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Koldo Fernández de Larrea finaliza la temporada con mejor sabor de boca del que esperaba y encima de la bici, después de la caída en la primera etapa de la Vuelta a España y que le obligó a abandonar el segundo día. El ciclista vasco se recuperó y disputó la pasada semana el Tour de Eurométropole (Circuito Franco-Belga) y finalizará el domingo en la París-Tours.
“Siempre es bueno acabar corriendo y no en la Vuelta a España por la caída. No es lo mismo haber acabado en agosto que en octubre. Pensaba que no iba a correr más. Empecé a entrenar suave, 15 días después de la caída, una vez que el dolor remitió, y tranquilo. Cuando me dijeron que tenía que volver empecé con un poco más de intensidad. La verdad es que cuando estás un poco parado pierdes condición; sin embargo, yo estaba fino y tenía un buen tono físico en la Vuelta y eso me ayudó”, destaca el corredor del Garmin-Sharp.
“Y estoy contento también porque nos salieron las cosas bien. Tyler ganó una etapa, fue tercero, cuarto… Yo pensaba que iba a estar más justo después de estar 15 días sin tocar la bici pero estuve bastante decente. Ahora terminaré en la París-Tours y aspiramos a la victoria. Después, descansaré y retomaré los entrenamientos a mitad de noviembre”, añade.
Koldo renovó por una temporada más con el conjunto de Jonathan Vaughters, igual que Tyler Farrar. No seguirán, en cambio, grandes veteranos como Hunter, Vandevelde y Zabriskie. Profesional desde 2004 y con 32 años cumplidos en septiembre, pasa a ser uno de los hombres con más experiencia de la escuadra americana. “En el equipo quieren que sea un poco el veterano y enseñe el oficio a los más jóvenes. No tengo ningún problema. He corrido mucho con Talansky y me he involucrado con él: además, escucha y se deja aconsejar. Con Tyler también tengo una buena relación. Y luego están Martin, Dennis… Trabajo no me va a faltar. Tenemos mucha gente joven, pero, ojo, también hace falta veteranía. Los corredores que vienen de Estados Unidos a Europa tienen que aprender a correr”, explica.
Por último, lamenta la desaparición del Euskaltel-Euskadi, su equipo entre 2004 y 2011, y la situación en la que se quedan muchos ex compañeros. “Es una gran faena. Yo he sido un afortunado y me he librado porque si no estaría en la misma situación que están muchos amigos, mantenía una buena relación con mucha gente del equipo. No hay quien lo entienda. Hicieron una apuesta de cuatro años y al de seis meses, de repente, dicen que esto se acaba. Y luego la negociación con Fernando Alonso ha colmado el vaso”, asegura en su página web.
