toca pasar página y luchar porque ese tipo de personas no sigan actuando así

– Al poco tiempo apareció la bicicleta y de los atracadores ¿se supo algo más?
– La bicicleta la dejaron a las pocas horas. Los medios le dieron mucha repercusión y rápidamente la dejaron porque vieron que no tenía salida. A los ladrones los tenían identificados, la policía secreta llevaba meses detrás de ellos y los cogieron rápido. Lo importante es ir detrás de estas bandas que trafican con las bicicletas y son los que seducen a esta gente para que roben. Si no hubiera compradores de bicicletas robadas, el negocio se acabaría y la idea tiene que ser esa, luchar contra esa gente que compra y vende el material robado.

La única presión, la que él mismo se pone
Según vamos conversando, la voz de Oscar Sevilla va tomando la sonoridad de su país de adopción, ese ritmo sudamericano que va ocultando su original acento manchego. “Ya son diez años en Colombia, mi mujer es colombiana, los amigos… es inevitable”. Lo que no cambia es su ilusión, ese brillo que transmiten sus palabras.

– Estoy aquí por eso. Por ilusión, por pasión. No tengo ninguna necesidad y esa es la clave de que esté andando bien. No tengo ningún estrés, ninguna presión, salvo la que me pongo yo mismo. Esto no quiere decir que no sea profesional o responsable. Entreno cada día y me cuido como antes o más, hago las cosas con el mismo cariño, pero lo importante es que no tengo necesidad de demostrarle nada a nadie, simplemente a mí mismo, a mi familia y a mi equipo. Y sobre todo disfrutando mucho. No sólo por poder disputar incluso ganar las carreras.

– Por cierto, recientemente dijo que se veía con opciones de quedar entre los diez mejores en una Vuelta a España…
– Sí, sí. Sobre todo hace un par de años, porque ahora ya van pesando un poco. Pero de los treinta y tres a los cuarenta ha sido mi mejor etapa, en la que me encontré muy bien físicamente.

– ¿Se lamenta de que estos años no le pillasen en España?
– Así me vinieron las cosas, y quiero pensar sólo en lo positivo, en todo lo bueno que me ha traído estar en Colombia. La vida te pone y te quita. Pierdes cosas buenas, pero te da otras mejores. Y desde luego, aunque ha habido momentos muy injustos en mi carrera deportiva, estoy feliz con lo que he logrado. He disfrutado y sigue disfrutando.

– Por su experiencia es, además, un referente para muchos corredores colombianos…
– Siempre me he sentido válido para trasladar a los jóvenes mi experiencia, mis sensaciones. Quiero ser un líder no sólo para ganar una carrera, sino para hacer un equipo unido, de compañeros, de trabajo en equipo, que es clave.

Egan Bernal, el ciclista del futuro

– Colombia es ahora mismo uno de los países punteros en el ciclismo mundial. Ya no es sólo Quintana. Chaves o Urán, sino que hay muchos prometedores ciclistas. ¿A quiénes ve como referentes?
– Hay muchos buenos y lo importante es que vienen más. Pero para mí Egan (Bernal) es el que viene pisando más fuerte. Tengo la suerte de conocerle bastante, de entrenar con él día a día durante tres años y verle crecer y mejorar. Es un ciclista muy fuerte físicamente, pero psicológicamente me parece un crack, porque sabe asimilar la fama, algo que no es fácil. Tiene mucho talento, pero sabe cuando tiene que entrenar y cuando descansar. Ya está haciendo grandes cosas, pero va a ser el ciclista del futuro. Además, ya no sólo hay escaladores, mira Gaviria o Hodeg, incluso Soto, que ha ganado una etapa en esta Vuelta a Madrid.

– ¿Y de los que aún no conocemos en el Viejo Continente?
– Por ejemplo, Harold Tejada, Germán Chávez, que está aquí corriendo, o Nicolás Gómez. Viene una remesa de corredores muy fuerte. En Colombia el ciclismo es el deporte rey y tener ídolos como Chaves, Nairo, Gaviria, Henao, Egan, Rigoberto… hace que los niños quieran ser como ellos. Y todos quieren llegar arriba por lo que surgen muchos ciclistas. Y al haber cantidad, sale la calidad.

– ¿Alguno querrá ser como Sevilla, no?
– También. La verdad es que me respetan mucho y me quieren. Es lo que decía, que siempre he querido ayudar a los jóvenes.

– Y del ciclismo español, ¿a quién tiene ‘fichado’?
– Para mi hay dos corredores que están haciendo cosas muy bonitas, Enric Mas y Marc Soler. Pensando en el relevo generacional son dos corredores muy a tener en cuenta. Landa ya está ahí y no me olvido de Valverde, que es un corredor al que da gusto verle y que todavía tiene mucho que decir.

– Y si la retirada de Valverde no se vislumbra, Sevilla, ¿hasta cuándo?
– Mientras que disfrute. Obviamente no me voy a arrastrar ni a forzar, para terminar cansado psicológicamente. Dejar que fluya y algún año más seguro que estaré.

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