Balance equipos World Tour 2019 (2): Astana

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Quizás, la mejor manera de definir la temporada 2019 sea mediante la comparación gastronómica. Con 37 victorias, el pastel parece suculento, pero las aspiraciones del conjunto kazajo eran mayores y, en ese sentido, les faltó poner la guinda que hubiese supuesto una gran vuelta.

Además, 23 de esas 37 victorias llegaron antes del inicio del Giro de Italia, es decir, en lo que en el ciclismo se considera la primavera. Clásicas, etapas y generales en pruebas de enorme relevancia convertían las expectativas de cara a las pruebas de tres semanas en mucho más que ambiciosas. Sin embargo, el suflé se desinfló, sin saber muy bien cómo o porqué, cuando llegaron esas pruebas que con tanto empeño esperaban.

Pese a todo, y aunque en el ciclismo, como en todo, uno se suele quedar con las sensaciones de las últimas carreras, la campaña 2019 de Astana ha sido, al menos en lo cuantitativo, su mejor año desde su entrada en el ciclismo profesional. 37 triunfos mejoran en tres los registros de 2015 y 2016, hasta ahora, sus mejores temporadas.

Nunca antes había conseguido Astana el doble-doble de acumular dos dígitos en los casilleros de generales ganadas (12) y etapas conquistadas (5). Unos registros que se completan con la nada desdeñable cifra de cinco triunfos clasicómanos, con la Lieja-Bastoña-Lieja de Fuglsang como el gran logro en ese terreno.

Febrero y marzo fueron, vistos desde la distancia, los dos mejores meses para un Astana que parecía no tener límites. Con 13 triunfos en el segundo mes del año y ocho en marzo, tras esos dos primeros asaltos Astana, aunque no lo sabía en ese momento, sumaba más del 50% de sus triunfos totales de la temporada.

Mención especial, durante ese periodo, merecen Ion Izagirre, que se adjudicó la Volta a la Comunitat Valenciana y la Itzulia; el pleno de la Vuelta a Murcia, con Bilbao y Luisle; Gorka Izagirre, con el Tour de la Provence; Alexey Lutsenko y su formidable Tour de Omán, Miguel Ángel López en la Volta a Catalunya y, por supuesto, el ya mencionado Jakob Fuglsang con la Lieja-Bastoña-Lieja y la Vuelta a Andalucía.

«Superman López» no pudo alcanzar sus principales objetivos. © PhotoGomez

El Giro, primer revés

Y entonces llegó el Giro. El primer gran momento de la temporada y, quizás, de la carrera de un Superman López ya maduro. De un colombiano que, pese a que sólo tiene 25 años, ha aceptado gustoso el rol de líder de un bloque tan potente como el kazajo. De un corredor que, pese a su juventud, no ha tenido problemas en señalarse a sí mismo como un aspirante al triunfo en las pruebas de tres semanas.

En el sorteo interno del equipo, Superman tendría que lidiar con el Giro y la Vuelta, a priori, la combinación más lógica cuando se habla de las tres semanas. La apuesta no salió bien y López no pudo pasar del séptimo puesto en una carrera en la que un año antes había subido al podio. Un top10 que, en ningún caso, puede considerarse un fracaso, pero que queda tremendamente desdibujado cuando el discurso, como luego volvería a suceder en la Vuelta a España, es que se sale para subir a lo más alto del podio.

La honra del equipo en Italia la salvaron Pello Bilbao y Dario Cataldo. El español, por partida doble, y el italiano fueron los protagonistas de las tres victorias parciales que permitieron, junto a ese top10 en la general, cerrar la ronda transalpina sin que nadie pudiera tener la tentación de coger el rotulador rojo para calificarla con un suspenso colectivo.

El Tour, el anticlímax

Mucho peor fueron las cosas, es verdad, en el Tour de Francia. Una vez más, Astana apostaba en la Grande Boucle por un asentadísimo Jakob Fuglsang. El danés venía de completar la mejor primera parte de la temporada de su carrera deportiva. Salvo en la Itzulia, donde acabó cuarto, había conseguido ganar algo en cada una de las pruebas por etapas disputas. En Murcia fue el maillot de la montaña, en Andalucía, la general; en Tirreno, donde fue tercero, una etapa y en el Dauphiné, la general. Además, fue tercero en la Amstel, segundo en la Strade-Bianche y primero en la Lieja.

La preparación de cara a la cita francesa había ido sin ningún contratiempo, pero todo se torció en el Tour, donde sólo pudo aguantar 15 etapas antes de abandonar en la 16ª jornada, justo después del segundo día de descanso.

Además, ninguno de sus compañeros, que llegaban a Bruselas mentalizados de tener que correr por y para el danés, supo encontrar una respuesta a la nueva situación en la que habían quedado, descabezado su ejército, y se marcharon de París sin nada que celebrar. Ninguna victoria, Lutsenko, 19º, como el mejor en la general a casi 50 minutos de Bernal y absolutamente desapercibidos en la pelea por la general por equipos, donde fueron 10º a más de dos horas de Movistar.

La Vuelta, otro revés

Y llegó el momento de la redención de Miguel Ángel López. Superman, desaparecido –a excepción de su paso por la Vuelta a Polonia a principios de agosto– desde el final del Giro, había preparado con mimo y libertad absoluta su asalto a la ronda española, en la que, en 2018, igual que en el Giro, había sido tercero.

Como suele ocurrir a estas alturas del año, los equipos introducen algunas variaciones de última hora en sus plantillas inicialmente previstas. La ‘bomba’ de Astana llegó de la mano de Fuglsang, que se presentaba en Torrevieja con la única misión de ayudar al colombiano en su asalto al podio de Madrid.

Una vez más, las cosas no salieron bien. López fue, eso sí, uno de los hombres con más arrojo durante las tres semanas de carrera, pero bien su falta de fuerzas, bien su ausencia de contención ante rivales más calculadores –y un Roglič intratable– acabaron por sepultar todas sus opciones.

Terminó quinto el colombiano, incapaz de mejorar sus registros de un año antes. Vistió, eso sí, el maillot de líder hasta en tres ocasiones, pero era tan pronto en la carrera que prefirió dejar que la responsabilidad la tomara otro y se olvidó de protegerlo.

La crono inicial por equipos y la victoria de Fuglsang en La Cubilla fueron el epílogo a una Vuelta y a una temporada que, eso sí, todavía vería caer tres triunfos más en la Coppa Sabatini, el Memorial Marco Pantani y la tercera etapa de la Vuelta a Croacia.

Visto en perspectiva, como hemos dicho, ha sido una temporada sensacional a la que le ha faltado lo más complicado, eso que diferencia lo sensacional de lo histórico: la guinda que supone una gran vuelta.

VICTORIAS 2018 (37)

Mejor clasificado Giro: Miguel Ángel López (7º)

Mejor clasificado Tour: Alexey Lutsenko (19º)

Mejor clasificado Vuelta: Miguel Ángel López (5º)

PLANTILLA 2019