El teléfono apenas emite dos tonos y al otro lado, todavía con la respiración agitada por el esfuerzo, se oye la voz de una mujer feliz. Si el tono de voz sirve para imaginar la cara del interlocutor en una conversación telefónica, el periodista no puede más que pintar una enorme sonrisa de oreja a oreja en el rostro de Aida Nuño, que apenas 10 minutos antes de contestar la llamada de Ciclo21 se ha alzado con la octava posición en la prueba de la Copa del Mundo de Tábor.
“¡Ya he visto que lo has puesto en Twitter!” dice, exultante, antes siquiera de saludar. En efecto, Nuño ha escrutado las redes sociales y, por aquello de los likes y los RT dichosos, uno sabe que la asturiana es consciente de la repercusión que está teniendo su top10.
Nuño relata que se vio perjudicada por los dos atascos que se produjeron en la cuesta más resbaladiza del circuito. “Me pilló en la primera vuelta, que nos tocó a casi todas, pero también en la segunda vuelta. Creo que fue Nagengast la que la lió y perdí unos 10 segundos. Después de eso, ya pude ir muy bien”.
La asturiana explica que “el último paso por meta iba más o menos lejos del grupo de cuatro que tenía por delante, pero tras los problemas de las primeras vueltas sólo pensaba en recuperar y alcanzarlas. Me decía a mí misma que todo lo que llevo diciendo tantos años de que puedo estar en un top10 iba en ese grupo, así que había que morir para ir a por él. No pensé que iba a poder con las cuatro, pero una vez que estás ahí hay que ir a tope”.
La carrera, que se fue a 40:19, le supo a poco a una Aída Nuño que fue siempre de menos a más. Preguntada sobre si hubiese preferido, como parece lógico en una prueba de la Copa del Mundo, que se hubiese disputado a seis vueltas, la española explica que “yo creo que no tienen sentido las pruebas de 50 minutos y que nos tendrían que igualar con los hombres. Es verdad que hoy, en concreto, hubiese preferido una vuelta más, pero ya no es si me va mejor o peor, sino como filosofía: tenemos que poder ir a una hora”.
Este octavo puesto es el mejor resultado de Aida Nuño en la Copa el Mundo. Preguntada por si considera que puede ser el peldaño desde el que dar un saltito más la próxima semana, Nuño se sincera y asegura que “no. Llevo cuatro o cinco años peleando por hacer un top10. Me motivaba más hacer un top10 en la Copa del Mundo que ganar otro Campeonato de España. Sabía que si salía, lo más fácil iba a ser aquí o en Namur. De momento me quedo con haberlo conseguido aquí y con la tranquilidad de saber que lo que llevo vendiendo tanto tiempo no son sólo palabras”.
En la última prueba de la Copa del Mundo disputada hasta hoy, en Berna (Suiza), fue Felipe Orts el que consiguió el octavo puesto, también, la mejor actuación de la historia de un español en la challenge de la UCI. Nuño reconoce que estos resultados son un buen síntoma, pero no cree que se pueda generalizar con ellos respecto al estado real del ciclocross español. “Estamos demostrando que tenemos el nivel y que cada vez vamos más rápido, pero son casos individuales que estamos peleando y apostando mucho por salir fuera año tras año. Son muchos años seguidos haciendo un gran esfuerzo personal por salir a correr fuera y se van viendo los resultados. Felipe lo está haciendo muy bien. Hoy, Gonzalo Inguanzo ha sido 17º, pero no se ha podido ver que iba para hacer top10 hasta que ha tenido un problema con la cadena que le ha estropeado la carrera. Creo que iba noveno cuando le ha pasado. Destacaría que hay mucho esfuerzo personal y privado por medio y que los que apostamos por ello estamos recogiendo lo sembrado”.