Fabio Aru (UAE-Emirates) ya ve la luz al final del túnel. El pasado mes de abril se sometió a una angioplastia de la arteria ilíaca de su pierna izquierda, una complicación que, como es lógico, le impidió rendir a su máximo nivel y, por consiguiente, seguir con la progresión que maravilló al mundo del ciclismo no hace demasiado tiempo, cuando entre 2014 y 2015, cuando subió dos veces al podio del Giro y se llevó el triunfo final en la Vuelta a España.
Pese a que en 2017 todavía fue capaz de protagonizar un nuevo destello al terminar en quinta posición en su segundo Tour de Francia, esa fue la última vez que vimos al sardo con los mejores del pelotón internacional en esto de las grandes vueltas.
Finalmente, y tras muchas pruebas, Aru encontró el origen de todos los problemas y, desde abril, el camino del italiano, de 29 años, aparece despejado, al menos en apariencia, de ningún tipo de lastre que pueda impedirle volver a su mejor versión. Aru, eso sí, no pierde la sonrisa. Se sigue confesando un apasionado de este deporte y confía, pese a la amenaza que para él pueda suponer Tadej Pogačar, la joven perla eslovena que capitaliza los desvelos del UAE-Emirates; en tener la oportunidad de escribir alguna página de oro en su historia personal y la de su equipo.
El pasado mes de abril se sometió a esa operación que debía terminar de una vez por todas con sus problemas de salud. Después hizo Tour y Vuelta, que no llegó a terminar. ¿Cómo ha terminado el año en cuanto a sensaciones?
Efectivamente, regresé a la competición con el Tour en mente y creo que hice una buena carrera. Es verdad que no hice un Tour súper, pero sí tuve un buen rendimiento. A la Vuelta fui con ilusión, pero arrastraba un virus que me dejó muy tocado. Intenté seguir, pero finalmente tuve que optar por dar por terminada mi temporada. Desde entonces, tras descansar un poco, me centré en prepararme para la próxima temporada.
En base a los resultados de la operación y lo que luego pudo hacer en las carreras en las que tomó parte, ¿considera que ha superado completamente todos los problemas que le han impedido rendir a su máximo nivel en estos años?
Sí, hemos hecho muchas pruebas y, hasta el momento, todo está bien. En cualquier caso, será en las carreras donde podremos comprobar si eso es así. Lo más importante ahora mismo es mantener la salud y estar en un buen estado de forma.
Durante el Tour aseguró que tenía muy buenas sensaciones y que se sentía capaz de volver a ganar. En la Vuelta las cosas no salieron como esperaba, ¿sigue siendo optimista?
Tras la operación, mi cuerpo no estaba 100% preparado para el Tour o las carreras que hice antes de ir a Francia, pero me sentí bien. Tras el abandono de la Vuelta descansé en septiembre y octubre, algo que mi cuerpo necesitaba. Por eso, sí, estoy preparado para la próxima temporada.
Su abandono de la Vuelta tuvo su causa en el virus que ya ha comentado, pero también se fue al suelo en la primera etapa. ¿Cree que sin esa caída podría haber aguantado más tiempo en carrera?
No lo sé, la verdad. Fue una mala caída. Me golpeé fuerte la rodilla y tuve bastante dolor durante los días siguientes. Sin duda, no es la mejor manera de comenzar una carrera como la Vuelta a España. Quise seguir, pero el virus me fue debilitando. No sé qué habría pasado sin la caída.
En términos generales, ¿cómo calificaría su campaña de 2019?
Ha sido una temporada de regreso. No es que la quiera olvidar, pero la dejo atrás y ahora me centro por completo en 2020.
Hablemos de la temporada que está a punto de empezar. Es un año muy especial por la presencia de los Juegos Olímpicos, que complican la confección de calendarios tanto para los corredores como para los equipos. ¿Cuál es su programa?
Empezaré en Argentina y Colombia. Luego, me centraré en preparar el Tour de Francia. No iré al Giro y haré Tirreno-Adriático, Dauphiné y el Tour. ¿Los Juegos? Por supuesto que me gustaría poder estar en Tokio. Si estoy en buena forma y me veo capaz de hacer una buena carrera, quiero ir a Japón.
Aunque sé que queda mucho tiempo, ¿baraja la posibilidad de hacer Tour y Vuelta o, con los Juegos Olímpicos, es inabarcable?
No lo sé. La verdad es que hemos confeccionado mi programa de carreras hasta el Tour de Francia y después ya veremos cómo podemos seguir.
Estamos viviendo una auténtica explosión de corredores muy jóvenes consiguiendo grandes resultados en todos los frentes. Usted tiene ahora 29 años, que hasta no hace tanto se consideraba la edad perfecta en términos de madurez. Tras estos dos últimos años complicados, ¿cree que todavía le queda algún margen de mejora o de progresión?
No lo sé. Es evidente que, siendo más joven, estuve mejor que ahora. Subí al podio en el Giro y gané una Vuelta. Era más joven y conseguía resultados como los que están consiguiendo ahora estos chicos. Pero también puedes mirar el ejemplo de Valverde. Tiene diez años más que yo y ha vuelto a estar entre los mejores corredores del mundo.
Valverde siempre dice que uno de sus secretos es que sigue disfrutando mucho del ciclismo. Está claro que para ser ciclista profesional y sacrificarse como lo hacen ustedes, hay que amar este deporte, pero ¿sigue usted teniendo la misma pasión que en sus mejores años?
¡Tengo mucha más pasión por el ciclismo ahora! Para mi, como en el caso que me comentas de Valverde, la pasión siempre ha estado ahí. Me encanta llevarme a mí mismo al límite cada día. Hoy mismo me he despertado a las siete de la mañana y antes de venir a hablar contigo he ido al gimnasio y he salido en bicicleta.
Por supuesto, no me gusta cuando las cosas no me salen bien en las carreras, pero son cosas inherentes al ciclismo y al deporte en general y, pese a esos momentos en que lo pasas un poco peor, me sigue encantando todo ello.
Hace ahora doce meses, cuando todavía no se había detectado su problema arterial y no había explicación alguna a su bajo rendimiento, ¿sentía esa misma pasión por el ciclismo o hubo días en los que se levantaba y de preguntaba qué estoy haciendo aquí? ¿Alguna vez llegó a pensar que su carrera, al menos como la conocíamos hasta entonces, había terminado?
Cuando tienes problemas como los que yo tuve y no sabes la razón, es algo muy complicado de gestionar. Sabes que algo va mal con tu cuerpo, pero no sabes qué es. Por suerte, en abril encontramos la respuesta y le pusimos solución. Me lo tomé como el inicio de una nueva carrera para mí. Veremos qué puedo hacer con ella. Ahora mismo quiero centrarme en 2020. No me gusta hablar de objetivos específicos, pero sí que te puedo decir que quiero dar lo mejor de mi mismo.