Brevet Massamagrell, Madrid-Gijón-Madrid 2013

Como en la anterior MGM escogimos Segovia como cuartel general para coger fuerzas antes de afrontar la gran prueba de este año. Estuvimos 7 días antes descansando y haciendo salidas por la zona, con sus correspondientes almuerzos y cervecita. Los días previos fueron llegando al camping los integrantes de la PC Massamagrell que íbamos a participar, que junto con los que acudirían a Algete, formamos un grupo de 22 ciclistas, grupo muy numeroso, pero que hicimos las brevets previas juntos y ya nos conocíamos.

El domingo 18 fuimos a Algete a pasar la revisión de las bicicletas, allí nos encontramos con todos los del grupo y otros cicloturistas habituales que saludamos. Después de recoger la documentación y disipar las últimas dudas para la marcha, nos tomamos un refresco y dejamos las maletas en la furgoneta, ya que las chicas saldrían desde Segovia hacia el control de Frómista Km. 319, por lo que pasaríamos la primera noche sin su apoyo.

Llegó el día de la salida, últimos preparativos en el camping, siestecita y salida para Algete. Nos preparamos y nos pusimos todo el grupo en el punto de partida. Estuvimos más de una hora esperando, saliendo a las 21.30 horas, en la tercera salida.

Iniciamos la marcha hacia el primer punto de control, al poco de salir ya era de noche, los primeros repechos calentaron las piernas y el aire en contra fue constante hasta Atienza. Fuimos haciendo relevos, unas veces nosotros, otras un grupo de extranjeros, el pelotón se fue disgregando, alcanzando también a algunos de la anterior salida.

Al coger la carretera de Villaseca de Uceda, el aire entró lateral, obligándonos a ir en fila de uno. Hubo un frenazo con la consiguiente caída y el bueno de Roberto fue el peor parado. Paramos a ver qué le había pasado: chapa y pintura. Al rato continuamos la marcha, algunos del grupo no habían parado porque no se dieron cuenta de la caída.

Paramos en Cogolludo para repostar agua. Allí nos esperaba el resto del grupo. Después de avituallarnos, continuamos hacia Atienza. Este tramo se hizo bastante pesado, ya que la dureza y lo largo de los repechos, junto con el aire en contra lo hicieron muy duro.

Llegamos al control, el restaurante estaba lleno, solo con la presencia de nuestro grupo ya colapsábamos toda la infraestructura preparada. No veía a Ángel. Al rato entró con mala cara y es que se había quedado en un repecho. José Antonio (l’Alcudia) se quedó para acompañarlo y, al llegar al cruce de Atienza, tocaron rueda besando el suelo. Algún rasguño y dolor de huesos fue el parte médico; por su parte José Antonio rompió un radio de la bicicleta. Toni se la centró y pudieron continuar la marcha.

Revisando el tiempo de años anteriores, llevábamos el mismo aún saliendo una hora antes debido al aire en contra y las dos caídas que tuvimos. De todas formas se me hizo más llevadero gracias al grupo tan grande, que te ofrece más protección y menos desgaste.

Después de avituallarnos encaramos el Puerto de La Pela en grupo compacto. La temperatura había bajado unos grados, pero pronto entramos en calor con los primeros repechos. Fuimos alcanzando a otros ciclistas, pasando rápidamente el falso llano de La Pela y bajando hacia Ayllón (Km. 163) por una carretera en muy mal estado que hizo botar más de un faro. Llegamos al control Ángel, Miguel y yo, después de picarnos con un catalán en la bajada. A la entrada del pueblo nos esperaban un par de niños con bicicleta que nos acompañaron hasta el control.

Como siempre muy buen ambiente en este control por parte de los organizadores. Gente joven que nos da ánimos y que se nota que lo hacen con agrado. Plato de pasta y cerveza que, a estas alturas y aunque eran las 5 de la mañana, entró y nos sentó muy bien para afrontar el siguiente tramo.

Después de reagruparnos salimos del control por la misma carretera, mejorando un poco el asfalto, pero con algún que otro hoyo que el bueno de Chimo cogió. Pinchazo que aprovechamos también para hacer una meada técnica.

Pasamos el pantano de Linares de noche, subimos los repechos previos a Aranda de Duero, donde el sol empezaba a salir. Cogimos la carretera de Tortoles con continuos sube y baja, relevos de todo el grupo y, casi sin darnos cuenta, llegamos al control Km. 243. Eran las 8 de la mañana y en el bar de siempre, después de sellar, bocata de tortilla de patata y cerveza, que nos serviría de almuerzo. El sol ya empezaba a calentar y sobraba la ropa. Después de rellenar los botellines, emprendimos la marcha, no sin antes, a la salida del pueblo, meada técnica.

Batanas y Torquemada con su puente empedrado fueron los siguientes pueblos. A partir de aquí fuimos haciendo relevos en pareja, pasando todo el grupo. Llegamos a Frómista Km. 319, donde nos esperaban las chicas y nos alegró mucho verlas. Después del sellado fuimos a la furgoneta para quitarnos las luces y ropa. Yo por mi parte me cambié el culote porque ya notaba algo de rozadura. Dimos cuenta de unos melones que llevábamos en el vehículo de apoyo.

Continuamos la marcha de la misma forma, relevos de dos en dos. Pasamos Carrión de los Condes y dirección Sahagún, con continuos repechos. El calor apretaba y buscábamos algún sitio para refrescarnos, dirección Cistierna paramos en un pueblo, pero solo había una fuente y el cuerpo pedía también algo sólido.

Paramos en el siguiente pueblo, donde en un bar pudimos comer algo de fiambre y cervezas, y donde nos pegaron la clavada del siglo, pero ¿qué le vamos a hacer? Aún así tenemos que dar las gracias por atendernos.

Seguimos con un calor sofocante hacia Cistierna, los últimos repechos se hicieron duros, llegando al control cada uno a su ritmo. Sellado y buen avituallamiento. Yo por mi parte me di una pequeña ducha; tenía el cuerpo ardiendo y el trasero ya empezaba a quejarse.  Eran las 5 de la tarde y volvimos a coger las luces por si nos hacían falta en el último tramo hasta Cangas de Onís. Vicente, de Pedreguer, se encontraba un poco mal y decidió quedarse un rato a descansar en Cistierna, por lo que el siguiente tramos lo hizo solo.

Otra vez a la carretera, hicimos el siguiente tramo llano en grupo, hasta la presa del pantano de Riaño, donde se hicieron varios grupos. Pasamos Riaño y paramos en la fuente para repostar agua. Bordeamos el pantano y subimos el puerto del Pontón. Arriba nos abrigamos un poco para hacer la larga bajada. Me quedé el último, pasando a gente hasta llegar a una recta donde estaba Ángel que tenía una avería mecánica. Después de reparar, les hice la bajada hasta el llano de Cangas Km. 531, donde Toni (Banyeres) hizo los últimos kilómetros hasta el control.

El control, como siempre, estaba al final de un repecho duro. Allí estaban todos y, después de comernos un bocata de lomo y queso, fuimos en busca del hotel para un descanso que teníamos merecido. Después de repartir todas las maletas, ducha, preparar la ropa para el día siguiente y cremas para el trasero y las piernas. Me miré en el espejo y el trasero parecía el mapa de Europa, el calor me mata. A la mañana siguiente decidí ponerme dos culotes y probar, me puse crema antes de salir y ya no volví a ponerme hasta la noche siguiente. Por lo menos el problema no iba a más.

Desayuno a las 5 de la mañana. Como siempre en un grupo grande siempre hay retrasos, pero compensa el buen ambiente, el cachondeo y los relevos, que te dan más tiempo para descansar. Me di cuenta de que faltaban Fernando y Vicente (Pedreguer), subí a la habitación y estaban como dos angelitos, que bien se estaba en la cama.

Sobre las 6 de la mañana salimos hacia Gijón. Al pasar Arriondas nos visitó la niebla y en algunos tramos no se veía nada, íbamos cruzándonos con ciclistas que ya volvían y que seguramente habían hecho noche en Gijón. Este tramo es bastante duro, con constantes repechos. Después de subir el Alto de la Madera, ya con el sol fuera y tras una bajada larga, llegamos a Gijón, sobre las nueve y media de la mañana.

Buen recibimiento por parte de la organización, pabellón estupendo. Después de sellar subimos al lugar habilitado para comer, volvimos locos a los voluntarios. Imaginad 22 ciclistas pidiendo de todo, acabamos con parte de las existencias. Buena comida a base de pasta, tortilla de patata y melón. Foto del grupo en el arco de llegada y vuelta a la marcha.

Subimos el Alto de la Madera y continuamos hacia Cangas, con un nuevo pinchazo, esta vez por parte de Ángel, que aprovechamos para hacer lo que ya sabéis.

Llegamos a Cangas km. 690 y el calor volvía a apretar. Sellado y vuelta a comer. Al ir a pedir me dijeron que se habían acabado los macarrones y no me apetecía comer otra vez bocata de lomo. El cuerpo no lo tenía para otro bocata, por lo que decidí seguir hacia adelante y comer otra cosa en algún bar, no sin antes emplazar a todos en el Alto del Pontón para reagruparnos.

Nos fuimos Ángel y yo, subiendo el primer tramo del Pontón muy tranquilos y aún así íbamos pasando a algún ciclista que iba fundido. Sobre las 3 de la tarde paramos en un bar para hacernos un par de cervezas, un plato de fideos y pollo que nos supo a gloria. Llegaron Miguel, Sebas y J. Manuel, que nos acompañaron con otra cerveza. Mientras tanto fueron pasando todos los del grupo que siguieron subiendo el Pontón.

Seguimos la subida con un calor sofocante y aire a favor. Al llegar a Oseja de Sajambre buscamos una fuente para refrescarnos, nos indicaron que a 2 kms más arriba había una. El grupo había parado en un bar a refrescarse. Al llegar a la fuente nos refrescamos las piernas y el cuerpo. El agua salía congelada, llenamos los botellines y continuamos la marcha. El resto del grupo ya había pasado. Aún tuvimos tiempo de parar en otra fuente para volver a refrescarnos antes de coronar el puerto, donde nos esperaban casi todos.

Foto en la chapa mientras llegaba Vicente, que venía un poco tocado. Lo esperamos y bajamos juntos hacia Riaño, fuimos esperándole hasta bajar la presa donde estaban todos, haciendo el tramo llano hasta Cistierna Km. 788 todos juntos.

Avituallamiento, luces, reflectantes y otra vez en marcha, camino de Frómista Km. 901, donde teníamos previsto dormir la segunda noche. Decidimos volver por Guardo, ya que encontraríamos sitios donde poder tomar algún café. Tramo también duro por los continuos repechos, pero muy llevadero desde Guardo hasta Frómista con aire a favor.

Al salir de Guardo, Roberto va con problemas, tiene contracturado el músculo que sujeta el cuello, por lo que no puede levantar la cabeza y es peligroso ir en grupo, por lo que decide continuar solo para ir más tranquilo. En Saldaña entramos en el pueblo para tomar un café. Eran las 12 de la noche y alguno tenía problemas de sueño. Seguimos hacia Carrión de los Condes y Frómista, donde llegamos sobre las 1.30 h. Sellado, pequeño avituallamiento y a descansar, que lo teníamos merecido. Roberto, sin aparecer. Le llamé al móvil y no me lo cogió. Al día siguiente me contó su odisea, quedándose en Carrión de los Condes en un albergue de peregrinos.

Desayuno a las 7 de la mañana, vuelta a la marcha y Roberto sin aparecer. Al rato me llama y me dice que había llegado a Frómista y que abandonaba la prueba, ya que era imposible ir en bici, que se encontraba bien físicamente pero su contractura no mejoraba, por lo que descansó en Fromista y continuó la marcha con nuestras chicas.

Yo volví a ponerme dos culotes, el trasero seguía quejándose, era un suplicio llegar a los controles y volver a salir, hasta volver a encontrar la posición en el sillín. Vuelta a la rutina, relevos de dos en dos, para llegar a Tórtoles Km. 977, sobre las 11 de la mañana, sellado, plato de pasta y vuelta a la marcha.

El calor volvió a hacer acto de presencia, pasamos Aranda de Duero y en Fuentescesped buscamos una fuente para llenar los botellines y refrescarnos. Aquello en vez de una fuente parecía la piscina municipal, un abrevadero con agua a la altura de los muslos. Nos quitamos las zapatillas y allí que nos metimos. Con lo fresquito que se estaba allí, no había ganas de seguir, pero continuamos el camino, con los repechos antes del pantano de Linares, que ahora sí lo vimos. La carretera se iba deteriorando y el calor en aumento, señal de que nos acercábamos a Ayllón km 1.058. Sellado y de cabeza a las duchas, sin pensarlo dos veces me quité la ropa y al agua fría, los pies y el cuerpo lo agradecieron, detrás de mi vinieron Fernando, Miguel y Ángel.

En este punto no me encontraba muy bien del estómago, por lo que solo pude beber cerveza, un poco de sandía y un helado. Tras descansar un rato encaramos el Alto de la Pela, muy agradecido los primeros kilómetros con sombra, pero el último tramo se hizo muy duro por la pendiente, la mala carretera y la falta de sombra. Reagrupamiento en el Alto y bajada rápida hacía Atienza Km. 1.113, donde llegamos en pequeños grupos, no sin antes pasar por la fuente de la entrada y refrescar los pies.

Pincho de tortilla y cerveza para coger el último tramo hacia Algete con fuerza. Luces y reflectantes nuevamente por si hacían falta. Llegamos a Cogolludo Km. 1.155, último control antes de Algete. Nuevo pinchazo antes del control. Parada corta a base de sandia y bebida. Después seguimos hacia Madrid con la moral alta, pero al salir de Cogolludo pinchazo doble al coger un bache.

Subida del repecho de Puebla de Beleña y grupo reunido por los llanos antes de Algete, rodando muy tranquilos, saboreando los últimos kilómetros con un par de sprints por parte de Luis que le entraba el sueño.

En la bajada de Alalpardo, Sebas vuelve a pinchar. A la entrada de Algete nos paramos todos para reagruparnos y entrar todos juntos en Algete. Llegamos sobre la 1.30 de la madrugada del viernes, con caras de alegría por haber terminado la prueba. Felicitaciones entre todos los miembros del grupo. Al final acabamos 21. Lamentar el abandono de Roberto, que sin duda está sobradamente preparado para hacer la prueba: ánimo, Roberto, a por la próxima.

Dar la enhorabuena a todos los del grupo: Miguel, Miguel Ángel, Ximo, Luis, Juanjo y Ángel (PC Massamagrell), Vicente, Fernando y José Fornés-Xiquet (PC Pedreguer), Jorge y Nacho (PC Alaquás), Arturo (UC Carcaixent), Antonio (Quart), José Antonio y Pepe (PC Pedalier-L’ Alcudia), César (PC Pedal-Llíria), Toni (PC Banyeres), José Alcoy (PC Massanassa), Sebas y José Manuel (Palma Mallorca), Roberto (PC Picasent), por haber acabado la prueba y por haber ayudado al grupo.Como ya os dije en el mensaje previo, la fuerza del grupo reside en eso, en el grupo, y en ir ayudando siempre al más débil. Entre todos lo hemos conseguido y, sin duda, sin vuestra compañía y ayuda hubiera sido más difícil.

Por otra parte, felicitar y dar las gracias a nuestras chicas Paqui, Anni y Carmen, que nos han ayudado en todo lo que han podido, preocupándose de estar en el lugar establecido para darnos su apoyo y cariño. En especial a mi mujer, Paqui, que no dudaba que no tendría problemas para llevar el vehículo, «te quiero».

También quiero acordarme de los que por una causa u otra no han podido estar, entre ellos Andrés Waylett, estupendo compañero, ciclista y mejor persona. Andrés, a ver si mejoran las cosas y podemos disfrutar de tu compañía. Y, como no, de Cristobal, que por una causa u otra no ha podido estar con nosotros: Ánimo, Cristóbal, que te estamos esperando.

Y también de Mari, nuestra fiel compañera y seguidora. Mari te hemos echado mucho de menos, tu alegría y saber hacer, aunque sabíamos que desde la distancia estarías animándonos. Un beso

Brevets Massamagrell

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