Eusebio Unzué, Alejandro Valverde y Nairo Quintana ofrecen sus primeras impresiones sobre la 101ª edición de la Grande Boucle presentada hoy en París.
Alejandro Valverde: «No lo he visto en profundidad, porque estoy en Japón -donde el sábado corre un critérium- pero a primera vista es un recorrido que me gusta. Sobre todo porque sólo tiene una crono y además está el penúltimo día. Aunque sea llana, en la última contrarreloj siempre influyen mucho las fuerzas con las que llegues a final de Tour. Por lo demás parece un trazado equilibrado. El inicio en Inglaterra creo que me va bien y luego en la etapa del pavé, la suerte va a ser decisiva con los pinchazos y las caídas. De Alpes y Pirineos conocemos casi todo y habrá pocas sorpresas, pero el Tour es más que eso y sabemos por experiencia que se decide día a día y cualquier etapa puede ser decisiva. De momento no hay nada decidido y veremos si hago el Giro o el Tour. Personalmente me gusta más el Tour, pero hay que ver con el equipo que es lo más interesante para todos y decidir en consecuencia».
Nairo Quintana: «Este año ya lo pude vivir en primera persona, pero la verdad es que la primera semana del Tour del año que viene puede ser todavía más nerviosa. Sobre todo con los tramos de pavé, que pueden hacer la carrera bastante difícil y complicada. Será muy importante contar con un equipo fuerte esos días. Luego llegan los dos primeros finales en alto y ahí la carrera ya se pone más interesante para mis características. Tanto en Alpes como en Pirineos hay etapas bastante atractivas. El final de Risoul me trae muy buenos recuerdos porque ahí tuve la fortuna de ganar una etapa en el Tour del Porvenir en 2010. Pero creo que decidirán más las etapas de Pirineos y también la contrarreloj final. Es una crono para gente de potencia y ahí se harán diferencias importantes. A partir de ahora será el momento de ver con Eusebio qué es lo que más nos conviene tanto a Alejandro y a mí como al equipo y decidir en qué grandes vueltas estaremos».
Eusebio Unzué: «Dentro de lo difícil que es hacer un Tour diferente, creo que estamos ante un Tour distinto, especialmente en el inicio, sin un prólogo, una contrarreloj individual o una contrarreloj por equipos que normalmente separan más la carrera. Está claro que la gran novedad y lo más sorprendente es que haya una contrarreloj y que ésta sea el penúltimo día. Eso hace que en la primera mitad vayamos a encontrarnos un Tour tremendamente abierto y nervioso, donde hasta el noveno día no vamos a ver quiénes son los más fuertes. Todo ello aumentado por los tramos de pavé, que van a hacer que esos ocho primeros días sean una cuestión de supervivencia. Todo el mundo destaca la importancia de los Vosgos y es verdad que pueden entrañar peligro porque supondrán el primer contacto con la montaña y porque, aunque cortos, son puertos duros. Pero creo que no serán tan selectivos y tan decisivos entre los que se van a jugar el podio final. Las etapas de Alpes no parecen demasiado exigentes y serán los Pirineos y la contrarreloj de Bergerac los que decidan todo. Es verdad que 54 kilómetros de contrarreloj en todo el Tour parecen pocos, pero que sean el mismo día y sin margen para recuperar el tiempo que allí pierdas, los pueden convertir en importantísimos. No sé si es un Tour más o menos favorable para nosotros por todos estos condicionantes. Todavía no hay nada decidido y ahora será el momento de sentarnos con Nairo y Alejandro y analizar en profundidad qué es lo más conveniente. A día de hoy no hay nada seguro, ni tampoco está descartado que los dos estén en la salida. Tenemos que estudiarlo con más detenimiento, pero la primera impresión es que en este recorrido, con cualquiera de los dos podemos tener garantías de pelear por la victoria».