Terminados los Campeonatos de Europa de pista para juniors no puedo sino hacerme unas preguntas en relación a la importancia que tendría hacer una buena planificación del calendario, protegiendo al más débil, en este caso la pista, para no encontrarnos situaciones kafkianas como la que me voy a referir, personalizadas en los madrileños Raúl García y Javier Serrano, aunque podría ser en cualquier otro en sus mismas circunstancias, que, reflexionando sobre ellas y siempre teniendo en cuenta unas situaciones de carrera de las que prescindo -es decir, pienso en lo que me gustaría que fuese que puede estar muy lejos de la realidad-, no pudieron ser campeones de España, ni de Europa de madison, como tampoco lo podrán ser del Mundo.
La Copa de España de pista finalizaba los días 30 y 31 de marzo, ya con la temporada de carretera bastante iniciada, lo que provocó numerosas ausencias en el Luis Puig valenciano, principalmente por la coincidencia con una cita de la Copa de España de féminas, pero también con la actividad de la selección junior en Bélgica, donde competía, por ejemplo, nuestro flamante medallista continental, Raúl García.
En ese evento se introdujo por primera vez la madison como Campeonato de España, con una loable intención de descargar los Nacionales de pista de Semana Santa, pero sin medir las consecuencias derivadas de las coincidencias, entre ellas la ausencia del citado corredor madrileño, que –por lo visto a lo largo de la temporada- podría haberse proclamado perfectamente campeón de España de madison con su ‘alter ego’ Javier Serrano de haberse programado el Nacional en otras fechas, por ejemplo en las protegidas y habituales de Semana Santa donde se dilucidaron el resto de títulos y en el que ambos fueron protagonistas destacados. Una primera reflexión que seguro muchos ya se han hecho y comparten.
El ‘puntito por encima’ de los madrileños en Tafalla se ha vuelto a ver en el reciente Europeo, donde se han llevado sendas medallas de bronce, Javi en el omnium, Raúl en el scratch, aunque donde me hubiera gustado verles en el podio, o luchando por él, es en esa madison. Claro que si no son campeones de España es lógico que el seleccionador elija a los vigentes ‘rojigualdos’ … y más si los madrileños ese mismo día tienen un compromiso con su equipo en la Copa de España, en la prueba de Sanse, donde García defendía y consolidaba su liderato y Serrano terminaba imponiéndose. Algo, insisto, perfectamente comprensible.
Mi segunda reflexión es obvia, sobre las coincidencias de determinadas citas del calendario nacional, aunque sean de carretera, con un Campeonato continental, aunque sea de pista. En todo caso, sobran los comentarios si en años anteriores incluso se había programado una Copa de España coincidiendo con el propio Europeo de carretera, lo que originó que el líder de la competición tuviera que correr en Dinamarca y volar deprisa y corriendo hacia España para defender su suerte.
La tercera y última reflexión es la más alucinante, ya que los Campeonatos de España de carretera están programados del 17 al 19 de agosto ¡¡¡coincidiendo con los Mundiales de pista, del 14 al 18!!! Mira que hay semanas a lo largo del año, pero no hay nadie que quiera decir ¡no, ahí, no!. En este caso no solamente son los equipos los que más desean que sus pupilos logren el maillot rojigualdo, sino que las selecciones autonómicas también desean contar con sus mejores hombres, con toda razón, algo que no pongo en duda.
Está claro que García y Serrano no van a poder luchar por ser campeones del mundo. Ojalá me equivoque, pero insisto que entiendo perfectamente a su equipo y a su selección, a falta de un mínimo de planificación, de sentido común, en el calendario, que pasa simple y llanamente por proteger no más de siete u ocho fechas a lo largo del año. La pista -y el ciclismo- lo agradecería.