Aunque su marcha era ya cualquier cosa menos un secreto, faltaba escucharlo de boca de su principal protagonista, algo que ha llegado en la primera jornada de descanso de la Vuelta a España, que desde ayer lidera con una muy ligera ventaja de sólo 6 segundos sobre Primož Roglič (Jumbo-Visma) y no mucho mayor sobre Miguel Ángel Superman López (Astana), al que saca 17 segundos y su compañero Alejandro Valverde, que se sitúa a 20 segundos.
Todo eso, en cualquier caso, ha quedado aparcado cuando, poco después de las once de la mañana, en la rueda de prensa conjunta que ha ofrecido junto al campeón del mundo, Nairo Quintana ha confirmado que la de 2019 es su última temporada en Movistar, equipo al que llegó en 2012 y con el que ha conquistado un Giro y una Vuelta a España como mayores logros, además de subir al podio del Tour de Francia en tres ocasiones, a los que hay que sumar otro segundo puesto final en el Giro de 2017. Todo ello, jalonado con dos etapas en la Vuelta, tres en el Tour y dos en el Giro. A las 15 horas, el Arkéa francés confirmaba su fichaje acompañado de su hermano Dayer (Neri Sottoli), su actual compañero Winner Anacona y el italiano Diego Rosa (Ineos), todos representados por el italiano Giuseppe Acquadro.
Aunque ha dejado una puerta abierta a un futuro regreso al conjunto telefónico al asegurar que “no sé si volveré”, Quintana ha calificado su estancia en Movistar como “mi mejor etapa en el ciclismo”, aunque también reconocía que era el momento “de romper este matrimonio”.
En esa relación, que él mismo ha calificado como un matrimonio –término que en el pasado también usó su cónyuge Eusebio Unzue– “ha habido de todo. Ahora he terminado un ciclo y voy a tener que marchar”. Quintana fue muy claro: “tengo que romper este matrimonio, por lo menos por ahora. No sé si luego regresaré o si me querrán, pero de momento tengo que marchar”.
Sin ánimo de alimentar la controversia y la polémica que Quintana sabe que este anuncio oficial puede generar, el colombiano aseguró que “aquí he pasado los momentos más felices de mi vida como ciclista. Estoy muy agradecido con todos los que han sido parte de este equipo en todo este tiempo. Con corredores, excorredores, masajistas, exmasajistas, médicos, auxiliares, las personas de las oficinas… con todos”.
“Aunque yo lleve el rojo, el líder es Roglič”
En lo que respecta a la Vuelta a España, que tras su anuncio parece haber quedado, al menos en interés mediático, en segundo plano, pero que lidera, Quintana aseguraba que “hay posibilidades de ganarla. Sabemos que el día de mañana es muy importante. Aunque tengamos el rojo, con los segundos que le sacamos a Roglič, podemos considerar que el líder prácticamente es él gracias a la ventaja que nos va a sacar en la contrarreloj por ser especialista”.
En relación a esa crono de Pau, Quintana adelanta que “sabemos que no podemos dejarnos absolutamente nada y luego, junto al resto del equipo, seguir adelante y tratar de recuperar”. Una contrarreloj que, quizás, pueda arrojar algo más de verdad sobre el liderazgo compartido en el equipo. En ese sentido, el Cóndor matizaba que “siempre lo hemos dicho. Lo que interesa es el equipo como tal y al que esté mejor le ayudará el otro. Así vamos yendo. Al que tenga mejor condición o mejores piernas”.
Respecto a los aspavientos de Marc Soler en la etapa andorrana, quejándose de la orden de parar para ayudar a Quintana y, de esa forma, perder cualquier opción de disputar la victoria de etapa, el colombiano asegura que “de eso no hemos hablado nada. Hemos hablado del gran trabajo que ha hecho el equipo durante todo el día llevando corredores por delante desde la salida y rematando al final. Él tendrá sus razones. Seguimos adelante pensando en trabajar de buena manera. Por un gesto no vamos a hacer un gran caos y vamos a disfrutar lo que tenemos”.