La fecha de retirada anunciada por Alberto Contador tiene equivalencia a la de su jefe Oleg Tinkov. Chabacano, estrafalario y desafortunado muchas veces en sus declaraciones, Tinkov nunca ha hecho nada porque sí, todo respondía a un plan, a una intención que con el tiempo y paciencia ha ido tejiendo hasta convertir su equipo en uno de los mejores del mundo.
Tinkov será lo que sea, pero ha puesto mucho dinero en el ciclismo. Entró hace unos años con un discurso de que “para ganar todo vale”, se moderó, en lo que a este discurso se refiere, y ha ido amasando hasta lograr hacerse con el control total del equipo, dejando por el camino a quien fuera menester para este empeño.
Tinkov ha dicho que se va, que echa el cierre en un año, como Contador, más o menos. No sé si las piezas empiezan a cuadrar o no, uno se va, el otro ha dicho que también, aunque de seguir podría ser con un equipo propio, conjeturas, lo único seguro es la marcha de Tinkov, un tipo que a pesar de todo, ha dejado 30 millones de euros en este deporte hace las maletas. Hay una estructura en el WT cuya licencia está en venta…
Sobre los motivos que esgrime Tinkov, creo que en el fondo tiene mucha razón. Tema de ingresos, de retornos, de entradas,… ha sido su caballo de batalla estos años pero su discurso ha caído en balde. Dice que sólo le ha apoyado Dave Brailsford.
El artículo continúa en el El cuaderno de Joan Seguidor.