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Van Aert, en una imagen de archivo / © Crelan-Charles
Wout Van Aert, trew veces campeón del mundo de ciclocross, ganador de todo lo ganable en la especialidad invernal y, desde la pasada primavera, mirlo blanco del ciclismo clasicómano mundial es también, y para su desgracia –y la de la imagen general del ciclismo–, el protagonista de uno de los culebrones más feos de este otoño. Rotas las relaciones entre el corredor y Nick Nuyens, el hombre que puso en marcha el proyecto del Veranda’s Willems-Crelan alrededor del ciclista y cuya mala capacidad de gestión ha llevado a la estructura a una situación límite, los dos trataron ayer de reconducir la situación con una reunión en la que también estuvieron presentes el mánager del ciclista y los responsables del Roompot, Michael Zijlaard y Erik Breukink.
Van Aert, muy molesto por la falta de información que, según su versión, ha envuelto todo el proceso de fusión entre su equipo y el Roompot para la próxima temporada (en su caso, su primera aparición con la estructura resultante sería el GP Sven Nys del 1 de enero), ha mostrado ya en más de una ocasión su deseo de romper el vínculo contractual que le une con Nuyens y, de esa manera, recalar en un equipo World Tour (Jumbo) ya en 2019.
Por lo poco que se sabe de lo sucedido ayer en ese cónclave entre el corredor y los máximos responsables de los dos equipos que el próximo año serán uno solo, las posturas no terminaron de acercarse mucho entre Van Aert y Nuyens, pero la parte neerlandesa de todo este asunto, los Zijlaard (manager general) y Breukink (director deportivo) trataron de convencer al corredor con promesas de futuro y sin imposiciones.
Nuyens, muy en su papel de villano en todo este serial, salió de la reunión insistiendo en el camino de la imposición. Ese camino que, por ahora, sólo le ha llevado a tener un jefe de filas –en realidad, razón de ser del equipo– cabreadísimo y, más preocupante, a un patrocinador, Crelan, que ya ha hecho público que existe una cláusula en su contrato que les permite retirar su patrocinio en el momento en que Van Aert deje el equipo y que no dudarán en ejercerla en caso de una salida temprana del ciclista.
“Un contrato es sagrado y, por lo tanto, Wout se quedará el próximo año en Snyper Cycling. Un contrato no es papel mojado. Un contrato te da derechos, pero también obligaciones”. Contundente y claro, Nuyens se agarró al negro sobre blanco para retener al corredor. Además, el belga aseguró que “le hemos expuesto que vamos a trabajar en reforzar su programa de carreras y el equipo a su alrededor, algo para lo que ahora sí tenemos medios gracias a Roompot”. Pero, respecto a esas declaraciones recientes en las que Van Aert decía no querer cambiar de equipo el día 1 de enero, Nuyens volvió a cargar con las cuestiones legales y contractuales. “No habrá ningún cambio de equipo. Nosotros tenemos todo el derecho a buscar un nuevo patrocinador principal y no tenemos que decirle a Wout con quien vamos a hablar. No puedes ir de caza dejándote ver. Es un principio fundamental en los negocios”. El mánager de Snyper Cycling desvela, además, que “las conversaciones con Roompot fueron rápidas. Tras dos días tuvimos un acuerdo y se lo comunicamos a Wout inmediatamente. No es verdad que lo hayamos hecho mal”.
Preguntado respecto a si Van Aert, tras escuchar a la otra parte sentada en la mesa, mostró algún tipo de arrepentimiento por las duras palabras lanzadas en las últimas semanas en distintos medios de comunicación, Nuyens “no lo diría así. Tomó nota de todo lo que hablamos”.
Zijlaard y Breukink, en positivo
La otra parte del nuevo equipo que saldrá a la carretera –en este caso, al barro– el día 1 de enero estuvo representada por los actuales mánager general y director deportivo de Roompot, Michael Zijlaard y Erik Breukink, respectivamente.
Según su versión de la reunión, su primera aproximación a Van Aert fue más cordial y constructiva. “Le hemos explicado, de forma muy constructiva, que Roompot tiene mucho interés en trabajar con él. Estamos entusiasmados con la posibilidad de este camino conjunto y le hemos explicado nuestros planes”.
Zijlaard y Breukink revelaron que “le vamos a dar voz en la elección de corredores para la próxima temporada y le hemos explicado que nuestra intención es concederle sus deseos en la medida de nuestras posibilidades”.
Respecto a la relación entre Van Aert y Nuyens, los neerlandeses han querido desvincularse por completo de esa parte de la historia. “Esa pelea es una situación que viene desde hace tiempo y no queremos saber nada de ella. Nosotros hemos dejado la reunión para que ellos pudieran tratar esas cosas en privado”.
¿Qué pasará finalmente? Es imposible saberlo. Lo más probable es que, efecitvamente, Van Aert no tenga más remedio que respetar su actual contrato con Snyper Cycling –o tomarse un año sabático, como amenazó–. El corredor no ha querido hacer ninguna declaración tras esta reunión. La única conclusión más o menos clara es la que ha salido de boca de Nuyens: “hemos terminado exponiendo que Wout tiene un contrato en vigor y que partimos de la base que lo va a respetar”. Si esa suposición se convertirá en agua o gasolina para el incendio lo veremos en los próximos días.
