El cuaderno de Joan Seguidor / Ciclo 21
Que Nairo Quintana espere estar en la Vuelta 2020 es más un milagro que otra cosa. En la presentación el colombiano subió al escenario por su condición de ganador de la edición de hace tres años. Se le veía serio, entre Fabio Aru, Alejandro Valverde, Alexander Vinokourov, Joop Zoetemelk y otros vencedores. Llamó la atención que no llevara la corbata del Movistar que sí portaba Valverde. Llamó la atención porque su contrato expira en 2019, por eso sigue saliendo con el kit de Movistar, incluso en sus entrenamientos con el Arkéa.
La imagen que ha corrido como la pólvora por las redes muestra la camaradería, de inicio, entre Nairo y Warren Barguil, cabrá ver qué sucede cuando se juegue lo gordo. Al margen de la obvia caída de calidad de gente que le rodea, Arkéa no es Movistar, esperar buena comunión entre ambos corredores es de muy optimista: ya sabemos la historia de Barguil en Sunweb, aquella expulsión en la Vuelta, y la ansiedad de un corredor que sigue en perpetua búsqueda de aquel ciclista que maravilló en el Tour de 2017. Ello unido al carácter mil veces descrito del campeón colombiano: blanco y en botella.
Pero al margen de todo eso, la cara larga de Nairo Quintana en la presentación de la Vuelta 2020 puede estar justificada porque se ve más fuera que dentro de la grande que ganó no hace tanto y que la última edición acabó entre los mejores. Al bueno de Nairo Quintana le va a tener que llover una invitación de la Vuelta 2020 si quiere estar en la salida de Utrecht y si esperar cooperación entre Barguil y él es una quimera, que la Vuelta 2020 invite a Arkéa es misión imposible, siempre hay que decirlo, sobre el papel, porque o se alienan los astros y no astros, o el colombiano verá la Vuelta desde casa.
En la cola ya hay tres equipos españoles y la jugosa posibilidad del equipo de Mathieu Van der Poel, saliendo la Vuelta de Países Bajos y siendo el neerlandés quien es, el corredor más apreciado del mundo ahora mismo. Para cuatro invitaciones hay dos disponibles, porque el reglamento no prevé que una carrera, en un momento dado, pueda ampliar el cupo si procede. Dado que el Total casi seguro que corre, habiendo renunciado al Giro, el Arkea sería el quinto equipo en la lista para dos plazas.
Dijimos no hace tanto que Nairo extrañaría a Movistar, en la presentación de la Vuelta 2020 tuvimos el primer episodio. Es seguro que el colombiano necesitaba un cambio de aires, en el equipo celeste las cosas nunca son sencillas, y si lo fueran, las complicarían ellos, pero el paso atrás del colombiano es obvio, en todos los sentidos. Ahora a esperar una invitación caída de no sé dónde.