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Campenaerts prueba su nueva bici en Roubaix / © Belga
El belga Victor Campenaerts (Lotto-Soudal) se encerró el pasado fin de semana en el velódromo de Jean Stablinski Roubaix (el cubierto y menos conocido, no el vetusto y mítico que acoge anualmente el final de la París-Roubaix) para hacer uno de los últimos tests de cara al intento que el próximo día 16 o 17 de abril realizará sobre el récord de la hora que, en la actualidad, está en posesión de Sir Bradley Wiggins y sus 54,526 kilómetros.
Un detalle de la bici de Campenaerts/ © Belga
El test llevado a cabo en Roubaix sirvió, entre otras cosas, para que Campenaerts rodara por primera vez con la bicicleta que usará en Aguascalientes, un modelo fabricado específicamente para el intento por Ridley. En este sentido, el propio corredor explicaba que “la principal diferencia de esta bicicleta es el manillar, crucial para la primera vuelta, en la que debo acelerar de cero hasta la velocidad de crucero. Normalmente, es un manillar de 40 centímetros de ancho y este tiene sólo 34 centímetros”. Una decisión, la de hacer el manillar más estrecho, que llega motivada porque “sólo lo usas en la primera vuelta. En las doscientas vueltas que vienen después, no lo tocas, así que no hace falta que sea grande”
También trabajó Campenaerts en la posición de su cabeza durante el intento, ya que tendrá que mantenerla completamente bajada durante toda esa hora en México. “Con esa posición puedo ganar un poco, pero para poder ir así tengo que conocer muy bien la pista. Sólo en el punto donde se coloque Kevin De Weert con la tableta debo levantar la vista para poder saber en qué vuelta estoy”.
