Amador: «No quería que se acabara el Giro»

Amador fue pieza clave en el triunfo de Carapaz / © Movistar

Redacción / Ciclo21

Andrey Amador (1986, Movistar Team) ha sido uno de los pilares en el triunfo final de Richard Carapaz en el Giro de Italia. El ciclista costarricense aportó toda su veteranía en carrera, como cuando apoyó a Nairo Quintana en su triunfo rosa en 2014, siendo el único que ha estado en los dos equipos.

Amador ha evolucionado como corredor y es una de las piezas básicas del Movistar Team. Esta semana descansa con su familia antes afrontar la segunda parte de la temporada con más ganas que nunca. «Tengo las energías renovadas», afirma.

¿Con qué expectativas comenzaban el Giro de Italia?

La intención era disputar pero ya sabemos lo difícil que es ganar en las vueltas de tres semanas, es muy complicado. Sabíamos que teníamos dos grandes líderes, Richard y Mikel, que podían conseguirlo. Pero siempre tienes esa incertidumbre. Las contrarreloj nos penalizaron, también las averías y alguna caída. Pero ellos nos transmitían mucha confianza y nos daban motivación. Empezamos a atacar de lejos para tratar de acercarnos en la clasificación y ellos demostraron que el Giro estaba al alcance.

Da la sensación de que pasó más tiempo escapado que en el pelotón.

Uno se empieza a conocer y sabe cómo puede ser más útil al equipo. Teníamos a Héctor (Carretero) y a Antonio (Pedrero) que podían estar cerca de los dos líderes en la montaña. Se trataba de intentar tener a alguien por delante por lo que pudiera pasar, pensando en un ataque de ellos desde atrás para poder enlazar porque entre puerto y puerto siempre había alguna parte llana y se podía hacer daño. Esa era la estrategia, más allá de que la gente dijera que buscábamos etapas o la clasificación por equipos; si estábamos por delante, era para hacer de enlace y poder rematar.

¿Qué supone haber estado en los equipos que ganaron el Giro en 2014 y 2019?

Que llevo muchos años en el equipo y que he coincidido con dos grandes líderes y dos escaladores, Nairo y ahora Richard. Parece que es un veterano pero es muy joven, apenas tiene 26 años. Es un orgullo correr con ellos. En el Giro, nos entendimos muy bien todos en el equipo. Desde el primer día, cada uno sabía cuál era su rol, empezando por los jóvenes, Héctor, Antonio o Mas que apenas había corrido grandes vueltas. Todos encajábamos. Y luego teníamos a Richard y a Mikel que eran grandes líderes y nos transmitían mucha confianza. Eso se notó en la carrera y se consiguió el triunfo.

¿Y en qué ha cambiado Andrey Amador en esos cinco años?

Tengo más experiencia y soy un corredor todoterreno. También he madurado. He sido un corredor con el que se ha tenido que tener paciencia. No he sido del todo fácil. En este caso, tengo mucho que agradecer a Eusebio (Unzué) que siempre me ha apoyado en los momentos más difíciles. He cometido mis errores y he tenido un equipo que siempre me ha apoyado. Siempre se lo digo a Eusebio, si algún día tengo que dejar el ciclismo va a ser cuando él ya no me quiera, no me veo en otro. Es un equipo que entiende a los corredores y nos ven como personas más allá de como deportistas.

¿Cómo es Richard Carapaz?

Es un corredorazo y una persona grandísima y de los que piensas que ojalá nunca se vaya del equipo. Porque tiene una humildad increíble. Porque a pesar de estar de rosa no cambiaba nada, humilde, sereno, tranquilo. Y eso se nota y hace que entregues todo, el cien por cien o más. Es un corredor inteligente también en carrera. Y ya sabe lo que es trabajar. Y luego tiene gestos como cuando tiró para que Mikel tratara de ganar una etapa. Un corredor y una persona que con esos gestos demuestra quién es.

Este triunfo de Carapaz y por equipos es una recompensa a un inicio de temporada complicado.

El inicio fue muy difícil. De hecho, no tenía el Giro en mi programa. Y mira a veces cuando las cosas vienen así improvisadas salen mejor que cuando uno las planea. El accidente doméstico en la mano retrasó mi debut, luego tuve algún contratiempo más, y no pude hacer País Vasco a última hora, enfermo. Un cúmulo de situaciones que te hacen hasta pensar. Afortunadamente, empecé a competir, y, por otro lado, el equipo sufrió la grandísima pena de las lesiones de algunos corredores tan importantes como Bennati y Valverde. Entonces Eusebio me planteó ir al Giro y mi respuesta fue que estaba fresco y motivado. Fui de menos a más y al final no quería que ni acabara; si hubiera tenido una semana más, habría seguido tirando (risas).

¿Cuál es su próximo calendario?

Esta semana me toca descansar, cuidando el peso. Y subiré a Andorra a entrenar en altura. Tengo muchísimas ganas. Estoy para lo que me digan, Suiza, Ruta del Sur, Tour, Vuelta… Voy encantado. Tengo las energías renovadas. Parece que hubiera salido del Lizarte ahora mismo.

Precisamente, del Lizarte salieron Caparaz, Carretero, Pedrero…

Significa el fruto de un equipo que apoya a la cantera. Que da oportunidad no solo a españoles, sino también a latinoamericanos. Manolo (Azcona) para mí es como un padre. Siempre estuvo ahí, me apoyó, cuando entonces Lizarte era un equipo más modesto, no era el filial. El me dio la confianza de que podía ser profesional y convenció a Eusebio. Ahora tiene a Juanjo (Oroz) de mano derecha y todo el mundo está encantado con él. Estoy muy agradecido a ellos.

© Giuseppe Acquadro

 

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