Carapaz da a Lizarte su primera gran vuelta

Carapez con el trofeo sin fin © UCI

Richard Carapaz se impuso este domingo por la tarde en el Giro d’Italia. El ecuatoriano apuntó así la primera gran vuelta de la historia del Equipo Lizarte. En sus 27 años de andadura, la estructura de formación de la Asociación Deportiva Galibier había pisado el podio del Tour de Francia tres veces con Joseba Beloki. Tanto el vitoriano como Isidro Nozal habían logrado hacer lo propio en la Vuelta a España. Sin embargo, en la Corsa rosa sólo había conocido la orilla con Andrey Amador, dos veces 4º, y con el propio Carapaz, medalla de chocolate el año pasado.

Mucho más relevantes que los resultados son las sensaciones; el cómo está por encima del qué. La victoria de Richard Carapaz estuvo cimentada en un rendimiento extraordinario sustentado sobre la determinación, el liderazgo desde la humildad y el excelente trabajo de su actual equipo, Movistar Team. Esenciales fueron los papeles de tres gregarios formados en el Equipo Lizarte. Uno, Andrey Amador, no sorprendió a nadie: lleva años asentado en la élite y demostrando su capacidad. Los otros, Héctor Carretero y Antonio Pedrero, han supuesto auténticas revelaciones. Su ascensión al Mortirolo en la 16ª etapa de este Giro d’Italia ya forma parte de la historia de la Asociación Deportiva Galibier. Los actuales corredores del Equipo Lizarte intentarán emularles el próximo 20 de junio en la sexta etapa del Giro d’Italia U23, que subirá dos veces el coloso transalpino.

Manolo Azcona (1952, Zurukuain – Navarra) y Juanjo Oroz (1980, Artica – Navarra) son el alma máter y el director deportivo del Equipo Lizarte. En plena disputa de la edición 2019 de la Vuelta a Navarra, ronda amateur en la que Richard Carapaz se impuso hace tres años, se expresan sobre sus pupilos y su filosofía de formación en esta entrevista.

¿Por qué salen tan buenos corredores del Equipo Lizarte?

JO: Priorizamos la progresión del ciclista por encima de los resultados. Cuando fichamos a un ciclista, nos comprometemos con él para que llegue a los más alto.

MA: Ponemos toda la carne en el asador por los corredores. Les tratamos bien como personas y les ofrecemos todas las oportunidades y las mejores condiciones para que lleguen a ser profesionales si tienen calidad para serlo. Por eso somos una buena cantera. Nos enorgullece poder decir que tenemos 17 profesionales en activo.

JO: Y, más allá de las cifras, nos enorgullece lo que hemos visto en este Giro d’Italia. Cuatro de nuestros corredores han dominado las subidas a un nivel espectacular. Esto da sentido al trabajo de todas las personas que trabajan en el Equipo Lizarte y a la inversión de todos los patrocinadores. Lizarte, Ugarrandia, Makor o Finisher no apuestan por nosotros para que ganemos diez carreras, sino para que formemos al futuro de este deporte y nos emocionemos viendo a ciclistas formados aquí dominando el Mortirolo.

MA: En 27 años llevando el club, pocas veces me he sentido más orgulloso que viendo a nuestros ciclistas en este Giro. Mi meta siempre ha sido formar corredores para que lleguen a lo más alto a nivel mundial. La victoria de Richard Carapaz en el Giro d’Italia es el broche de toda mi vida deportiva.

¿Creíais que Richard Carapaz podía llegar a estas cotas?

JO: Cuando tuvimos aquí a Richard, nos dimos cuenta de que era un ciclista que pedaleaba sin fin con unas piernas sin igual. En la categoría amateur tenemos el privilegio de compartir el día a día con el ciclista. Eso nos permite ver detalles indicativos de sus posibilidades a largo plazo. En el caso de Richard, cuando estaba en nuestro equipo no sabíamos si llegaría a ganar el Giro d’Italia algún día… Pero, si hubiera tenido que apostar justo antes de este Giro, lo hubiera hecho por su victoria. Sabíamos que tenía las opciones y el nivel para lograrlo.

A nivel personal, ¿cómo es Richard Carapaz?

JO: Nos ganó por su carácter y su personalidad. Richard llegó aquí renunciando a contratos profesionales y, lejos de querer acaparar resultados, colaboró con sus compañeros en todo lo que puedo. Llegó de la mano con Héctor Carretero en la Clásica de Torredonjimeno y le cedió la victoria. En el Memorial Aitor Bugallo llegó con Óscar Rodríguez y Jaime Castrillo, y tampoco ganó él. Son detalles que te cuentan la clase de persona que es Richard.

MA: En nuestro club miramos mucho la persona. Carapaz demostró tener educación y carisma desde el primer minuto. Le tenemos en alta estima porque demostró y demuestra día a día ser una grandísima persona.

Andrey Amador pasó dos temporadas en el Equipo Lizarte, 2008 y 2009. ¿Qué supuso su paso por aquí?

MA: Nos cambió. Habíamos apoyado a grandísimos corredores como Joseba Beloki o Claus Michael Möller… Pero él nos cambió la mentalidad porque constató que podíamos formar ciclistas capaces de ganar una gran vuelta. En su día estaba convencido de que Andrey Amador podía llegar donde quisiera y ha acabado siendo un excelente gregario. Él abrió el camino hacia los grandes logros que ahora recorren Richard Carapaz, Marc Soler, Óscar Rodríguez, Jaime Castrillo, Sergio Samitier

Antonio Pedrero pasó cuatro años en el Equipo Lizarte. ¿Cómo fue el trabajo con él?

JO: Antonio Pedrero tenía una gran calidad como escalador, pero le faltaba un poco de confianza y de carácter. Logramos inferírsela a base de conversaciones, que son el arma más potente que tenemos como formadores, y otorgándole roles importantes en carreras. Como amateur no nos fallaba ningún día en montaña. Como profesional no ha tenido un camino de rosas, pero en este Giro d’Italia ha dejado claro que no hay muchos escaladores con su potencial en el pelotón. Si nos ponemos a contar cuántos ciclistas hay capaces de hacer lo mismo que Pedrero en el Mortirolo a nivel mundial, nos sobran dedos en las manos.

¿Qué posibilidades veis en Héctor Carretero?

JO: Tiene una capacidad de trabajo superior. Él expresa muy bien lo que es el Equipo Lizarte. Vino porque quería venir, porque era el equipo que más le gustaba, y cuando llegó demostró que quería ser ciclista, sí o sí. ¿Límite? No se lo ponemos a nadie. Él está subiendo escalones cada temporada gracias a su trabajo. Cuando pasó a Movistar Team, le dijimos a Eusebio Unzué que tenía ciclista para muchos años, y efectivamente se está cumpliendo. Con 24 años de edad y su nivel actual, el futuro está asegurado.

MA: Me gustaría contar una anécdota de Carretero. Me llamó siendo juvenil porque quería venir, pero nosotros teníamos el equipo completo. Yo le dije que no podía ser. Y él no cesó: igual me hizo 10 ó 15 llamadas más para decirme que quería venir. Acabé diciéndole que sí porque no podía decirle que no si tenía tantas ganas de formar parte del Equipo Lizarte.

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